Usted está aquí: lunes 26 de junio de 2006 Cultura Con retratos, Cristina Rubalcava recupera historias de familias

Presentará en la Casa Lamm una serie de cuadros familiares que abarcan generaciones

Con retratos, Cristina Rubalcava recupera historias de familias

Lo importante de la obra es captar a cada integrante del grupo con su relato, afirma la artista

Pintar clanes enteros, tradición milenaria que se olvida, lamenta Germaine Gómez Haro

MERRY MACMASTERS

Ampliar la imagen Cristina Rubalcava, con una de sus obras Foto: Archivo

Después de haber retratado ya a varias familias en México y Europa, la pintora Cristina Rubalcava creará, por medio del Centro Cultural Casa Lamm, una "línea" de retratos pintados que tiene la particularidad de recuperar las historias de sucesiones genealógicas. Inclusive, el retrato puede "crecer", junto con la familia, en cuanto a su composición.

De acuerdo con Rubalcava, estas "crónicas familiares con paisaje" han resultado muy divertidas, tanto para ella como para las familias, porque hay que recolectar datos personales, inclusive íntimos, de cada miembro del clan, así como investigar su lugar de origen, con sus tradiciones, su música, su geografía, pero sin olvidar los detalles o historias, relevantes o sencillas, que cada quien desee plasmar en el cuadro por ser entrañables.

El "chiste", asegura Rubalcava, consiste en pintar el momento con el relato de cada quien, "de una manera muy sencilla, como debe ser la pintura, sin cosas muy rebuscadas ni tampoco pretensiones plásticas complicadas, sino el relato, la historia y la familia".

Raíces del proyecto

Radicada en París desde 1970, Rubalcava empezó con los retratos de niños hace ya varios años. Poco a poco, las mismas familias empezaron a interesarse por algo más amplio: "Un día un papá me dijo que también les gustaría aparecer al lado de sus hijos. Entonces, apareció él y luego la mamá. Después, uno de los niños pidió que su abuelita figurara en un retrato; otro, próximo a casarse, quiso que su novia también estuviera allí. Así se fueron añadiendo personajes y personajes y personajes.

"En Francia pinté la familia de unos abogados, eran 23 personas, porque uno de ellos había vivido en México y de regreso trajo una nana que cuidó a toda la familia. Entonces, en el descanso de la escalera de su casa se hizo un mural de siete metros de altura (43 metros cuadrados), donde están todos -los esposos, los divorciados, los ausentes, los muertos-, con los recuerdos de México mezclados con los de Francia (pintado al óleo sobre tela, ésta se pegó al muro con calor).

"Así que cada familia cuenta su historia. Esa es la parte que me gusta, porque ellos me dan la composición del cuadro, yo lo formateo, como se diría en el lenguaje de hoy, pero son ellos quienes en realidad hacen la composición. Si a la abuela le gustaban los pajaritos o al abuelo los caballos o al hijo, equis objeto, también se pone allí. Las composiciones resultan muy ricas."

Hace unos meses, Rubalcava pintó un cuadro que tuvo que ver con Jalisco, tarea que le resultó especialmente placentera, dado que, por un lado, su familia es de allá, y por el otro, por la canción mexicana, el mariachi, el tequila, mezclado con viajar allá en busca de "las formas de las montañas, el calor, el color de las flores, del cielo, los ríos, las lagunas y la rica literatura jalisciense".

El proyecto se creó junto con Germaine Gómez Haro, responsable de Promoción y Difusión Cultural de Casa Lamm. La también crítica de arte señala que una vertiente del trabajo de Rubalcava "que ha tenido resultados muy afortunados es el retrato, género de tradición milenaria que lamentablemente hoy se practica poco. Ahora, la artista se lanza a una nueva aventura que, de alguna manera, fusiona varias de sus diversas inquietudes y pasiones. Se trata de retratos familiares, ese fantástico género tan requerido en tiempos pasados y que en nuestra época ha desaparecido casi por completo".

Para los interesados en retratarse pueden pedir una cita directamente a Casa Lamm. Los cuadros tardan alrededor de seis u ocho meses, sobre todo cuando se trata de familias grandes, porque hay que hacer un estudio fotográfico, recopilar fotos antiguas, etcétera. Rubalcava piensa "ir y venir" para entrevistar a las familias, recoger datos, viajar a veces a las casas o los parajes para ver los paisajes que fueron o son familiares. El proyecto culminará en una exposición.

El pasado 13 de marzo comenzó su recorrido México, el gran viaje, exposición itinerante hasta el 9 de octubre por diferentes museos regionales y departamentales de Francia, en la que Rubalcava participa con la instalación Las ofrendas de la fiesta de los muertos, que incluye una panadería donde se hacen los panes tradicionales, que ha causado gran interés. La muestra, que en noviembre llegará a la alcaldía de París, conmemora la migración que hubo de franceses a los poblados veracruzanos de Martínez de la Torre, Nautla y Jicaltepec, así como la de los habitantes de la ciudad de Barcelonnette.

 
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