No a represalias contra La Paz, ratifica Lula
Brasilia, 8 de mayo. Brasil ratificó hoy su rechazo a tomar "represalias" contra Bolivia a raíz de la nacionalización de los hidrocarburos decretada por el presidente Evo Morales, mientras España demandó una vez más a la nación altiplánica garantice sus inversiones en ese país.
Tras definir a su vecino como "un país infinitamente más pobre que Brasil, un pueblo más hambriento que el brasileño", el presidente Luiz Inacio Lula da Silva apeló a la "sensatez" y dijo saber que "hay gente a la que le gustaría que Brasil fuera violento", pero "nuestra política es de paz".
La postura del mandatario brasileño contrasta con la actitud expresada el fin de semana por la compañía Petrobras, que dio un ultimátum al gobierno de Bolivia para que en un plazo de 45 días defina el nuevo precio del gas natural o de lo contrario -amenazó- "el próximo paso es el arbitraje internacional en Nueva York".
Petrobras compra el gas boliviano a 3.60 dólares por cada millón de unidades térmicas británicas (BTU, por las siglas en inglés), lo que significa un descuento de más de 50 por ciento respecto de la cotización en el mercado internacional.
El ministro de Economía de España, Pedro Solbes, dijo que "desde el punto de vista del gobierno, los acuerdos deben cumplirse y en ciertos mercados o en cualquier mercado, es imprescindible contar con garantías, en cuanto a las condiciones".
Hasta antes de la nacionalización, Repsol y Petrobras controlaban 70 por ciento de las reservas de gas de Bolivia. En febrero, Repsol fue acusada por el gobierno de Morales de haber contrabandeado gas hacia Argentina y de haber registrado como propias -en el mercado de valores de Nueva York- una quinta parte de las reservas de gas bolivianas.