Usted está aquí: domingo 21 de mayo de 2006 Cultura Las barreras que levantan países son un engaño social, afirma Vicente Rojo

El artista gráfico inaugura exposición en Monterrey tras 20 años de ausencia

Las barreras que levantan países son un engaño social, afirma Vicente Rojo

Tienen que desarrollarse los puntos de contacto, con decretos no se logrará nada, señala

ALFREDO VALADEZ RODRIGUEZ CORRESPONSAL

Monterrey, NL, 20 de mayo. Las barreras físicas y legales que levantan países como España y Estados Unidos con decretos y muros, para evitar los flujos migratorios de países africanos y de centro y sur América, respectivamente, son un error y un engaño, desde la perspectiva cultural y social.

Opinó este sábado el pintor Vicente Rojo, quien a los 17 años de edad tuvo que emigrar de su natal España a México, donde adquirió la nacionalidad mexicana y admite, "aprendí un oficio y me desarrollé", por lo que ahora, a pregunta expresa de La Jornada, cuestionó las medidas de exclusión que aplican algunos países contra los emigrantes, y su posible impacto en el arte y la cultura:

"Bueno, en el mundo del arte no lo sé, pero en el mundo de las sociedades me parece un absoluto error que no se permita la integración de otras culturas, de otros conocimientos. Yo creo que toda la historia del mundo está llena de interrelaciones culturales y sociales."

En el caso concreto de España, Vicente Rojo recordó que "en los años 60 salieron miles de españoles a Europa, donde de alguna manera pudieron desarrollar su trabajo, sin embargo ahora, cada vez que llegan los marroquíes, los saharianos, los africanos, pues no son bien recibidos por los españoles. Y desde mi punto de vista es un error, un engaño de la propia España".

Asimismo, al preguntarle sobre la disposición legal que pretende imponer el gobierno de Estados Unidos a los mexicanos y centroamericanos que pretendan ingresar a ese país, de aprender obligatoriamente el idioma inglés, Vicente Rojo opinó sobre esta pretendida imposición cultural:

"Las cuestiones culturales son indispensables y dan vida a las poblaciones, no solo a los que llegan sino a los que están, y la manera de encontrar esos puntos de contacto se tiene que desarrollar de forma natural, no con decretos o con imposiciones, por ese camino creo que no se logra nada."

Rojo y Zurdo

Luego de 20 años de ausencia en la Sultana del Norte -como se conoce a esta ciudad del norte de México-, la tarde de este sábado fue inaugurada la exposición Vicente Rojo: Dos estaciones, en la Biblioteca Magna Universitaria, de la Universidad Autónoma de Nuevo León, dentro del Festival Alfonsino, realizado en honor al desaparecido ensayista regiomontano Alfonso Reyes.

La muestra incluye más de 130 obras del artista mexicano de origen catalán, montadas en corredores y salas especiales de la biblioteca de la máxima casa de estudios de Nuevo León, colección integrada por amplias muestras de "Cuadernos de Viaje", "Retrospectiva", "Originales sobre Papel" y "Volcanes Construidos".

Previo a la apertura de su exposición, el maestro Vicente Rojo ofreció una conferencia de prensa con reporteros donde lanzó una severa crítica a los nuevos diseñadores gráficos "...que empalman, llenan de manchas los diseños y de figuras sobrepuestas", porque el mejor diseño, recordó el experto "es el que no se nota".

Vicente Rojo, quien con su obra y trabajo ha enriquecido decenas de publicaciones culturales y periódicos, opinó que en la actualidad "aunque hay momentos en que la cultura no tiene prioridad" en los medios impresos, sin embargo, acotó, "el crecimiento que han tenido las paginas culturales en los diarios ha sido enorme y muy positivo y un buen apoyo para la cuestión cultural".

El artista plástico respondió con paciencia las interrogantes de algunos reporteros que le cuestionaban sobre qué cosas lo cautivaron de México, para quedarse aquí y no regresar a su tierra, luego de su exilio de España, debido a la guerra civil y a la dictadura de Francisco Franco.

"Yo al llegar acá lo que en realmente me deslumbró fue la luz, porque yo había pasado varios años de guerra, diez de represión franquista, que fue tan pavorosa o más que la guerra, y yo todos los recuerdos que tengo de los 17 años que viví allí (en España) son de sombras... y hubo para mí un deslumbramiento en México que tenía que ver con la vida, que tenía que ver con la libertad. Y este deslumbramiento, y yo diría que enamoramiento, continúa hasta la fecha."

Apertura, no ruptura

Acompañado de su esposa Bárbara Jacobs, Vicente Rojo corrigió, a propósito del calificativo que se le dio a la generación de artistas a la que perteneció junto con Lilia Carrillo, Manuel Felguérez y José Luis Cuevas, entre otros, de ser representantes de la "generación de la ruptura":

"La generación de la ruptura es fue más bien la generación de la apertura, y creo que esa apertura continúa hasta la fecha. En la actualidad en México hay una enorme gama de corrientes, de tendencias, de obras de jóvenes y ya no tan jóvenes, y de alguna manera todo eso comenzó en los años 60 con un grupo de unos cuantos, no sé cómo definirlo, si eran obstinados, ingenuos o audaces artistas plásticos", finalizó.

Luego, en una emotiva ceremonia de inauguración de su exposición -donde el maestro Rojo se conmovió al borde de las lágrimas-, el crítico de arte Jorge García Murillo realizó una semblanza sobre el artista ante estudiantes, maestros y artistas plásticos locales, en la que señaló que "Vicente Rojo fue en el exilio español un joven simpatizante de la República, que era ser identificado como un comunista, entonces él, es rojo y zurdo, de izquierda e izquierda... uno de los grandes artistas vivos de la plástica mexicana".

 
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