Usted está aquí: domingo 11 de junio de 2006 Cultura Lesiba Bambo narra con imágenes la belleza de la vida cotidiana de Africa

Llega por primera vez a México su obra con la exposición Miradas y sombras

Lesiba Bambo narra con imágenes la belleza de la vida cotidiana de Africa

ANGEL VARGAS

Ampliar la imagen Lucas Lesiba Bambo Foto: Cortesía del artista

Ampliar la imagen Aspecto de la obra del grabador sudafricano Foto: Cortesía del artista

El destino de Lucas Lesiba Bambo quedó definido cuando tenía ocho años. Fue a esa edad cuando decidió convertirse en un contador de historias. Y desde entonces su aldea natal, un pintoresco conjunto de chozas ubicado en Senotlelo, Sudáfrica, cuenta con un singular tipo de cronista que se vale, para su trabajo, no de la palabra, sino de los trazos y los colores.

Hoy, a los 42 años, el pintor y grabador ha logrado integrar con su obra un importante y numeroso acervo en el que se registran diversos momentos de la vida cotidiana y los lentos cambios que ha experimentado esa pequeña villa en su transición de la dinámica rural a la urbana.

De igual manera ha sido relevante en el quehacer del artista el registro de aspectos más intangibles, relacionados con las emociones, los sentimientos, las ideas, los sueños, las tristezas, las preocupaciones y las esperanzas de sus coterráneos.

Ahora, por vez primera en México y por segunda en el continente americano (expuso ya en Estados Unidos), es posible apreciar parte de la atractiva obra gráfica de Lucas Bambo gracias a la muestra Miradas y sombras, que se mantendrá abierta hasta el 30 de junio en el Palacio de la Autonomía, ubicado en Licenciado Verdad 2, esquina Guatemala, Centro Histórico.

Las imágenes del creador se distinguen por estar muy cargadas de líneas de todo tipo que, con el contraste entre el negro de la pintura y el blanco del papel, dan una sensación de movimiento intenso.

Grabados que aluden a la forma como las mujeres de la aldea desgranan y muelen el maíz, cómo los niños ordeñan las vacas, la fastuosidad de las fiestas, músicos, gente bailando, flora y fauna de la región.

También pueden encontrarse otros en los que se hace referencia a sentimientos como el amor, al respeto de los derechos humanos, la paz, la nostalgia, los ritos y rituales, así como prácticas religiosas.

Aunque Lucas Bambo sufrió en piel propia los estragos y el dolor del apartheid, por ser de raza negra, su trabajo está exento totalmente de contenido o referencias políticas o carga ideológica.

"Soy un hombre que le gusta hablar de la belleza. La grandiosidad de la naturaleza, las flores, los animales, la vida en comunidad. Para qué reproducir en el papel el horror, las injusticias, los golpes", explica el creador, quien actualmente imparte un taller a alumnos de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía del INAH.

"¿Qué puedo ganar denunciado esas situaciones tan dolorosas y aún tan cercanas? Lo que necesitamos ahora, creo, es gozar la grandeza de la vida, y seguir contando las pequeñas historias de la vida cotidiana de nuestro país, mirando hacia el futuro."

 
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