Usted está aquí: martes 6 de junio de 2006 Deportes Si hay manifestaciones de racismo los árbitros podrán detener los partidos

La FIFA elogió a los silbantes mexicanos Archundia y Rodríguez

Si hay manifestaciones de racismo los árbitros podrán detener los partidos

DPA Y REUTERS

Francfort, 5 de junio. Si se realizan manifestaciones racistas durante un partido del Mundial 2006, los árbitros podrán paralizar los partidos, comentó el brasileño Carlos Eugenio Simon, quien es considerado el mejor silbante de Brasil.

Si se percibe una manifestación racista, "entonces el central podrá detener el juego, consultará con el cuarto árbitro y luego pedirá la adopción de las medidas necesarias", añadió Simon durante una reunión -en Gravenbruch- de todos los silbantes que participarán en el Mundial alemán y en la que se tomaron la "foto oficial".

Sin embargo, el brasileño no especificó cuáles serían las medias al afirmar que serán autoridades superiores las que entren a dirimir el asunto para la reanudación del partido.

El silbante comentó que en uno de los más recientes partidos de liga en Europa, los aficionados arrojaron bananas a la cancha, además de emitir sonidos guturales simulando los de los macacos.

"Hechos como esos -precisó- serán decisivos para que el partido sea paralizado".

Al igual que sus demás colegas, Carlos Eugenio Simon comentó que "prevalecerá el buen criterio de los árbitros para garantizar el cumplimiento de las leyes y el compromiso de los jugadores para ser respetadas".

En tanto, la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) confía ciegamente en la honestidad de sus designados para dirigir partidos del Mundial, pese a los escándalos que estallaron en varios países, y el español Angel María Villar, vicepresidente del organismo, elogió la calidad de los jueces de México, único con dos representantes en esta justa.

El español dijo que "México tiene a más de dos representantes en este Mundial, si consideramos también a los asistentes, y eso se debió a que son muy buenos. Los elegimos porque tienen un altísimo nivel".

Por su parte, Armando Archundia, quien dirigirá el 13 de junio el partido entre Brasil y Croacia, expresó: "Creo que será un partido muy bonito, y vamos a trabajar para que así sea".

Este atribuyó el éxito de los árbitros de su país al estilo adoptado, que calificó de "sobrio y equilibrado".

"Por eso tenemos la confianza de la FIFA, y tenemos a dos árbitros en esta Copa del Mundo", dijo el silbante, de 40 años.

Con ocho años menos que Archundia, el mexicano Marco Rodríguez, quien es el más joven de los árbitros elegidos por la FIFA para dirigir partidos del Mundial, aseguró que su edad no es un obstáculo para una buena actuación.

"La edad no tiene nada que ver. Empecé con 25 años en la FIFA. Creo que la edad no es tan importante para, en un momento dado, garantizar la experiencia. Creo que ésta llega a través de los años, desde el primer momento que uno arbitra con niños hasta ahora", dijo.

Tanto Armando Archundia como Marco Antonio Rodríguez aseguraron que no les temblará la mano si creen necesario mostrar una tarjeta roja, aunque sea a "superastros".

 
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