Usted está aquí: viernes 5 de mayo de 2006 Sociedad y Justicia Admite Presidencia influencia de EU en el veto a ley sobre drogas

Lamentable, que Fox se someta a presiones externas, señalan diputadas

Admite Presidencia influencia de EU en el veto a ley sobre drogas

Mal entendido: vocero

ANDREA BECERRIL, ROSA ELVIRA VARGAS Y ENRIQUE MENDEZ

Ampliar la imagen El Departamento de Estado estadunidense festejó la decisión del presidente Vicente Fox de vetar las reformas legales para despenalizar el consumo de drogas. En la imagen, operativo contra el narcomenudeo Foto: Archivo

Mientras la Presidencia de la República aceptó que en el veto a las reformas al Código Penal Federal, al Código Federal de Procedimientos Penales y a la Ley General de Salud, que definen un marco legal para combatir la venta de drogas, influyeron las "observaciones" de autoridades de Estados Unidos, diputados priístas y perredistas cuestionaron que el presidente Vicente Fox desistiera de publicar el decreto sólo porque la administración de George W. Bush se opuso.

En la Cámara de Senadores, donde el jueves pasado se aprobó sin modificaciones la minuta de los diputados, PRI y PRD coincidieron en que ese día se advirtió que permitir la posesión de drogas, aunque fuera en cantidades limitadas, constituía la legalización de su consumo entre la población.

Desde Los Pinos, el vocero de la Presidencia, Rubén Aguilar, rechazó que hubiera presiones para el veto a las reformas y expresó que la decisión del Ejecutivo se fundamentó en "una serie de imprecisiones'' en la reforma, que podrían prestarse a malos entendidos.

Sin embargo, admitió que sí pesaron los comentarios surgidos de autoridades de Estados Unidos contra las modificaciones aprobadas por el Congreso de la Unión.

"Sobre todo se tomaron en cuenta las observaciones de autoridades estadunidenses, de algunos actores de la vida social y política de Estados Unidos'', y fueron determinantes, apuntó, las posiciones de grupos de la sociedad mexicana, de médicos, de padres de familia, de actores de la sociedad civil que se expresaron de manera contundente y muy precisa a través de la Secretaría de Salud, la PGR y las secretarías de Gobernación y de Educación Pública.

Aguilar ratificó que hay bondades en las modificaciones, sin embargo declaró que "había -hay, en realidad- una serie de imprecisiones que se prestaban a malos entendidos como, por ejemplo, el que se legalizaba de manera total el consumo de las drogas, cosa que no es así'', pues el precepto se adaptó para combatir "de manera más contundente'' el problema de la drogadicción y del crimen organizado, en su modalidad de narcomenudeo.

Por ello, justificó, la Presidencia formulará "en tiempo y forma'' modificaciones y observaciones "puntuales" para que sean retomadas por los legisladores, siempre, insistió, "en el entendido de que se trata de una ley muy importante y muy positiva''.

Sin embargo, los diputados aclararon que no se trata de legalizar el consumo de drogas, sino de sancionar a quienes trafican con éstas en dosis superiores a las definidas en la reforma.

El presidente de la Comisión de Seguridad Pública, Jorge Uscanga, lamentó que el gobierno foxista presionó al Congreso para aprobar su iniciativa, para desentenderse del combate al narcomenudeo, y que recula con sólo "una tosida o un reclamo de Estados Unidos".

Las diputadas perredistas Eliana García y Cristina Portillo, de las comisiones de Justicia y Defensa, lamentaron que Fox "claudique y se someta a presiones externas", y que la reforma, surgida de una iniciativa suya, ahora sea impugnada por él mismo sólo "para complacer" a Estados Unidos.

También el diputado del PAN Pablo López explicó que el objetivo de la reforma no es el de fomentar el consumo de drogas, sino combatir su venta en las calles, así como establecer las obligaciones para el Estado de rehabilitar a los adictos y permitir que las autoridades estatales y municipales tengan facultades para perseguir el narcomenudeo.

En el Senado, César Raúl Ojeda recordó que se advirtió sobre la posibilidad de legalizar el consumo de drogas, y el PAN deploró que con su decisión, el Presidente invalide la reforma.

El senador priísta Humberto Roque Villanueva dijo que la urgencia de contar con un marco legal que permitiera frenar el narcomenudeo hizo que la minuta se aprobara en sus términos, y lamentó que con el veto foxista permanezca un fenómeno que el gobierno no quiere reconocer, la brutal corrupción en las policías que extorsionan a jóvenes adictos.

Jorge Zermeño, presidente de la Comisión de Justicia, dijo que si bien fue "un error", al aceptar el término consumidores, incluido por los diputados en lugar de farmacodependientes, esto se subsanaría con una iniciativa ya preparada. Sin embargo, ahora, recalcó, toda la reforma se frena, lo que es grave frente al crecimiento de la venta de drogas a jóvenes y niños.

Nueva York, 4 de mayo. El gobierno de George W. Bush felicitó hoy al de Vicente Fox Quesada por su capitulación ante la posición de Washington respecto a la ley mexicana sobre drogas. Mientras, el embajador mexicano acudió a la Casa Blanca para escuchar las palabras del mandatario estadunidense celebrando el 5 de mayo y el espíritu de independencia que esa fecha expresa en el país del sur.

El Departamento de Estado dio la bienvenida a la decisión de Fox para detener una nueva ley mexicana que despenaliza la posesión de pequeñas cantidades de drogas empleadas para el consumo personal, después de que el gobierno de Bush expresó su oposición en conversaciones con sus contrapartes mexicanas.

Sean McCormack, vocero del Departamento de Estado, informó: "nosotros, por supuesto, compartimos nuestras posiciones con el gobierno mexicano sobre este asunto antes de este anuncio. Hubo reuniones aquí en el Departamento de Estado, y supongo que hubo reuniones en otras partes de Washington... es un anuncio muy bien recibido". Fox, indicó McCormack, reafirmó que la posesión y consumo de drogas son delitos, y repitió que ese fue un mensaje bien recibido por el gobierno de Bush. Agregó que la cooperación de México con Estados Unidos en la lucha antinarcóticos ha sido "muy buena".

Mientras se hacían estas declaraciones, se realizaba una ceremonia para celebrar el 5 de mayo en la Casa Blanca, donde estaban presentes el embajador de México en Washington, Carlos de Icaza, y su contraparte estadunidense, Antonio Garza. Bush explicó a los congregados que esa fecha conmemora la batalla de Puebla, donde los mexicanos "defendieron su independencia... por eso es un día de orgullo especial para los ciudadanos de México, pero también para los estadunidenses. Es un recuerdo de la herencia orgullosa que compartimos con nuestros vecino al sur".

Bush elogió la relación bilateral y sus valores y comercio. "Creemos en los ideales de la libertad e independencia que representan el 5 de Mayo", afirmó. Hizo un reconocimiento a las contribuciones de los mexicanoestadunidenses a la sociedad, economía y cultura de este país, y señaló que unos 600 mil mexicanoestadunidenses son veteranos de guerra de las fuerzas armadas estadunidenses.

El presidente señaló que este 5 de mayo -día designado en Estados Unidos para celebrar la herencia mexicana y los mexicanoestadunidenses en este país- también será festejado "con música tradicional, y comida mexicana bastante buena también... nos recuerda de cierta manera a Texas ¿o no, embajador?"

No quedó claro a cuál embajador se refirió.

 
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