Usted está aquí: viernes 16 de junio de 2006 Política Calderón se aferra al lema foxista del cambio y ofrece combatir el nepotismo

Lanza mensaje en radio y tv, en el que promete conseguir empleos bien pagados

Calderón se aferra al lema foxista del cambio y ofrece combatir el nepotismo

CLAUDIA HERRERA BELTRAN ENVIADA

Cadereyta, Qro., 15 de junio. Desde territorio panista, Felipe Calderón apeló a los símbolos religiosos para defenderse del escándalo del cuñado incómodo, además de que se aferró al lema foxista del cambio.

"De frente a esa iglesia (la de Cadareyta)" prometió que jamás otorgará un contrato indebido a ningún familiar, y se proclamó el candidato del "cambio y de la continuidad".

Después de haber criticado a Andrés Manuel López Obrador por el mensaje que dio en cadena nacional el pasado 30 de mayo, el candidato del blanquiazul dio el suyo de manera sorpresiva.

La información de que Calderón daría un mensaje generó muchas expectativas, pero terminó siendo una especie de promocional de un minuto, en el que criticó al PRD y prometió dar empleos bien pagados y atraer inversión.

"El PRD propone endeudar a México, como ya hizo en el Distrito Federal y como lo hicieron gobiernos que nos llevaron a las peores crisis económicas. Hoy tú vas a decidir entre el empleo y la estabilidad, que yo te garantizo, o la deuda y la crisis que propone el PRD", expresó en televisión y radio.

En una semana en la que dos encuestas lo han colocado abajo de López Obrador, siguió con gesto de preocupación, pero dijo que sabe superar adversidades y recordó -como cuando estaba en desventaja en la contienda interna panista- que es un candidato "cuatro por cuatro, todo terreno".

Durante sus cierres de campaña en Querétaro y San Luis Potosí, dos estados gobernados por el PAN, hizo reiteradas adhesiones al foxismo. A lo largo de su discurso en Cadereyta mencionó 11 veces la palabra cambio, esa con la que Fox sacó al PRI de Los Pinos.

El panismo queretano tuvo que recurrir al acarreo de habitantes de zonas pobres de la capital y de la Sierra Gorda para llenar la plaza. Cuando había concluido el mitin, varias señoras con sus hijos se acercaron al camión donde se transportaba la prensa para pedir bolsas y pulseritas de la campaña. "A eso venimos y no nos dieron nada", decía una mujer. A su llegada a San Luis Potosí, Calderón se encontró con un ambiente más panista y más cálido. En el centro de la capital lo mismo se mezclaban los blanquiazules de abolengo que los de colonias populares.

En el primer punto, en Cadereyta, el abanderado panista abrió su discurso con referencias religiosas: "He puesto mi corazón en manos de Dios y mi mirada bien clara en un solo objetivo, la mirada puesta en el México que he soñado siempre".

A 19 días de la elección, hizo un recuento de cómo ha superado las adversidades. "No sólo emparejé la carrera con el candidato del PRI; ya lo dejamos atrás. La gente decía que quería ver qué pasaba con el que se llamaba a sí mismo como el indestructible. A ése también lo alcanzamos y también lo estamos dejando atrás", expresó.

Como reflejo de la preocupación panista por la caída en las encuestas, antes el matador Jorge de Jesús Gleason Berumen, El Glison, ahora inseparable acompañante de Calderón, escribió un "poema" y lo recitó en la plaza de San Luis Potosí. "Vengo desde abajo y cuesta arriba", decía la estrofa principal.

Aunque el candidato y su partido han querido voltear la página del cuñado incómodo, el abanderado panista volvió a recordar el momento en que López Obrador reveló los supuestos contratos que otorgó a su cuñado Diego Zavala.

Con una metáfora deportiva, relató que concluida la pelea, como son todos los que no saben perder, "por la espalda, a traición, a la mala, me dan un navajazo, un golpe bajo, una calumnia, como queriendo obtener con la mentira lo que no pudieron sostener de frente en ese debate.

Distante de su correligionario Diego Fernández de Cevallos, el panista esta vez recordó las palabras con las que el senador se defendió hace 12 años, cuando se le acusó de tener una propiedad en Punta Diamante.

Así, señaló que las acusaciones en su contra son como "estas bolas de lodo: nomás hay que esperar a que se sequen para que se caigan, y esta calumnia se está cayendo".

El cambio, corregido y aumentado

Con un tono nostálgico evocó la historia de los triunfos panistas, cuando en 1997 Ignacio Loyola arrebató al PRI el gobierno de Querétaro, de cómo repitió el PAN con Francisco Garrido y, sobre todo, el triunfo de Fox en 2000.

Advirtió que mientras él estaba al lado de Manuel J. Clouthier peleando con todo por establecer la democracia en México, sus adversarios -tanto Roberto Madrazo como López Obrador- "ahí estaban de barberos de Salinas de Gortari haciéndole su campaña.

"Soy el cambio, porque he luchado por un México distinto. Soy el cambio, porque estoy inconforme con la miseria y la pobreza, y seguiré luchando por ese cambio siempre. Y soy también la continuidad de las cosas que se han hecho bien y tienen que seguir haciéndose bien", manifestó.

En su defensa del foxismo, dijo que por más que critiquen al Presidente ya lo quisieran los contrarios, porque es el primero en ese cargo que no endeuda ni lleva a México a la crisis, y prometió que mantendrá sus programas, sólo que "corregidos y aumentados".

En la estrategia de mercadotecnia panista Calderón otra vez se puso la camiseta de la selección mexicana de futbol, metió un gol a la portería "del abstencionismo", hecha con un cartel de plástico.

En San Luis Potosí tuvo una concentración más concurrida. Casi llenó la plaza central y anunció la adhesión a su campaña del presidente de la Fundación Colosio en la entidad, el priísta Juan Manuel Carreras López.

 
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