Usted está aquí: miércoles 7 de junio de 2006 Deportes LaVolpe tiene al Tricolor casi clandestino en el Mundial

Ayer ni siquiera permitió a los jugadores hablar con la prensa

LaVolpe tiene al Tricolor casi clandestino en el Mundial

El estricto régimen impuesto por el técnico nacional provocó la desilusión de aficionados en la ciudad de Goettingen

Pável Pardo y Rafael Márquez practicaron disparos a balón parado

AGENCIAS

Ampliar la imagen El delantero Omar Bravo "se relaja" antes de iniciar la práctica del Tri con miras a su primer partido en la Copa del Mundo de Alemania Foto: Ap

Goettingen, Alemania, 6 de junio. La selección mexicana está en Alemania, pero podría estar en cualquier otro lugar del mundo. El estricto régimen impuesto por el técnico argentino Ricardo La Volpe tiene a los jugadores completamente aislados del exterior, ya sea de aficionados, prensa o cualquier otro ser que ose acercarse a su territorio.

La pequeña y tranquila ciudad de Goettingen se frotaba las manos desde hace casi un año. México la había escogido como su lugar de alojamiento para el Mundial 2006. Su nombre iba a llegar a todas las partes del planeta asociado al de uno de los mayores acontecimientos deportivos de la historia.

El equipo aterrizó el viernes y Goettingen preparó una recepción por todo lo alto, con mariachis, tacos y banderas tricolores por doquier.

Lo mismo fue el sábado en el amistoso ante un combinado local, al que asistieron 15 mil personas, y el domingo, cuando 2 mil aficionados vieron el entrenamiento del Tri, abierto, en acatamiento con las normas de la FIFA.

Sin embargo ahí se acabó todo. La Volpe entró en fiebre mundialista y se encerró en sí mismo, arrastrando con él a todo el conjunto mexicano.

Los jugadores viven encerrados en el Freizeit In, el espectacular hotel donde ya se alojaron el año pasado en la Copa Confederaciones. Ellos no pueden salir y nadie entrar a un establecimiento vigilado hasta por siete guardias de seguridad.

Todos los días se acercan en busca de un autógrafo algunos aficionados, muchos niños entre ellos, pero se marchan desesperados tras pacientes horas de infructuosa espera.

La mayoría son alemanes sin ninguna relación con México. Se visten de tricolor, con sombreros y banderas, simplemente por la ilusión de que El Tri, y no Ghana o Australia, haya elegido su ciudad.

Los integrantes de la selección nacional sólo salen del hotel para las prácticas que realizan en el Jahnstadion, ubicado a cinco minutos del lugar donde se hospedan.

Allí el contacto con los aficionados también es nulo. El autobús deposita y recoge a los jugadores dentro del recinto vallado del estadio, al que no tienen acceso los seguidores.

La Volpe se muestra intransigente y se niega siquiera a hablar. La cafetería del Jahnstadion adaptó su comedor para conformar una magnífica sala de prensa que está por estrenar, porque el argentino no ha abierto la boca desde que puso el pie en Alemania.

Sale de las sesiones con paso calmado por delante de toda la prensa sin mirar siquiera, o simplemente hace desalojar a los periodistas antes de abandonar el recinto, como ocurrió hoy.

Los seleccionados, mientras tanto, se limitan a acatar y mirar con resignación cuando se les pregunta por el asunto.

Hoy ni siquiera se les permitió tampoco hablar con la prensa, que sólo accedió a los últimos 15 minutos del entrenamiento.

El timonel tiene así una selección casi clandestina en el Mundial. El canal oficial de la FIFA en Internet no registra ninguna actividad prevista del equipo, un fantasma para la organización.

Lo que se pudo ver en la práctica de hoy es que el estratega nuevamente modificó su posible once inicial al mostrado la víspera. Oswaldo Sánchez apareció en la portería, mientras en la zaga estuvieron Rafael Márquez, Carlos Salcido, Ricardo Osorio y Gonzalo Pineda, este último en sustitución de Mario Méndez.

Pável Pardo, Gerardo Torrado y Ramón Morales repitieron en la media cancha, mientras Jared Borgetti lo hizo en la delantera, junto a Guillermo Franco y Omar Bravo, en lugar de Sinha y Jesús Arellano.

Pardo y Márquez estuvieron practicando disparos a balón parado y en algunos momentos Morales también participó, mientras el tercer portero, Guillermo Ochoa, fue el encargado de cubrir el marco.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.