Usted está aquí: viernes 9 de junio de 2006 Cultura Los acervos bibliográficos deben ser digitalizados, insiste Guillermo Tovar

Un proyecto de esa magnitud costaría mucho menos que la megabiblioteca, asegura

Los acervos bibliográficos deben ser digitalizados, insiste Guillermo Tovar

''Será una pena perder la oportunidad de inyectar recursos a la Biblioteca Nacional''

La sociedad de amigos de esa institución ya existe, pero no funciona, informa el bibliógrafo

MONICA MATEOS-VEGA

Ampliar la imagen Guillermo Tovar de Teresa durante la entrevista con La Jornada Foto: Marco Peláez

''Será una pena perder la oportunidad de inyectarle recursos a la Biblioteca Nacional de México", señala en entrevista con La Jornada el historiador Guillermo Tovar de Teresa, al detallar los motivos por los que la sociedad de amigos de esa institución no ha comenzado a funcionar.

Desde hace meses, el reconocido bibliógrafo impulsa la creación de una asociación capaz de proveer los fondos necesarios para superar ''las antiguas carencias" de esa biblioteca, entre ellas la digitalización del acervo, la optimización de los procesos de catalogación, la capacitación permanente del personal y el apoyo a los proyectos de investigación (según señala el investigador emérito José Pascual Buxó en un documento enviado en marzo al director del Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, Vicente Quirarte).

A pesar de que Tovar gestionó la aportación de 10 millones de pesos de Ingenieros Civiles Asociados (ICA), el dinero no pudo llegar a la Biblioteca Nacional porque Quirarte pidió esperar ''los tiempos de la universidad" (La Jornada, 19/05/2006).

Si bien ya está definida el acta constitutiva de la Sociedad de Amigos de la Biblioteca Nacional, ésta ''puede dormir la noche de los justos, pues con estatutos no se gana nada, no sustituyen la acción", deplora Tovar.

Agrega que ''las bibliotecas no se improvisan, y lo grave de este asunto es que se ha gastado una inmensa fortuna en la construcción del edificio de la Biblioteca Vasconcelos, el cual no se va a terminar probablemente y menos aún ponerse en servicio a plenitud, ni se va siquiera a llevar a cabo el complejo sistema de red tecnológica que requiere un cerebro electrónico como el que han anunciado, pues esto se debió haber planteado desde el comienzo del sexenio".

Chiapas tiene su biblioteca virtual

Guillermo Tovar reitera que si se hubieran escuchado las propuestas que realizó en 2001, en colaboración con Oscar Mondragón, en el sentido de iniciar la digitalización de los principales acervos del país, se habría tomado la delantera a proyectos como Google o el Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfico Español, el cual tiene como objetivo el inventario y la descripción de los libros más importantes depositado en bibliotecas españolas, públicas o privadas.

Este catálogo se anuncia en su página web (www.mcu.es/ccpb) ''en fase de desarrollo y en proceso continuo de ampliación y depuración, no obstante, para su más reciente actualización (el 9 de marzo de 2006) contaba con 701 mil 862 registros ''que describen en su mayor parte distintas ediciones de obras impresas entre los siglos XV y XX, así como información sobre un millón 826 mil 721 ejemplares concretos de dichas ediciones depositados en cerca de 698 bibliotecas".

La propuesta de digitalización de acervos, aclara Tovar, ''no la inventé ni me la saqué de la manga. Es consecuencia de todo un proceso que se inició cuando la cancillería me envió como parte de la misión mexicana en archivos extranjeros a compilar materiales nacionales dispersos en bibliotecas de Europa. Entonces envié a México más de 10 mil fotocopias de todo lo que encontré.

''Dicen que los libros hay que tenerlos en las manos, pero también pueden existir bibliotecas virtuales, ahí esta el caso de Chiapas, que siendo un estado tan pobre y con un alto índice de analfabetismo cuenta ya con su Biblioteca Pública Virtual, a la cual tienen acceso los pueblos más remotos, y aunque está en inglés la consultan. Y costó una bicoca comparada con la Biblioteca Vasconcelos."

Tovar señaló que no se requiere una gran inversión para concretar un proyecto nacional de digitalización de acervos. Al respecto, detalló: ''Cuando se pidió a César Moheno, en el tiempo en que era director de la Biblioteca Nacional de Antropología, digitalizar los materiales del Instituto Nacional de Antropología e Historia, hizo un presupuesto total y éste no pasaba de 10 millones de pesos. Y estamos hablando de medio millón de libros y de la biblioteca que fundó Lucas Alamán. Otro tanto hubiera requerido la Biblioteca Nacional de México.

''La digitalización de los acervos de la red de bibliotecas del país no hubieran necesitado una cantidad mayor a la vigésima parte de lo que costó el edificio de la Biblioteca Vasconcelos y ahorita estaríamos a la vanguardia en América Latina. A cambio tenemos una megabodega."

El historiador recuerda que la Biblioteca Nacional de México -que en la actualidad resguarda la UNAM- se constituyó con un acervo ''apabullante", el cual se fue aumentando hasta su inauguración en 1884 (contaba entonces con aproximadamente 91 mil volúmenes, incluidos manuscritos, libros impresos en Europa en el siglo XV e impresos novohispanos).

Luego vinieron, agrega, ''donaciones fabulosas" durante todo el fin del siglo XIX. A comienzos del XX, ''los gobernantes estaban preocupados por aumentar el acervo de la biblioteca. En ese entonces se tenía la idea de la acumulación, de crear bodegas.

''Pero, gracias a la tecnología, hemos llegado a una época en que la bodega debe transformarse en ventana, en servicio, con sentido práctico. Para una persona que vive en Tláhuac ir a Buenavista es un horror de travesía; lo mismo ir de Cuajimalpa a Ciudad Universitaria.

''Por eso la urgencia de la creación de bibliotecas virtuales, para volver social y democrático el acceso al patrimonio. Ese es el problema que no están entendiendo las autoridades correspondientes."

En duda, el apoyo financiero de ICA

-¿Qué acervos urge rescatar en México?

-Por ejemplo, el archivo del Poder Judicial. En el Distrito Federal habría que unir todos los acervos en un solo bloque, sin necesidad de mudarlos y ni siquiera de tocarlos. Desde hace mucho estoy proponiendo la creación de un centro de estudios de historia de la ciudad de México, que serviría de ejemplo para el resto del país. Esta idea la he planteado desde que ostentaba el cargo de cronista de la ciudad de México, cedí la nominación en beneficio del Consejo de la Crónica, pues a la crónica se contribuye con un quehacer colectivo, no puede haber un solo cronista, a mí lo que me importa es publicar libros.

-¿Qué pasará con la asociación de amigos de la Biblioteca Nacional?

-Con el retraso de Quirarte está en duda ese apoyo de ICA, pero buscaremos recursos por otro lado. Es urgente que se lleve a cabo la sociedad de amigos o un patronato, aunque me quite Quirarte o el rector, no me importa, no busco nombramientos. El chiste es que se eche a andar.

 
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