Usted está aquí: jueves 25 de mayo de 2006 Espectáculos En El violín quise hablar de ese otro México, el de la desigualdad extrema: Vargas

La película mexicana se proyectó ayer en Cannes con muy buena recepción

En El violín quise hablar de ese otro México, el de la desigualdad extrema: Vargas

Es la historia de un pueblo rebelde armado que es tomado por los militares y un músico anciano de la región Tierra Caliente de Guerrero, quien se une al movimiento

TANIA MOLINA RAMIREZ

La cinta mexicana El violín se presentó ayer con muy buena recepción en el Festival Internacional de Cine de Cannes en la sección paralela Una Cierta Mirada.

En la película, un pueblo rebelde, armado, es tomado por los militares y la mayoría logra huir a las montañas. Un anciano violinista y un capitán que ama la música se vuelven los personajes centrales de la trama.

Según palabras del director, Francisco Vargas Quevedo, es una historia de "dos seres humanos que el destino, el sistema, ha enfrentado, ha hecho 'enemigos', se encuentran a través de la música.

"Quería hablar de la música, de la solidaridad, de la capacidad de organización", dice el director.

Vargas buscaba que la historia no se pudiera ubicar en el tiempo ni en el espacio, para que el espectador tuviera la sensación de que podía ser una historia sobre la injusticia social, el olvido, la miseria, que ocurre en cualquier lugar del planeta y en cualquier época. Circunstancias que orillan a levantamientos armados que buscan cambiar sus condiciones de vida, "cuando no se encuentra otra salida para cambiar la realidad. Cambian los contextos, pero las causas siguen ahí, de fondo", dice Vargas. "Quería hablar de ese otro México que está allí, con una desigualdad extrema", y que pocos miran; de ese México que se asoma con tan sólo "levantar la alfombra.

"El cine es un espejo para vernos. Está bien que existan películas de fórmula comercial, pero también necesitamos que se reflejen otras realidades", afirma. "Se trata de sacar la cámara y contar las historias que ahí están."

En la cinta "no hay buenos ni malos". Hay seres humanos que actúan como el brazo armado del Estado, pero no son malos por naturaleza; son usados por un Estado represor, como en el caso de San Salvador Atenco. "No hay justificación para los atropellos y la violencia, pero en el fondo trascienden las causas de que todo esto suceda".

Simple, sin efectos especiales

Para lograr la sensación de universalidad y para que fuera "hiperrealista", la película se filmó en blanco y negro, y se intentó hacerla lo más simple posible, sin efectos especiales, y 90 por ciento se hizo sin luz artificial, con pizarras. Además, está filmada en el pueblo del director.

Y, quizá más importante, la mayoría de los que salen en la película no son actores, y el personaje principal se interpreta a sí mismo: Angel Tavira (don Plutarco) es un violinista nacido en el seno de una familia de músicos en Corralfalso, Guerrero, en 1924. "Incorporé elementos de la vida de don Angel en la película", cuenta el director. "Quise hacerlo ciento por ciento realista, que tuviera la sensación de realidad más allá de una película de ficción."

Labor de rescate

La música de la película es tradicional de Tierra Caliente del estado de Guerrero.

Don Angel se ha entregado al rescate de la música de su región. Parte de la labor consiste en reunir la música y que no quede inédita; también ha sido director musical del Conjunto Hermanos Tavira.

Los personajes principales, enfrentados, son, por cierto, de la misma tierra. Dagoberto Gama (El crimen del padre Amaro, Amores perros, De la calle), quien actúa el papel del capitán del ejército, confiesa que de chico "me hubiera gustado ser guerrillero". Cuenta que cuando estaba en la prepa veía pasar los carros militares y "los detestaba".

El proyecto de El violín comenzó con un cortometraje homónimo que formó parte de la Selección Oficial de Cannes de 2005, en el sección Cinefondation.

La película se hizo con presupuesto reducido (el director prefirió no dar cifras).

En México, la cinta aún no tiene distribuidora. A escala internacional, tiene a la distribuidora francesa Bodega Films, y un agente de ventas también francés.

La cinta está filmada en 35mm y es una coproducción de Camara Carnal Films, Imcine y Centro de Capacitación Cinematográfica.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.