Soldados de ambos países entraron a Helmand para capturar a rebeldes: vicegobernador
Ataca EU mezquita al sur de Afganistán; perecen más de 50 presuntos talibanes
En Kabul, perecen 14 personas en protestas contra Washington por deceso de 4 civiles
Kabul, 29 de mayo. Más de 50 presuntos guerrilleros talibanes murieron este lunes en un ataque aéreo liderado por Estados Unidos contra una mezquita en la provincia de Helmand, al sur de Afganistán, mientras 14 víctimas fatales dejaron en Kabul las protestas contra la muerte de cuatro civiles afganos por disparos de militares estadunidenses involucrados en un accidente de tránsito.
Varios "líderes talibanes" estaban entre quienes murieron en un ataque ocurrido antes del amanecer en el distrito de Kajaki, dijo Amir Mohammad Akhundzada, vicegobernador de la sureña provincia de Helmand.
Portavoces de las fuerzas lideradas por Estados Unidos en Afganistán no pudieron ser contactados inmediatamente para realizar comentarios sobre la incursión.
"Los talibanes estaban reunidos en una mezquita cuando ocurrió el bombardeo", dijo Akhundzada desde Helmand. "Más de 50 murieron", agregó sin dar más detalles.
Akhundzada indicó que integrantes de una operación conjunta en tierra y aire, que involucraba a soldados afganos y estadunidenses, ingresaron al distrito para capturar a insurgentes talibanes.
El régimen de los talibanes fue derrocado a finales de 2001 al amparo de una ofensiva aérea de Estados Unidos lanzada en represalia por el apoyo brindado a Osama Bin Laden y su red Al Qaeda, responsables de los ataques del 11 de septiembre de ese año contra Nueva York y Nueva York.
En Kabul, al menos 14 fallecidos, 142 heridos e importantes daños materiales fue el saldo de protestas contra la muerte de cuatro civiles afganos por disparos de militares estadunidenses involucrados en un accidente de tránsito.
Al caer la tarde la calma volvió a la capital afgana, pero las autoridades decidieron instaurar un toque de queda a partir de las 17:30 horas local y hasta las 23:30 horas "con el fin de garantizar una mejor seguridad a los ciudadanos de Kabul".
Las autoridades indicaron que era demasiado pronto para establecer un balance total después de la violencia, la peor en la capital desde la época de los talibanes, pero los recuentos de los testigos sugieren que el balance de víctimas podría agravarse.
El presidente afgano, Hamid Karazi, acusó a "los agitadores" de haber atizado las violentas manifestaciones que estallaron en Kabul y pidió a los afganos a que se opongan a los saqueos.
Las huellas de la violencia eran visibles en el centro de la capital afgana. Numerosos puestos de policía, grandes garitas de madera que sirven de refugio a los agentes, fueron quemados.
Además, los manifestantes prendieron fuego también a numerosos vehículos, así como a varios edificios, entre ellos las sedes de organizaciones extranjeras.