Usted está aquí: martes 6 de junio de 2006 Opinión Astillero

Astillero

Julio Hernández López

Ilusionismo

Debates sobrevaluados

La clave: lo poselectoral

Videos de oportunidad

Hoy se dará el segundo capítulo de la telenovela denominada El país de las ilusiones.

Firmemente convencidos de que deben emocionarse ante sucesos como el tal debate, a los que algunas tendencias mediáticas asignan un papel trascendente e incluso definitorio, los espectadores no atinan a enterarse de que -por desgracia- el curso y desenlace de esas ficciones políticas no dependen de las pantallas ni de los discursos o las polémicas, sino que, a estas alturas, la historieta electoral está plenamente adulterada y la realidad está siendo determinada más por el uso de los erarios -federal y estatales-, el papel de los ingenieros y operadores electorales -la mapachería de todos colores-, el uso desbordado de dinero proveniente de donde sea en contratación de tiempo televisivo y, sobre todo, el plano concreto del litigio poselectoral a causa de las múltiples irregularidades cometidas a lo largo de un proceso en riesgo claro de ser anulado, ya sea en las calles o en los tribunales.

Pero el gusto ciudadano por la especulación -inducido, en parte- hace que el palenque político se llene de apuestas (piensa, oh política querida, que el cielo partidista un apostador en cada hijo te dio). A la expectación natural del segundo debate se agrega el hecho de que va a llegar el que de este tipo de contiendas había andado ausente. La silla vacía del primer encuentro se convertirá ahora en asiento ocupado por quien si acaso no fuera en primer lugar en las encuestas mágicas, sí lo está en cuanto a jalón y polémica: suponiendo que Felipón Calderín fuera verdaderamente el líder en cuanto a intención de voto, ilógicamente llegará al nuevo debate como retador deseoso de imponerse a (Andrés) Manuel El Travieso.

El nivel de presunta emoción del 666 se ha incrementado con el anuncio de que se hoy se transmitirán imágenes provenientes de los estudios cinematográficos Ahumada-Robles. Según los avances dados a conocer ayer, el material fílmico demostraría que los demonios de la corrupción están bien asentados en el purgatorio lopezobradorista. De lo filtrado, poco parecía suficiente para golpear personalmente y de manera contundente al candidato presidencial: Horacio Duarte es un personaje importante en el entramado perredista y en tal condición ha participado en momentos notables de la saga lopezobradorista, pero no forma parte de los círculos verdaderamente cercanos a AMLO (por lo demás, falta por ver la acusación exacta que de los videos se desprenda, aunque ya de por sí es muy sugerente, en términos de corruptelas, que el entonces presidente municipal de Texcoco fuera al despacho de Ahumada a arreglar asuntos siempre relacionados con el dinero subterráneo, como ferias, en el caso, de caballos). Del subprocurador Renato Sales tampoco será posible entonar cantos de moralidad si, como se mencionaba ayer, aparece en filmaciones departiendo sabrosamente con el empresario al que luego perseguiría.

Sin embargo, y si ésos son los únicos misiles disponibles en la armería ahumada, podrán dar tema para que el candidato panista confeccione alegatos de ocasión, pero no pasarán de allí. La actual estabilidad, propia del desastre, sólo podrá ser trastocada si en el almacén de los Carlos apareciera algo inequívocamente lesivo para el pejerredista. De otra forma, y a pesar del ruido generado en derredor, todo seguirá perteneciendo al País de las Ilusiones y a su destino, que está definido por lo poselectoral, más que por debates inflados.

Astillas:

El magazín de The New York Times ha publicado un reportaje de David Rieff, intitulado "El populista en la frontera", que, entre otros detalles, pareciera haber sido redactado el 17 de marzo de 1938, pues, según eso, "ninguno de los estadunidenses (Americans, en el original, obviamente) con los que yo hablé en México parecía creer que López Obrador nacionalizará el petróleo y los recursos energéticos como Evo Morales lo ha hecho y Hugo Chávez amenaza con hacer", escribió Rieff... Es bueno que Genaro Borrego haya renunciado a un partido en el que ya no estaba a gusto. La política y los políticos se ensucian cuando pretenden convertir las discordias extremas en pleitos interminables en que los disidentes retan a sus antiguos compañeros de formación a pagar costos por expulsiones o castigos. El caso más aberrante es el de Elba Esther Gordillo, que promovió y dirige (apenas colocada un poco a la sombra) un partido, el llamado Panal, que promueve y dirige a funcionarios del gobierno federal panista y a candidatos colocados en las listas legislativas de privilegio del blanquiazul, y que actúa contra todo lo que sea priísmo y madracismo, pero se sigue asumiendo como militante del partido tricolor... Y, mientras Ulises Ruiz tiene nueva oportunidad de demostrar sus artes de represión y corrupción, y el gobierno federal elude asomar sus legiones policiaco-militares en Oaxaca, ¡hasta mañana, en esta columna que a sí misma se toma, se saquea y se acusa de obedecer a inconfesables intereses oscuros!

Fax: 55 45 04 73 * [email protected]

 
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