Usted está aquí: martes 13 de junio de 2006 Capital Torneo de descalificaciones

Confrontación entre Sodi y Ebrard opaca propuestas propias y de Paredes, Cinta y Jiménez Pons

Torneo de descalificaciones

El panista y la priísta reconocen la eficacia de la actual política social

Ofrecen continuar programas del gobierno local

RAUL LLANOS, ROCIO GONZALEZ Y GABRIELA ROMERO

Ampliar la imagen En el orden acostumbrado, los candidatos al GDF Marcelo Ebrard Casaubon, Gustavo Jiménez Pons, Beatriz Paredes Rangel, Demetrio Sodi de la TIjera y Alberto Cinta Martínez

El debate entre los candidatos al gobierno de la ciudad se convirtió en un torneo de descalificaciones entre Marcelo Ebrard y Demetrio Sodi, cuya confrontación opacó tanto sus propuestas como las que presentaron la priísta Beatriz Paredes; Alberto Cinta, del Panal, y Gustavo Jiménez Pons, de Alternativa Socialdemócrata, quienes llegaron, por momentos, a hacer planteamientos sin sustento.

A lo largo de 120 minutos, Sodi, Paredes, Cinta y Jiménez enfocaron sus baterías hacia el gobierno de la ciudad y sus programas públicos, que calificaron de ineficaces, sin embargo, terminaron por reconocer las políticas sociales puestas en marcha durante los últimos años en esta ciudad. Incluso, los abanderados del PAN y de la coalición PRI-PVEM aceptaron que de ganar el 2 de julio, continuarían con esas mismas acciones.

Los seis temas que abordaron los candidatos los hicieron, por momentos, coincidir, fundamentalmente en apoyo a la población marginada, incremento del número de policías, juicios orales, reactivación económica y fomento al transporte público, aunque en otros casos los llevaron a disentir y polemizar, como en el tema del agua, narcomenudeo o los mecanismos de participación ciudadana.

No obstante, entre Ebrard y Sodi imperaron los calificativos. Las acusaciones de "mentiroso", "indigno", "demagogo", "deshonesto", iban de un lado a otro, ignorando por completo el llamado inicial de Paredes Rangel: "la política no tiene que ser un torneo de antagonismos, descalificaciones u ofensas (...) se pueden reconocer las limitaciones sin necesidad de golpes bajos o la eliminación del otro".

Desde la misma presentación, los aspirantes al Gobierno del DF blandieron armas y marcaron prioridades. Después el primer tema de la agenda, seguridad y justicia, iniciaría las confrontaciones.

Los abanderados de PAN, PRI-PVEM, Panal y Alternativa coincidieron en que la inseguridad priva en esta ciudad y propusieron más presupuesto para este rubro, contratar más policías y armamento y regenerar el tejido social. Sodi lanzó su primer dardo, sacó sus cartulinas y mostró el incremento de la delincuencia, a lo que Ebrard le pidió no hacer demagogia con las cifras y reconocer que mucho de lo que quedó pendiente se debe a que el GDF carece de facultades en materias como el narcotráfico, y le reviró, también con sus gráficas, que la inseguridad ha crecido más a nivel federal que local.

La réplica fue motivo para los contrastes. El panista alegó que su contrincante del PRD había fracasado al frente de la Secretaría de Seguridad Pública. La respuesta que tuvo fue breve: "de los que estamos aquí y estuvo afuera dando la batalla, soy yo". Y Cinta no dejó pasar la oportunidad para endilgarles: "tenemos aquí políticos que vienen a decir que van a hacer esto y lo otro y por qué no lo hicieron cuando pudieron", mensaje que avaló la priísta.

Respecto al desarrollo económico, la constante fue en cuanto a terminar con la tramitología e incentivar a las pequeñas empresas. El panista ofreció crear 300 mil empleos en su primer año de gobierno, pero Ebrard le recordó: "¿dónde está el millón de empleos que prometieron y no cumplieron?" A eso, ya no hubo respuesta.

Al entrar al tema de medio ambiente, Sodi acusó al gobierno capitalino de traicionar a los ciudadanos, al no dotarlos de agua de buena calidad, y colocó sobre su atril una botella con un líquido de tono amarillo para mostrar lo que tomaban, y el perredista le recordó su actitud de lucrar con el líquido en Iztapalapa.

Paredes Rangel, en su oportunidad, criticó la falta de voluntad de las autoridades para atender esa problemática. Cinta se manifestó por concluir el acuaférico y renovar el drenaje profundo, mientras Jiménez pidió detener la mancha urbana y aprender a reciclar no sólo la basura "sino también a los políticos".

En el tema del transporte se repitió la escena: Sodi acusando a Ebrard de ser parte de la corrupción en el transporte y el surgimiento de funcionarios ricos. El candidato del PRD le dijo que no tenía autoridad moral para hablar de honestidad. Aquel replicó que ya había presentado su declaración patrimonial y su contrincante perredista cómo iba a explicar sus "casitas y ranchitos".

Marcelo Ebrard le espetó que la mentira era su línea de actuar y que no tenía tales propiedades. "No tengo ranchito ni nada que ocultar, y si tengo menos recursos es porque en este lapso me divorcié. Soy honesto y te lo demuestro donde quieras".

En el sexto y último bloque correspondiente a política y gobierno, Ebrard reiteró que el Distrito Federal debe contar con su constitución.

Al final, quedó de manifiesto que están en disputa dos proyectos de gobierno totalmente opuestos: el del PAN y el del PRD.

 
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