Usted está aquí: domingo 21 de mayo de 2006 Cultura Hermana Gelman periodismo y literatura en su libro Miradas

Mediante crónicas cercanas a ensayos, comparte su visión sobre gente que odia y ama

Hermana Gelman periodismo y literatura en su libro Miradas

Cuando escribo no pienso en los géneros,sólo en la información para los lectores, asegura

"Todo está en el territorio de la palabra, no creo que trabajar en un diario arruine a un escritor"

ARTURO JIMENEZ

Ampliar la imagen Juan Gelman acepta que el periodismo consume energía y tiempo, pero no considera posible que esta profesión pueda arruinar a un escritor Foto: Yazmín Ortega Cortés

De modo contrario a los escritores-periodistas quejosos de que el trabajo en las redacciones y las calles les quita mucho tiempo y energía para la creación literaria, el poeta Juan Gelman confiesa que el periodismo ha sido uno de sus grandes alimentos.

Es más, el reconocido escritor argentino radicado en México no tiene duda en ponerse del lado de quienes sostienen que el periodismo es un género literario y la única condición que conciben es la calidad.

De esa vertiente proviene su libro Miradas. De poetas, escritores y artistas, una selección de 77 crónicas-ensayos publicados semanalmente en un diario de su país, luego en una selección hecha por la filial de Planeta en aquella nación, y ahora reditado en México por Era.

En estos textos breves de periodismo literario Gelman (Buenos Aires 1930) mira desde su propia subjetividad aspectos centrales y muchas veces poco conocidos de la vida, la obra y la visión del mundo de una pluralidad de escritores, artistas plásticos, músicos, filósofos y gente del cine, famosos y no tanto.

Entre ellos, Virginia Woolf, Mark Rothko, Emil Cioran, Friedrich Nietzsche, Francis Poulenc, Béla Bartók, Daniel Defoe, Edgar Degas, Safo, Rubén Darío, Raymond Chandler, Ingmar Bergman, Arthur Rimbaud, James Joyce, Oscar Wilde, Franz Kafka, Imre Kertész, Arthur Miller, William S. Burroughs o Robert Brasillach.

"¿Se puede matar a un escritor?"

Los textos de Miradas se presentan como crónicas y, a la vez, tienen mucho de ensayo, en el terreno de los híbridos. Sin embargo, Gelman destaca que la visión personal en un texto está por encima de los géneros.

-¿Al escribirlos no piensa en géneros? -se le pregunta al autor de Dibaxu y País que fue será en la sala de su departamento de la colonia Condesa.

-No. Pienso en la información, en el lector, en la escritura, en las 70 líneas y 60 espacios estipulados en el diario, etcétera.

Juan Gelman, reconocido con los premios Juan Rulfo y Reina Sofía, dice que hay textos que sirven para hablar de temas más amplios que el propio escritor o artista.

"Por ejemplo, el caso de Brasillach, un buen poeta que fue colaboracionista de los nazis y escribió panfletos antisemitas muy violentos. Pero resulta que fue fusilado tras el triunfo de De Gaulle, quien dirigía la Francia libre.

"La pregunta ahí es: ¿se puede matar a un escritor, a un artista, por lo que escribe? Es un tema que viene del fondo de los siglos, por lo menos de hace unos cuantos, con la Inquisición, el estalinismo, el nazismo, la revolución cultural china, los regímenes africanos, las dictaduras de América Latina."

La mirada escudriñadora de Gelman en torno de las miradas de otros creadores abre con el texto sobre Virginia Woolf. "De ella se han escrito muchos cosas: biografías, análisis de su obra, pero el tema es, en definitiva, cuando se trata de sintetizar, lo que uno recibe del escritor. Eso es lo que constituye la estructura de la nota. Por eso se llama Miradas, es lo que uno ve del otro. Y no puede ser de otra manera, porque si no habría que escribir no sé cuantos tomos sobre Virginia Woolf".

En este punto se le pregunta sobre los eruditos y la erudición. "No todos los eruditos son iguales. La erudición no siempre es sabiduría. Pero más que referirme a ellos quisiera hacerlo a cierto tipo de crítica, que no es general, pero existe, y parte de preconceptos de lo que debiera ser un texto, en vez de interiorizarse en lo que éste propone.

"Para esa clase de crítica, si esta mesa -la de su sala- no es un elefante, no sirve. Y eso siempre ha existido, incluso entre grandes autores. Tolstoi pensaba que Los hermanos Karamazov, de Dostoievsky, era una porquería, que no era una novela."

"Odio a Cioran, pero..."

Los creadores abordados son definidos por la diversidad. "La mayoría son autores que me gustan, que me tocan, y algunos que odio, como Cioran, pero que también es un fenómeno que interesa. No es por su pesimismo, que cualquiera tiene derecho a serlo. Pero un tipo que se pasa 60 años pensando sobre el suicidio y muere de viejo, a mí la verdad no me causa el menor respeto."

-¿Cómo ha alimentado este periodismo literario al poeta Gelman? -se le pregunta a quien suma 50 años de oficio en diversos diarios, como reportero, editor, jefe de redacción o colaborador.

-Lo que siempre me alimentó fue el periodismo en general. El trabajo que más me gustó fue el de cronista y entrevistador, porque me pusieron en contacto con realidades muy distintas, con problemas, personas y formas de hablar diferentes.

"Después pasan los años y a uno lo nombran secretario de redacción, jefe de redacción, en fin, y se queda en la mesa de redacción y se aleja de ese contacto, que es impresionante."

Comparte una experiencia. "Era cronista de un periódico. Se habían incendiado varias casas de una villa miseria. Como sucede, la gente grande se va a trabajar, y para proteger a los chicos los deja encerrados. Son casillas ni siquiera de madera, sino de cartón, y murieron varios niños.

"Hablé con vecinos, entre ellos una señora a la que se le había muerto una hija, de causas naturales. Y me dijo con toda llaneza que le había regalado una valija llena de ropa, de esa hija, a gente que se había quedado sin nada. Me parece un gesto muy conmovedor."

Para Gelman no hay duda, el periodismo es un género literario. "Pero como ocurre con todos los géneros literarios, algunos lo hacen bien y otros mal. Yo nunca encontré contradicción entre mi trabajo de poeta y el de periodista. Por el contrario, el periodismo siempre me ha dado mucho."

-Pero hay escritores que llegan a renegar. Creo que fue Norman Mailer quien decía que el trabajo periodístico le distraía y le consumía mucha energía para el trabajo literario.

-Claro que el periodismo consume energía y tiempo, pero la familia también, el caos vial. Esa no es la historia, el tema es que todo eso está en el territorio de la palabra. A lo mejor tengo una opinión un poco exagerada, pero no creo que el periodismo pueda arruinar a un escritor.

"He escuchado en Argentina a poetas que se quejan porque tienen que vivir del periodismo -comenta Gelman, luego ríe y agrega-, pero si vivieran cargando muebles vivirían peor."'

 
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