Ojarasca  mayo 2006


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Guatemala:
levantamiento y miedo
 

Kajkoj Ba Tiul


Después de algún tiempo de haber dejado de visitar las altas montañas de Alta Verapaz, sobre todo comunidades q'eqchi y poqomchi de la parte de la Sierra de Chama y la Sierra de Pampakche --comunidades que en su mayoría fueron afectadas por el conflicto armado interno1, ya sea por ser simpatizantes, militantes o simplemente por ser consideradas presa fácil para la guerrilla--, hoy vuelvo a visitarlas y su vida está peor que antes y durante la guerra.

Najtir wiliq naq qa tik muun, naq xkularik i ti kaxik ku wiliq naq ke' yuna' ta wiliq ke'. Chajare naqa qanab rej na jalakun.

Nosotros teníamos muchas cosas que comer antes y durante la guerra y ahora todo lo tenemos que comprar en el pueblo, porque ya no tenemos tierra para vivir y sembrar, sólo nos queda luchar, pero nuestra pregunta es: ¿qué vamos a dejar a nuestros hijos, hijas, nietos y nietas? ti Mar (doña María)

Saco a colación esta experiencia de vida, porque después que la Coordinadora Nacional Indígena y Campesina (CONIC) anunciara un levantamiento para después de semana santa, lo primero que uno piensa es si ahora es posible un levantamiento, ¿qué significa para todo un pueblo pobre y explotado un levantamiento?, ¿hay claridad en los dirigentes cuando llaman a un levantamiento?

También surgen ideas "fantasmas", como las vertidas por algunos articulistas de la prensa comercial u opiniones en medios televisivos y radiofónicos, que satanizan toda acción que viene de las comunidades más lejanas de nuestra Guatemala.

Porque estos o estas articulistas y comentaristas, están muy en sintonía con el capitalismo deshumanizante y les importa poco lo que pueda pasarle a los pobres. Basta conocer lo que está pasando ahora con los migrantes en Estados Unidos, que después de llamar a una movilización para el primero de mayo, los están retirando de sus trabajos, o los jóvenes en Francia, que están poniendo en jaque a la democracia francesa.

Es cierto que Guatemala no es Ecuador, Bolivia o Venezuela y quizás un levantamiento no tenga las posibilidades reales para sostenerse en Guatemala, por muchas razones, pero no hay que perder de vista que todo esto es la reacción de un pueblo que está cansado de ser humillado y pisoteado, no sólo por los grupos de poder.

También ha sido vendido por aquellos y aquellas que en tiempos pasados manifestaron sus ideas de acompañar la lucha de este pueblo oprimido.

Un grito de levantamiento no es el grito de la CONIC, es el grito de un pueblo explotado, humillado, oprimido y discriminado, no sólo por este gobierno, sino por los grupos de poder (económico, político, militar, religioso, social) que desde hace muchos años han administrado este país para sus propios beneficios. Un grito de levantamiento es para cambiar las relaciones de poder, no mendigando puestos en los partidos políticos o con el mismo gobierno actual. Un grito de levantamiento es un grito por la liberación y por una reforma agraria. Un grito de levantamiento es un grito por transformar este Estado actual por un Estado mucho más incluyente y participativo.

Los hechos violentos que han enlutado nuestro país en estos primeros meses del año, y ante los que nadie ha podido dar una respuesta objetiva sobre lo que está sucediendo, nos llaman a tomar conciencia de que Guatemala no debe seguir así. A Guatemala hay que transformarla. Cuando recorremos las principales páginas de los diarios, escuchamos las primeras noticias de los telenoticieros y radionoticieros y nos enfrentamos de nuevo ante la muerte, sólo hay un leve pensamiento en el y la guatemalteca: "ahora ya no se puede vivir".

Este "ahora ya no se puede vivir", que es producto de la fragilidad humana ante la muerte, lo podemos sumar a la fragilidad humana ante la pobreza y extrema pobreza que sufre la mayoría de la población guatemalteca, sobre todo la indígena, de las diferentes comunidades del país y en los espacios periféricos de la ciudad capital, donde apenas se vive con menos de un dólar diario para paliar el hambre.

Entonces, el grito de levantamiento es un grito del descontento de la sociedad latinoamericana en contra del neoliberalismo y la globalización que cada vez nos están sumiendo en pobreza y miseria y que nos están llevando a la muerte y una muerte lenta, que no sólo es con balas sino también de hambre.

Es difícil creer, pero así como son asesinados niños, niñas, jóvenes y mujeres, en la ciudad capital, bajo el supuesto hecho de ser "pandillero", "mensajero" o "tatuado"2, en las comunidades rurales a diario se mueren niños y niñas antes y durante su nacimiento o por hambre y desnutrición, mujeres antes de dar a luz. Podemos encontrar un sinnúmero de mujeres y hombres con enfermedades psicopatológicas por no saber qué camino escoger cuando no tienen para darle de comer a sus hijos e hijas.

Ra' lin jolom xban naq' inq'a nin naw qaru' tin jale, re' xtojab'al lix tzoloq lin kokal. (Me duele mucho la cabeza porque no se donde encontrar los quetzales para pagar la escuela de mis hijos). qana' Juana (doña Juana)
Una llamada a un levantamiento indígena y campesino, hoy en Guatemala, puede ser que no tenga los efectos esperados, porque para que esto suceda se necesita de un movimiento social fuerte y un proyecto político, porque si no, este levantamiento terminará siendo una movilización de unos cuantos hermanos y hermanas y culminará en un proceso de diálogo que hasta ahora ha sido el mecanismo que utiliza al sistema democrático imperante en nuestro país, que es lo típico de las democracias tuteladas-multiculturales. Pero es necesario seguir con nuestra actitud contestaría ante este Estado, tratando de crear conciencia social y étnica para una liberación, si es oportuna.

Lo más ridículo es cómo los grupos de poder y sus secuaces "coptados", comienzan a levantar improperios en contra de este "llamado levantamiento", que si bien es cierto, puede que no se realice, es un derecho ciudadano. El derecho a la desobediencia civil es un derecho humano y ahora lo han demostrado los jóvenes en Francia, los kechwas en Ecuador, los mapuches en Chile, entre otros. Por eso los grupos de poder y sus compinches "coptados", en vez de satanizar la justa demanda de los pueblos por su libre determinación y por su autonomía, deben entender que somos muchos quienes ya no queremos estar subyugados a estos grupos de poder y tampoco a este sistema de Estado que oprime, explota y discrimina.
 
 
 

Kajkoj Ba Tiul es antropólogo de origen maya poqomchi. ([email protected], [email protected]), es colaborador frecuente de Ojarasca
 
 

1 Ver los informes de la Comisión Sobre el Esclarecimiento Histórico (CEH) o de la Recuperación de la Memoria Histórica (Remhi).

2 Sólo basta escuchar a los policías cuando se les interroga por qué piensan que la víctima es pandillero o tiene que ver con ellos,
la respuesta es: "porque están tatuados", entonces estar tatuado en Guatemala se le puede considerar un delito.


 
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