Usted está aquí: sábado 6 de mayo de 2006 Política Migrantes de EU en Guanajuato exigen reconocer el trabajo de indocumentados

Enviarán una carta al Congreso de su país en favor de mexicanos sin documentos

Migrantes de EU en Guanajuato exigen reconocer el trabajo de indocumentados

MARTIN DIEGO RODRIGUEZ CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Un indocumentado centroamericano busca internarse en Estados Unidos Foto: Reuters

San Miguel Allende, Gto., 5 de mayo. En San Miguel Allende se da el fenómeno de la migración a la inversa: más de 12 mil ciudadanos estadunidenses residen permanentemente en este municipio y no comparten el trato que se da a los mexicanos en su país.

De hecho, esta comunidad enviará la próxima semana una carta al Congreso de su país para que reconsidere la posibilidad de dar "el reconocimiento legal del trabajo de los latinos en Estados Unidos", adelanta Bill Taylor, representante de la comunidad en la localidad.

En su mayoría son jubilados, algunos otros ya no quieren vivir en las grandes ciudades o simplemente "se vienen para hacer algún negocio". En promedio cada año, unos "200 estadunidenses vienen a San Miguel para conocerlo, de ellos unos 80 se quedan definitivamente", señala Taylor, quien tiene más de 10 años de residir aquí.

Actualmente es propietario de una ferretería en la que trabajan mexicanos, como en su tierra, sólo que aquí Bill es el migrante.

Durante todo el día, en las bancas de acero forjado de San Miguel de Allende se observa a quienes logran una estancia confortable en territorio mexicano.

"Aquí llegamos a buscar tranquilidad, el clima es maravilloso, las tradiciones nos conquistaron, ya somos american-mexican, porque así nos gusta llamarnos, y así ya nos conocen en nuestra tierra", comenta.

Uno que otro habla español, la mayoría su lengua de origen. Inclusive vendedores ambulantes, algunas dependencias del gobierno local, galerías, comercios y en algunos establecimientos se comunican en inglés.

"Se solicita empleada, bilingual please", dice un anuncio en una pequeña cafetería al lado de la presidencia municipal.

En las calles de San Miguel es común ver a más extranjeros que incluso sanmiguelenses. Los anuncios en la mayoría de los negocios son bilingües y aunque la moneda de uso común es el peso, el dólar también circula como moneda de cambio.

Las viejas casonas son compradas casi de inmediato por los estadunidense, la mayor parte de los negocios son propiedad de ellos.

Según las autoridades locales, la derrama económica anualmente que la comunidad estadunidense deja a la localidad casi alcanza un millón de dólares.

"Es sólo la derrama que dejan para el consumo de productos y servicios en la localidad, en compra de propiedades, pago del impuesto predial; aún no hay una cifra estimada de lo que se deja por concepto de la apertura de negocios o de las exportaciones que hacen de los productos locales, como son las artesanías o perecederos, como algunas hortalizas, dulces de leche o frutas, que también son parte del negocio que tiene la comunidad estadunidense en el municipio", explica el director de la Coordinadora de Fomento al Comercio Exterior, Guillermo Romero Pacheco.

Sin embargo, y en el contexto de la discusión sobre la reforma migratoria en el Congreso de Estados Unidos, los otros migrantes buscan influir en la decisión de su país y esperan que "se reconozca el trabajo de los mexicanos allá antes de que nos dejen la piel sin el hueso, si no hay trabajadores de este país, si no hay cultura latina, si no hay nada hispano, Estados Unidos no es nada", dice Bill Taylor.

 
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