Usted está aquí: lunes 8 de mayo de 2006 Sociedad y Justicia El manantial de Cuautla, en riesgo de contaminarse por instalación de empresas

Construyeron una gasolinera sin los permisos correspondientes, afirman pobladores

El manantial de Cuautla, en riesgo de contaminarse por instalación de empresas

Un planta de la Coca Cola también se estableció en la comunidad por la riqueza del acuífero

Han desaparecido balnearios y los recursos hídricos se están agotando

ANGELICA ENCISO L. ENVIADA

Cuautla, Mor. Aunque está en riesgo de contaminación el manantial Cuautla-Yautepec, que abastece de agua a 80 por ciento de la población de la zona, hay innumerables irregularidades en la entrega de permisos; la manifestación de impacto ambiental se autorizó sin realizar consulta alguna, se construyó una gasolinera que mantiene movilizada y en tensión permanente a centenas de habitantes del lugar.

En uno de los acuíferos más ricos del país y el segundo en importancia del estado, donde el agua brota casi a ras del suelo, no sólo la contaminación por hidrocarburos y químicos representan un peligro inminente, sino que también se puede agotar por la operación desde hace 17 años de la planta las Margaritas de la empresa Coca Cola, a unos metros del río Cuautla, que en la producción de un litro de esta bebida desperdicia tres de líquido.

Esto constituye un caso más donde se demuestra que esta empresa, de la que fue director el presidente Vicente Fox, busca las zonas ricas en acuíferos para instalarse. Los casos más notables son San Cristóbal de las Casas y este municipio. Aquí, la planta de la refresquera abarca varios predios con pozos para abastecerse.

El agua y el clima han sido de los mayores atractivos de esta zona de Morelos, donde había balnearios asentados en los brotes naturales de los manantiales que han desaparecido, al mismo tiempo que los sitios de recreo, como ocurrió con Las Tazas, que fue popular entre los habitantes por varios años. La proliferación de gasolineras en el estado, bajo el amparo del actual gobierno estatal, mantiene en vilo un conflicto que ya lleva tres años.

Sobre el acuífero

En 2002 empezó el proyecto de la gasolinera de la empresa Millenium 3000, propiedad de Rafael Anguiano Curiel -primo del magistrado de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Sergio Salvador Aguirre Anguiano, quien fue regidor del ayuntamiento de Guadalajara por el PAN, partido en que militó. Se trata del ministro ponente que hizo una férrea defensa de Sergio Estrada Cajigal y que llevó a la Corte a invalidar la decisión del Congreso de su entidad para retirarlo del cargo, tras el escándalo de narcotráfico de varios de sus funcionarios.

Con permisos estatales que pasaron por alto diversos trámites y estudios, se instaló la gasolinera y sin la licencia correspondiente cortó árboles y trató de comenzar operaciones en Semana Santa. La estación se encuentra en la colonia Manantiales, en la esquina de las calles Insurgentes y Agua Azul, comunidad de Cuautlixco. Ahí, a 2.50 metros de profundidad, están los pozos de agua, a tan sólo cuatro calles está el río Cuautla y a 100 metros se encuentra el pozo El Calvario, de donde se extrae agua para 150 mil personas.

En agosto de 2001, el pueblo de Cuautlixco ya había rechazado el establecimiento de la gasolinera, mientras a los vecinos de la zona se les intentaba ocultar el proyecto. Sin licencia de construcción y sin la autorización de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) comenzó la obra, relata Silvia Espinosa de Jesús, del Frente por Defensa del Agua en Cuautla. Para la autorización de la MIA, de acuerdo con la ley, se debe hacer una consulta popular, lo cual no ocurrió.

En entrevista, a unos pasos de la estación, rodeada por mantas con leyendas de rechazo a la gasolinera y sobre las jardineras que los propios vecinos construyeron para evitar el acceso de los vehículos, relata que el ex presidente municipal del PRI, Neftalí Tajonar, favoreció el proyecto y, al principio, Arturo Cruz -actual regidor del PRD- se opuso, pero al final los propios abogados del ayuntamiento han entorpecido los recursos que los colonos interpusieron en contra del proyecto.

El Tribunal de lo Contensioso del estado estableció medidas precautorias a favor de la estación: entre ellas estuvo la construcción de la obra, a pesar de que no existía la licencia. Addy Rosado, quien hace guardia permanente en el campamento popular frente a la gasolinera, asegura que la licencia se otorgó sin la MIA y además el Colegio de Arquitectos de Cuautla se opuso al proyecto bajo el argumento de que violaba el uso del suelo.

Recuerda que a la entrada del gobierno perredista, el responsable de Desarrollo Urbano, Ignacio Guerra, impugnó la apertura del negocio y puso en evidencia las irregularidades y la falta de documentación: el dueño no contaba con los permisos municipales y por ello no se podía establecer el negocio.

Sin embargo, Anguiano Aranda consiguió permisos otorgados por el gobierno del estado sobre uso de suelo y la MIA fue autorizada -sin consulta popular- por la Comisión Estatal de Agua y Medio Ambiente (Ceama), cuando era presidida por Javier Bolaños, ahora candidato panista a diputado de representación proporcional.

Las relaciones del empresario con los políticos panistas es evidente: en una reunión que el candidato del PAN a la gubernatura, Marco Adame, sostuvo con éstos, Rafael Anguiano Aranda fue señalado como "empresario ejemplar". La construcción concluyó el año pasado. Alrededor de la estación hay varios árboles que desde noviembre pasado el propietario quiere cortar e incluso en la madrugada del 17 de diciembre intentó hacerlo, pero la protesta vecinal impidió que ello se concretara.

La obra en la gasolinera sigue adelante pese a los diferentes dictámenes que ha dado la Conagua, en los que reconoce que desde el momento en que se instalaron los tanques de gasolina, en la fosa que se construyó ya se había infiltrado agua. En documentación oficial se indica que la modificación de las condiciones naturales trae como consecuencia un impacto negativo al suelo, la vegetación y las aguas superficiales.

Señala que "en lo que respecta al riesgo de contaminación del acuífero por la operación de la gasolinera, éste debió ser evaluado previamente en la MIA, que el interesado debió presentar". Agrega que "las condiciones físicas del subsuelo definen una alta vulnerabilidad, tanto a la contaminación como a la afectación por interferencia entre aprovechamientos" y advierte que "la operación de la estación de servicio deberá estar condicionada a la verificación de la hermeticidad de las celdas, así como de los tanques de gasolina".

Aunque la defensa del manantial de agua comenzó como una lucha vecinal, la inconformidad se ha extendido y habitantes de colonias como Santa Rosa, Zapata y Huixtla, se han unido a las movilizaciones. A principios de junio habrá una reunión de la Asamblea Morelenses en Defensa del Agua, en la que se prevé la asistencia de las diversas comunidades de la entidad que enfrentan escasez.

Cerca del agua

El río Cuautla está a unos 100 metros de la planta las Margaritas de Coca Cola. En el paraje Sabinos, donde comienza el río, las botellas, bolsas de plástico y empaques de tetra pack bordean el cauce, en el que algunos niños y gente del lugar se baña para mitigar el calor; hay unos cuantos puestos de comida, donde los vendedores esperan con paciencia el fin de ese recreo. A unos pasos se escucha el ruido del agua que cae sobre uno de los sistemas de almacenamiento de la localidad. No hay necesidad de bombear, el líquido está casi en la superficie.

La planta se instaló en un pequeño predio y poco a poco se ha ido extendiendo a los terrenos aledaños, donde quedan sólo algunos vecinos que se resisten a deshacerse de sus propiedades. De acuerdo con el informe alternativo de la organización War on Want sobre Coca Cola, esta empresa "toma control de cada vez más acuíferos en comunidades en todo el mundo. Estas grandes reservas subterráneas pueden llegar a comprender varios kilómetros cuadrados y albergar recursos acuíferos acumulados durante cientos de años, por lo que representan un legado común de comunidades enteras".

Además, la empresa ha sido acusada porque sus actividades han causado severos desabastecimientos de agua en muchas localidades, y detalla que en Chiapas Coca Cola se prepara para tomar el control de los recursos acuíferos, por tratarse de una zona rica en agua.

Sin embargo, los canales que rodean la ciudad -conocidos como apancles- están convertidos en aguas sucias, los manantiales agotados y junto al cierre de balnearios, reflejan el abatimiento del acuífero.

 
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