Usted está aquí: domingo 2 de julio de 2006 Cultura La OSM, modelo de orquesta que no debe ser parte de ninguna burocracia

Al asumir su dirección, Carlos Miguel Prieto destaca labor de la formación

La OSM, modelo de orquesta que no debe ser parte de ninguna burocracia

MONICA MATEOS-VEGA

La Orquesta Sinfónica de Minería (OSM) "es un modelo de lo que debe ser una organización que hace todo por el bien de la música y que no forma parte de ninguna burocracia establecida", afirmó Carlos Miguel Prieto, quien se estrena este verano como director de la formación.

Durante la presentación de la temporada que inició el primero de julio en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario, Prieto señaló que a 28 años de la creación de la sinfónica, sus objetivos al frente de la agrupación son "continuar la línea extremadamente exitosa de mis predecesores, entre ellos Luis Herrera de la Fuente, Jorge Velasco y Carlos Spierer. De repente siento que tengo los zapatos más grandes de lo que me quedan, pero lo asumo con la confianza de que tengo algo que aportar".

Prieto dijo que se propone "ir creciendo a nuestro público. Acercar a los jóvenes en general a nuestros conciertos, no sólo a la comunidad universitaria. Espero que ésta sea mi oportunidad de desacralizar la sala de concierto, sin quitarle importancia y seriedad.

"También espero crecer en la exploración musical, que las temporadas de la Orquesta Sinfónica de Minería no sólo sean oportunidades de tocar la música que todos conocemos de una manera diferente e innovadora, sino de presentar algunas veces la música que nadie conoce."

La temporada de verano de la OSM consta de nueve pares o tríos de conciertos que seguirán tres ejes: la conmemoración del 250 aniversario del natalicio de Mozart, el centenario del natalicio de Shostakovich y, de manera especial, los 30 años de la Sala Nezahualcóyotl. Por eso, este fin de semana, el sábado y a las 12 de este domingo, se inicia con La consagración de la casa de Beethoven. También se interpretará la sinfonía número 5 de Shostakovich y el concierto para violín número 5 de Mozart, a cargo del solista Philippe Quint.

El segundo programa se realizará los días 8 y 9 de julio e incluye la Obertura festiva de Shostakovich, el concierto para piano 18 de Mozart (a cargo de Benedetto Lupo) y Una sinfonía alpina de Strauss con la que se hará evidente al público "la pureza del sonido en la sala Nezahualcóyotl, pues la sinfonía ofrece un amplia gama de colores y sonidos", explicó Prieto.

Agregó que si bien en algunos programas no se incluye ninguna obra de los autores homenajeados, se ha incluido a compositores "que tienen a Mozart y a Shostakovich en mente".

Eso sucederá, por ejemplo, en el tercer programa que se tocará el 15 y 16 de julio, en el cual se incluye Tempo al Preludio a la siesta de un fauno: tres modéré de Debussy, Fantasías messiaenicas de Paquito D'Rivera, Una sonrisa (homenaje a Mozart) de Messiaen y la suite de Dafnis y Cloe de Ravel.

Schnittke, Berio, Brahms, Tchaikovsky, Prokofiev y Rachmaninov son otros de los autores que "vestirán" esta temporada de verano de la OSM, en la cual se realizará el estreno mundial de la obra Fronteras híbridas de la compositora mexicana Gabriela Ortiz (12 y 13 de agosto), así como el estreno en América del Norte de la obra Atlántida de Manuel de Falla, dirigida por Antoni Ros-Marbá (19 y 20 de agosto).

 
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