Retrato del artista adolescente

Mozart escribió su quinta ópera cuando tenía 15 años de edad: Ascanio in alba, como un encargo de la emperatriz María Teresa para la boda de su hijo, el archiduque Fernando, con María Beatrice d'Este. Como esas nupcias eran en realidad un acontecimiento político de altos vuelos, la obra pedida debía ser, por tanto, festiva, alegórica, siguiendo las costumbres al uso y con carácter de intermezzo. Construyó así una obra monumental que recibe cuatro nombres genéricos: serenata teatral, fiesta teatral, acción teatral y pastoral.

El joven Mozart empleó un lenguaje asombrosamente variado y rico, y una disposición de elementos de amplio espectro que permiten seguir la pueril peripecia con la grata sensación de lo fluido y lo bien hecho. En 15 arias, ocho coros y tres tríos convenientemente alternados, el compositor adolescente crea un retrato de la naturaleza humana como en un mundo de ensueño donde el tiempo no existe gracias a la dosificación, al tacto instrumental, a la combinación de los timbres y la línea melódica.

Música fascinante, deliciosa, cuyas grabaciones escasean, salvo una versión lograda por la disquera Naxos y las colecciones con toda la obra de Mozart, como la que recomendamos en un Disquero anterior, una fabulosa caja de la marca Brilliant que cuesta alrededor de 3 mil pesos, o la edición integral de la marca Philips, que cuesta 24 mil morlacos, pero que venturosamente se ha fragmentado en distintas cajas más pequeñas, una de las cuales recomendamos, titulada Early italian operas (Philips) por unos 600 pesos en 13 discos, seis de los cuales contienen Ascanio in Alba.