Usted está aquí: miércoles 21 de junio de 2006 Ciencias Abogan expertos por un modelo de investigación más democrático

Reunidos en Minería proponen que sea interdisciplinario y favorezca el bienestar social

Abogan expertos por un modelo de investigación más democrático

Por un lado, está el lineal que asegura que "a más ciencia, se produce más tecnología, más riqueza y más bien para la sociedad" y por otro el llamado de codesarrollo, explica Andoni Ibarra

MARIANA NORANDI

En la segunda jornada del primer congreso Iberoamericano de Ciencia, Tecnología, Sociedad e Innovación, que se lleva a cabo en el Palacio de Minería de la ciudad de México, se realizó un simposio sobre políticas públicas y pertinencia social de la investigación, en el cual se abogó por la necesidad de crear un modelo de investigación científica más democrático e interdisciplinario que favorezca el bienestar social.

Andoni Ibarra, investigador de la Universidad del País Vasco, dijo que el desarrollo científico y tecnológico se presenta hoy por medio de dos voces: una que lo ve como un instrumento que puede contribuir a profundizar la división entre los países avanzados y las naciones en desarrollo, entre norte y sur, y otro que cree que la ciencia y la tecnología es un instrumento para contribuir al desarrollo social de los pueblos.

En esta situación ambivalente, cabe preguntarse cómo hacer una investigación con pertinencia social. Ante ello, dice que existen dos modelos. Por un lado, está el lineal, que asegura que "a más ciencia, se produce más tecnología, más riqueza y más bien social".

Discursos institucionales

En él, la pertinencia social de la investigación viene referida en los discursos institucionales, en la realización de los potenciales socioeconómicos de una sociedad pero, en realidad, está relacionada con indicadores e intereses económicos, políticos y administrativos que, con frecuencia, se contraponen a demandas sociales y éticas de los pueblos: la ciencia y la técnica al servicio de la sociedad como constante de la modernidad. La condición es que para que la ciencia y la técnica sean socialmente pertinentes y contribuyan al desarrollo humano, deben tener autonomía respecto del resto de las actividades humanas.

Otro modelo se llama de "codesarrollo" del sistema de ciencia, tecnología y sociedad.

Según Ibarra, la motivación de este segundo modelo, parte del diagnóstico de que las sociedades del conocimiento requieren de una nueva comprensión que permita una mayor interacción de la ciencia, tecnología y sociedad. En él las posibilidades de producción de conocimiento tienen un alcance más plural, tanto en la generación como en los objetivos propuestos para ello. A su vez, la legitimación de los procesos científico-tecnológicos y los resultados provienen de la interacción constructiva del codesarrollo de los diversos actores, que no tienen que ser únicamente científicos.

El doctor Ambrosio Velasco, investigador de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM presentó una reflexión en torno a como la racionalidad científica está divorciada de la participación democrática en una ponencia titulada Sociedades del conocimiento, desarrollo de la ciencia y democracia participativa.

Organización republicana de la sociedad

Para Velasco, una ciencia bien ordenada, debe venir de una "organización republicana de la sociedad" para el desarrollo científico y tecnológico que parta de cinco principios básicos. Uno es el reconocimiento de la equidad epistémica que acepte que existen diferentes tipos de conocimiento con legítimas pretensiones de validez como tal.

Dos, la aceptación de carácter público y deliberativo de todo reconocimiento de la variedad epistémica de los diferentes saberes, incluyendo el conocimiento científico y tecnocientífico.

Tres, el reconocimiento de la pluralidad absoluta dentro de la cual los valores espistémicos son sólo de un tipo, al lado de otros, como los políticos o los éticos. La ponderación de los distintos valores varía según el contexto de discusión, pero en ningún caso puede imponerse a priori una rígida escala de valores sobre lo ético o lo político, como ha sido el caso de la epistemocracia o autoritarismo epistémico característico de la modernidad.

Cuarto, formación de espacios de discusión y decisión que sean incluyentes de la diversidad social y cultural de la nación. Y quinto, que la organización democrática de la sociedad en su conjunto debe privilegiar los espacios e instituciones locales sobre los centralizados, sean de carácter federal o internacional.

Fernando Broncano, de la Universidad Carlos III de Madrid, planteó que bajo la única condición que la ciencia democrática puede admitir la desigualdad, es cuando el experto asume su propia responsabilidad del conocimiento que produce.

 
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