Usted está aquí: sábado 3 de junio de 2006 Cultura Jimena Giménez Cacho estrena en México obra de Julián Carrillo

Interpretará, con la OFUNAM, el Concertino para violonchelo del compositor

Jimena Giménez Cacho estrena en México obra de Julián Carrillo

Tocar con una orquesta, un reconocimiento después de 30 años ''de picar piedra''

Prosigue su tenaz labor de documentar la música del inventor del sonido 13, dice a La Jornada

ARTURO GARCIA HERNANDEZ

Ampliar la imagen La violonchelista Jimena Giménez Cacho se presenta esta noche y el mediodía de mañana en la Sala de Conciertos Nezahualcóyotl (Insurgentes Sur 3000, entre Rectoría y Perisur) Foto: María Luisa Severiano

El romance que Jimena Giménez Cacho inició con la música de Julián Carrillo (1875-1965) hace dos años, sigue dando frutos: este sábado, en la Sala de Conciertos Nezahualcóyotl interpretará como solista, acompañada por la Orquesta Filarmónica de la Universidad Nacional Autónoma de México (OFUNAM), el Concertino para violonchelo, del creador del sistema microtonal llamado sonido 13.

Para la violonchelista la ocasión representa al mismo tiempo un logro y un reconocimiento. El logro -como se lo propuso desde un principio- es sacar a Carrillo de los salones de conferencias especializadas y ponerlo -su música, se entiende- al alcance del público. Y el reconocimiento es a sus 30 años de labor, a tres décadas de trabajar duro, "de picar piedra".

Propuesta innovadora

La emoción de Giménez Cacho se hace patente en la entrevista con La Jornada: ''Siempre he sido solista y lo soy pero sola, he hecho mi carrera un poco al margen, no he tenido las puertas abiertas, nunca había tocado con una sinfónica. Me da mucha emoción esta oportunidad y agradezco a Sergio Vela la invitación".

La relación de la chelista con la música de Julián Carrillo y su innovadora propuesta empezó hace dos años, en Francia, durante un viaje para llevar a cabo un concierto: ''Un historiador del arte, un francés muy interesado en la cultura mexicana, me dijo que le gustaría que tocara a Carrillo. Yo le dije: ¿Carrillo? No conozco nada de él para violonchelo. Me insistió: vaya y busque".

En México, Giménez Cacho contactó a un nieto del compositor potosino, quien le dio acceso a los archivos del músico: ''Ahí me encontré con seis sonatas para chelo solo y el Concertino. Temblaba de emoción, era un material que no se había tocado en México".

El año pasado dio inicio al rescate de esas seis sonatas (La Jornada, 10/junio/2005). Ahora se dispone a interpretar el Concertino para violonchelo, obra en tres movimientos (después del estreno, dará un segundo concierto este domingo).

De acuerdo con Jimena Giménez Cacho, un alumno mexicano de Julián Carrillo sostiene que el Concertino... ya se había tocado en el país, dirigido por Luis Herrera de la Fuente. Al no encontrar ningún registro documental al respecto, la chelista consultó al director y éste dijo no recordar tal estreno. Lo que sí está documentado es el estreno mundial de la obra, efectuado en 1958, en el Palacio de Bellas Artes de Bruselas, en el contexto de la Exposición Mundial.

La chelista describe al Concertino... como una obra rara ''en cuanto a la forma: tiene un primer movimiento lento, el segundo es muy largo; ambos son de carácter sombrío. Son movimientos con muchas texturas orquestales y el último es un allegro".

Ante las opiniones en el sentido de que la vocación experimental de Carrillo hizo que México se perdiera de un sinfonista excepcional, Giménez Cacho justifica: ''El que lleva en la sangre esa vocación, no lo puede evitar. Pero además, no creo que el país haya perdido, ahí tenemos sus experimentos, su lucha por el sonido 13, esa revolución que quería hacer, transformar el mundo de la música; ahí están sus 15 libros de teoría musical: un tratado de armonía, uno de solfeo, uno de orquestación, etcétera".

Fascinante sonoridad

-Ahora usted ha tomado la estafeta.

-Sobre todo porque me di cuenta que a la generación anterior a la mía ni el nombre le suena. Les suena Carlos Chávez, Manuel M. Ponce, Moncayo, Blas Galindo, pero no han oído hablar de Carrillo. Entonces me he propuesto documentar la parte que puedo, su obra para violonchelo.

-¿Es una música para músicos?

-Es un músico para músicos que quieren ponerse a estudiar. Aquí no está dado nada. No hay una melodía que aprenderse. Hay una cuestión técnica un poco árida, pero cuando ya logras entrar su música es fascinante.

''Yo suelo decir: para oír la música de Julián Carrillo hay que quitarse el cinturón de seguridad y no tratar de entender nada, porque no se puede comparar, no puedes decir se parece a tal o cual. Es algo diferente que requiere de una actitud abierta."

-¿Y el público cómo la recibe?

-El público es fabuloso, llena las salas; asisten jóvenes, pero también gente mayor que oyó hablar de Carrillo. Debo decir que a esto han contribuido instituciones como la OFUNAM, que ahora me ha invitado a tocar esta obra. Me da mucha emoción, es la culminación de 30 años de trabajo.

En el estreno de Concertino para violonchelo, José Guadalupe Flores dirige a la OFUNAM; en el mismo programa, el violinista Carlo Chiarappa interpretará Obscuro Etiantum Lumine, de J. Torres Maldonado; el flautista Miguel Angel Villanueva interpretará el Concierto para flauta de Horacio Uribe, y la pianista Eva María Zuk tocará el Concierto para Piano de Alexis Aranda.

El concierto de hoy será a las 20 horas, pero antes, a las 10 de la mañana, habrá un ensayo abierto con entrada libre, y el del domingo será a las 12 horas.

 
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