Usted está aquí: jueves 29 de junio de 2006 Política Impulsaré el desarrollo sin endeudar el país: AMLO

Actuaré con responsabilidad y sensatez, sostiene

Impulsaré el desarrollo sin endeudar el país: AMLO

Convocará a todos los sectores a un pacto nacional

ANDREA BECERRIL Y ROBERTO GARDUÑO

Ampliar la imagen El Zócalo de la ciudad de México, durante el cierre de campaña de Andrés Manuel López Obrador, candidato de la coalición Por el Bien de Todos a la Presidencia Foto: José Antonio López

Frente a la multitud que no se movió del Zócalo capitalino a pesar de la lluvia, Andrés Manuel López Obrador advirtió que la guerra sucia no le funcionó a sus adversarios, y envió un mensaje a empresarios y financieros: "Ni vamos a actuar de manera irresponsable, ni vamos a provocar ninguna crisis, nadie debe preocuparse".

En su cierre nacional de campaña, cobijado por decenas de miles de personas que abarrotaron el Zócalo de la ciudad de México, el candidato de la coalición Por el Bien de Todos avizoró que con su triunfo encabezará un movimiento histórico como el de la Independencia, la Reforma y la Revolución de 1910.

"Y lo vamos a lograr de manera pacífica, por el camino de la concordia". El 2 de julio "no sólo ganaremos, también quedará de manifiesto que no siempre triunfa el dinero sobre la moral y la dignidad de nuestro pueblo", exclamó entre aplausos y gritos de aprobación de mujeres y hombres congregados en la Plaza de la Constitución.

Vamos a demostrar que la gobernabilidad es posible sin autoritarismo, definió. "Nunca más una represión como la de Acteal, como la de Aguas Blancas, como la de Atenco, como la de Lázaro Cárdenas. No vamos a utilizar la fuerza bruta para resolver los problemas". El Ejército Mexicano, insistió, "seguirá siendo una institución fundamental del Estado para la defensa de la soberanía, pero nunca más será utilizado para reprimir al pueblo de México".

Rindió homenaje a los luchadores sociales y políticos que "con esfuerzo y sacrificio nos abrieron espacios para avizorar un México justo, libre y democrático", entre ellos citó a Cuauhtémoc Cárdenas.

En contraste con Felipe Calderón, quien centró su discurso de cierre de campaña en denostar a López Obrador, ayer el tabasqueño ignoró al panista, y con la seguridad de encabezar las preferencias electorales se refirió a su proyecto de gobierno y respondió a la campaña mediática impulsada por el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

"Nuestros adversarios están muy desesperados, no les funcionó la guerra sucia y ya no saben ni qué hacer. Han venido metiendo miedo a la gente: que vamos a endeudar al país con nuestra propuesta de crecimiento, empleo y bienestar. Nada de eso, no vamos a actuar de manera irresponsable, no vamos
a provocar ninguna crisis, nadie debe preocuparse, vamos a actuar como siempre, con responsabilidad y sensatez."

Los dueños del dinero se equivocan: "en pocas palabras, habrá un manejo técnico, no ideológico de la economía", porque mantendrá el control de las variables macroeconómicas. Habrá control del déficit público, se garantizará la autonomía del Banco de México y se evitará la inflación.

"Nuestra fórmula para financiar el desarrollo del país no requiere de la contratación de deuda pública, ni de aumentar impuestos ni de crear nuevos gravámenes". Explicó que su proyecto se sustentará en un gobierno austero y en el combate a la corrupción, y aseveró que gobernará con apego a la Constitución y a las leyes. Reiteró que no deben preocuparse, porque no es hombre de odios ni venganzas.

Diez minutos antes de las seis de la tarde, cuando en el Zócalo no cabía una persona más, López Obrador llegó acompañado de sus tres hijos y del candidato al Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard. Los miles de simpatizantes respondieron con gritos de júbilo, al tiempo que cañones de confeti cubrieron el escenario preparado para el discurso del tabasqueño.

En 40 minutos, López Orador resaltó que el domingo 2 de julio no sólo se elegirá al próximo presidente de México, sino que se votará por un proyecto de nación.

Señaló que después de 10 meses de campaña y precampaña, de recorrer 140 mil kilómetros de carretera para llegar a pueblos y ciudades de todas las regiones
del país, le queda claro que la elección del domingo tendrá un sentido más profundo y menos electorero.

Expuso su proyecto basado en la transformación profunda del modelo económico y político. "Hay que remover las viejas estructuras de poder, terminar con el caduco sistema de manipulación y control, hacer a un lado al político prepotente, fantoche, mediocre y ladrón", señaló.

Se comprometió a impedir que entre en vigor la cláusula del Tratado de Libre Comercio de América del Norte que permitiría la libre importación de maíz y frijol a partir de 2008, ya que eso significa el desplome del campo mexicano.

El candidato leyó siete cuartillas y delineó sus principales propuestas para reactivar la economía, generar empleos y garantizar el progreso con justicia.

En el último mitin en su carrera por la Presidencia, anunció que pretende el cambio, pero por el camino de la concordia. Anunció que desde el próximo lunes, una vez que haya logrado el triunfo, empezará a convocar a representantes de empresarios, de las iglesias, de la sociedad civil, de indígenas, campesinos, obreros, profesionistas e intelectuales para construir un nuevo pacto nacional que permita sacar al país del atraso, la pobreza y la marginación.

Recordó que la política cultural la definirán los propios artistas e intelectuales, y agradeció el apoyo de Elena Poniatowska, Fernando del Paso, Sergio Pitol y Carlos Monsiváis. Reconoció el respaldo de "millones de mujeres y hombres, conscientes y esperanzados de un cambio verdadero... es un timbre de orgullo encabezar este movimiento popular que agrupa a todas las clases sociales, pero que siempre ha tenido su principal sustento en los más humildes y en los más pobres de México".

Rindió homenaje a Juárez, Morelos, Zapata, Lázaro Cárdenas, a los luchadores sociales y políticos que "con esfuerzo y sacrificio nos abrieron espacios para avizorar un México justo, libre y democrático". De forma especial, "mi respeto a los líderes estudiantiles de 1968, a los indígenas de Chiapas, Oaxaca y Guerrero. A Demetrio Vallejo, Valentín Campa, Othón Salazar, a Rosario Ibarra, Heberto Castillo, a Cuauhtémoc Cárdenas y a todos los precursores y héroes anónimos de nuestra historia".

Al final, pidió a sus seguidores que salgan a votar temprano. "Necesitamos ganar con amplio margen, con una buena ventaja, para que no nos regateen nuestro triunfo".

Antes de despedirse, afirmó: "¡Vamos a hacer historia. La alegría está por llegar. Sonríe, vamos a ganar!"

 
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