Usted está aquí: miércoles 14 de junio de 2006 Cultura Exploran la faceta espiritista, casi desconocida, de Madero

Presentarán documental en el Castillo de Chapultepec

Exploran la faceta espiritista, casi desconocida, de Madero

FABIOLA PALAPA QUIJAS

Ampliar la imagen Madero Foto: Cortesía de la producción

El documental 1910: La Revolución Espírita, que será presentado este jueves en el Alcázar del Castillo de Chapultepec, muestra momentos poco conocidos de Francisco Ignacio Madero (1873-1913), quien mediante sesiones espiritistas dejó cientos de ''comunicaciones con el más allá", que en la actualidad pueden consultarse en el Manual espírita, publicado en 1911.

Realizado en formato para cine, el documental independiente fue producido por Manuel Guerra (productor y coguionista), Alejandro Fernández (director) y Alejandro Rosas (historiador y guionista), quienes se interesaron por la historia personal del apóstol de la Revolución Mexicana y su creencia en el espiritismo.

¿Qué razones impulsaron a Madero para enarbolar la defensa de los derechos políticos de los mexicanos? ¿Qué motivaciones lo llevaron a creer en la democracia, en la efectividad del sufragio, en la ciudadanía libre y comprometida con su destino?, son algunas de las preguntas que se plantearon los realizadores del documental.

1910: La Revolución Espírita es una investigación histórica que muestra documentos inéditos de Madero, entrevistas con reconocidos historiadores, investigadores y cronistas de México y Francia, música original y una amplia discusión y reflexión en torno del espiritismo del prócer.

Francisco I. Madero presentó varias ponencias en congresos espiritistas a escala nacional; escribió una serie de comentarios acerca del Bahagavad Gita, libro de la literatura hindú que años después inspiró a Gandhi para transformar la realidad de su pueblo.

Ese fue el otro Madero, el que ató su destino terrenal con los dictados de la Providencia.

Restaurador del liberalismo

El documental -que implicó cuatro años de trabajo- fue filmado en locaciones de París, Parras y San Pedro de las Colonias, en el Castillo de Chapultepec y el Palacio Nacional, así como en sitios que ni siquiera los biógrafos más importantes de Madero conocieron, como el Liceo Hoche, en Versalles, o el rancho Australia en Coahuila.

La investigación de Alejandro Rosas no sólo despierta el interés y la polémica por temas como la muerte, el más allá y la vida espiritual, sino que acerca al espectador a una faceta casi desconocida de Francisco I. Madero, quien desde la trinchera de la doctrina espírita se preparó para iniciar la cruzada democrática de 1909 que dio origen a la Revolución Mexicana.

Madero era un hombre cuyo futuro, en términos económicos, estaba resuelto. Sin embargo, no se mantuvo ajeno a la problemática política y a las contradicciones sociales que auguraban la caída del régimen porfirista, por lo que dejó su cómoda situación para enarbolar la lucha contra la dictadura.

El demócrata asumió su responsabilidad social y adquirió conciencia cívica. Asimismo, el espiritismo marcó el rumbo de todos los actos de su vida pública y privada y lo encaminó a restaurar el liberalismo en el país.

El documental 1910: La Revolución Espírita se presentará mañana, a las 19 horas, en el Alcázar del Castillo de Chapultepec (Bosque de Chapultepec, primera sección).

 
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