Ojarasca 109  mayo 2006


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Veracruz

Priístas bloquean
el ayuntamiento de Texcatepec


El 6 de abril, unos cien priístas bloquearon el palacio municipal de Texcatepec e impidieron que el presidente municipal y sus asistentes entraran a trabajar. Entre los priístas hay maestros bilingües y dirigentes de la Unión de Comuneros y Ejidatarios del Norte (UCEN), un membrete creado ex profeso para desarticular la región con anuencia del gobierno del Estado.

Su supuesta pretensión era que les concedieran ocho cargos de la administración municipal, sin fundamento legal y sin argumentos, exigiendo dar de baja a las personas que ocupan tales cargos. Pero las normas fijadas por las asambleas indígenas a las que obedece el municipio especifican que nadie se puede proponer personalmente para un cargo (lo debe proponer alguna comunidad y quien se autopropone queda descartado); el candidato se elige por consenso de los representantes de las comunidades, no por votación, en un proceso de mucha consulta y reuniones; y los cargos en el municipio se distribuyen lo más posible entre las comunidades.

En Texcatepec, la Unión Campesina Zapatista (UCZ) y el Comité de Defensa Campesina (CDC) han ganado cinco veces las elecciones municipales desde 1991, legitimadas por la mayoría de los campesinos otomíes, usando el registro del prd. Los 9 mil habitantes viven dispersos en veinte comunidades. Laboran en el ayuntamiento treinta personas, contando diez policías preventivos (campesinos nombrados por las comunidades), la intendencia y el barrendero. Las autoridades indígenas (Jacinto Gómez Linares, presidente municipal, José Fernández, sindico, y Elfego Pérez, regidor, legalmente electos para el periodo 2005-2007), funcionan en medio muchas dificultades y deficiencias por lo abrumador del aparato burocrático de Xalapa, especialmente en la entrega de cuentas públicas. El presupuesto de 8 millones anuales es insuficiente para las necesidades del municipio --el tercero más marginado del estado. Aun así, el último ayuntamiento fue uno de los cincuenta que mejor entregaron sus cuentas, de los 210 municipios de Veracruz.

Desde el principio, Jacinto Gómez Linares, presidente municipal, intentó dialogar con los priístas para llegar a un acuerdo. Pero ellos le reiteraron que no dialogarían con él, sino con el gobierno estatal. Las autoridades municipales se vieron obligadas a alquilar un local alterno para atender los asuntos más urgentes de la población.

El 19 de abril el ayuntamiento acudió a un supuesto diálogo en la legislatura local para solucionar el problema. Los diputados y los representantes de gobernación encargados de la negociación presionaron al presidente municipal para que aceptara, sin más, la pretensión de los plantonistas, contraviniendo la legalidad y la negociación pacífica.

El día 21, el ayuntamiento sesionó en cabildo y resolvió no aceptar a las personas propuestas por el plantón. Entonces, el grupo de priístas destrozó la puerta del palacio y retuvo a las autoridades municipales por cuatro horas. Óscar Herrera Torres, delegado de la dirección de Política Regional de la subsecretaría de Gobierno, acudió con una posición abiertamente parcial a favor de los plantonistas y contraria a la legalidad, sin respeto por las autoridades indígenas y la población local. Ante tal irresponsabilidad, más de 500 pobladores de Texcatepec rescataron a sus autoridades.

El 8 de mayo, recuperaron pacíficamente las instalaciones de su presidencia municipal 600 campesinos de las organizaciones indígenas de Texcatepec, ante la nula respuesta de la gobernación estatal y la legislatura local.

Durante una semana más, los priístas bloquearon los accesos y salidas de Texcatepec. Ahora se retiraron, dejando una calma tensa y frágil. Todo parece indicar que se trata de una provocación solapada por el gobierno estatal para desarticular y, si se pudiera, desmantelar, un ayuntamiento legitimado por el grueso de la población. (Ojarasca)



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