Usted está aquí: viernes 23 de junio de 2006 Cultura Una escultura de Agueda Lozano engalana el barrio 16 de París

Simboliza la promesa de un florecimiento entre ambos países, adelanta la artista

Una escultura de Agueda Lozano engalana el barrio 16 de París

Creada en acero inoxidable, su instalación incluyó el depósito de tierra de las dos naciones

Ocupa la tradicional Place de México, que antes albergó un busto de Miguel Hidalgo

MERRY MACMASTERS

Ampliar la imagen Vistas diurna y nocturna de la escultura de Agueda Lozano, que hoy se inaugura en la capital francesa

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Un par de alas juntas en forma vertical están a punto de desplegarse en uno de los sitios con más tradición de París.

Se trata de Tierra de México en tierra de Francia, escultura de Agueda Lozano (Chihuahua, 1944), creada en acero inoxidable de 5.50 metros de alto por 1.10 de ancho y 98 centímetros de profundidad, que hoy se inaugura en la Place de México, en el barrio 16 de París.

De día, la luz refleja la arquitectura napoleónica a su alrededor en los perfiles pulidos a espejo de la obra. De noche, una luz verde la ilumina, al parecer, emanada de las ''raíces" de la pieza, un metro hacia arriba desde la base del monumento.

La escultura encierra más de lo que está a la vista. Su instalación, iniciada el pasado 23 de enero, incluyó el depósito al pie de la pieza de muestras de tierras simbólicas, dispuestas en tres cazuelas: las piedras de Cusihuiriachic, mineral del norte de Chihuahua; el jade del centro, símbolo de ''la sabiduría y el equilibrio", y la blanca arena de los mares del sur, que fueron cubiertas por unas toneladas de tierra gala. El depósito se hizo con dirección a la rue Descamps, que hacia donde está México.

Certamen ganado

De acuerdo con Lozano, su obra simboliza la amistad ''sin pretensiones" entre ambas naciones. Las alas plegadas se muestran dispuestas a abrirse en aras de ''la constante gestación y la promesa de un florecimiento conjunto de Francia y México". Aun con ''los rechinidos que pueden existir", se trata de dos países con una fuerte amistad.

En el trabajo de Lozano, sobre todo el escultórico, existe mucho el tema ''alado". Anota, sin embargo, que Tierra de México... no es una escultura narrativa, sino simbólica y del pensamiento contemporáneo. Todo el trabajo se hizo con gran respeto. Para la jardinería, Lozano escogió una hiedra rastrera, llamada ''de la fidelidad", cuyas hojas de un verde lustroso se enriquecen con el magenta de los tulipanes que la circundan en primavera.

Antes la Place de México, que es pequeña, en la que convergen siete arterias, había albergado un busto de Miguel Hidalgo. Su estructura de hierro, sin embargo, se degradó y por la corrosión empezó a chorrearse por las calles y los vecinos, que son de armas tomar, lo quitaron.

En 1999 Lozano ganó el concurso ante el Comité Permanente de Estatuas de París para ornar dicha plaza. Si la escultura tardó en instalarse, Lozano lo atribuye a los cambios de dirigentes políticos en París, donde radica desde 1971: ''Este proyecto fue un acuerdo entre los presidentes Chirac y Zedillo -México aporta la escultura y Francia la instalación-, pero correspondía al alcalde de París darle seguimiento, que entonces era Jean Tiberi. Hubo nuevas elecciones y surgieron problemas entre Tiberi y Chirac. Entonces, asumió la alcaldía el izquierdista Bertrand Delanoé.

''Los proyectos pendientes siempre tienen conflicto; Delanoé tenía planes de otro tipo, más para arreglar las calles, mucha jardinería, el transporte. No tenía el menor interés en los proyectos individuales. De 17, grandes, ambiciosos, que conocí de diferentes escultores franceses, no salió ni uno a flote. El único que salió fue el mío porque de todas maneras se trataba de un acuerdo, además, mi escultura había pasado por un concurso, y tenía la carta oficial de la alcaldía de París que era mi obra la que iba a ornar la Place de México".

Gestión de Carlos Montemayor

El acero inoxidable es un material que gusta a Lozano por ser el más resistente y no se deteriora. Sin embargo, los vecinos del barrio 16 se oponían porque los franceses tienen una tradición fijada en la piedra, el mármol y el bronce.

La artista presentó su proyecto delante de 300 vecinos en una reunión en la que hubo tanto oposición como entusiasmo por la obra.

Recuerda que cuando se emitió la convocatoria del concurso ''teníamos que llevar nuestro proyecto con un patrocinador. Pero nunca me imaginé que iba a ganar. Inclusive, cuando gané nadie me preguntó quién era mi patrocinador".

En un festejo por la publicación de una obra de Carlos Montemayor, por la editorial francesa Gallimard, Lozano comentó al escritor y paisano que no tenía quién le pagara la escultura: ''Me dijo: 'el nombre Chihuahua tiene que estar'. Le llamó al gobernador Patricio Martínez y luego luego accedió a patrocinar el material y la realización de la escultura".

 
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