Los mensajes del PAN son de guerra, dice
Las campañas negativas trastocan la democracia: Meyer
Las campañas negativas que se desarrollan en el actual proceso electoral hacen referencia a la defensa de lo antiguo, apelan al sentido último del conservadurismo de la sociedad mexicana con el señalamiento de un que un cambio es peligroso, y trastocan el sentido de lo que es democracia política, además de que introducen un elemento de ilegitimidad en la competencia.
Lo anterior afirmó ayer en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) el politólogo e investigador de El Colegio de México Lorenzo Meyer, al participar en el foro Elecciones 2006: evaluación de las campañas negativas, organizado por los colectivos estudiantiles Impulso Universitario y Jóvenes en Defensa del Voto, en el auditorio Alfonso Caso. Agregó que en ese tipo de campañas, como la que atraviesa Andrés Manuel López Obrador, se presenta al aspirante presidencial contrincante ya no como contendiente, que en una justa democrática ofrece un programa, sino como alguien que, de ganar las elecciones, llevará a la nación al hundimiento.
Sin presentarlo abiertamente, insistió, esta lógica deja la cadena de razonamiento para seguir hasta su fin: si este individuo llega a ser presidente, "nos hunde", y quien comete esa acción "es un traidor". Entonces -añadió- partidos como Acción Nacional mandan el mensaje de que ésta no será una elección sino una guerra".
Para el académico, las campañas electorales negativas son "extraordinariamente dañinas" para el contenido central de una elección: la personalidad del candidato, su proyecto y biografía. Sostuvo que la campaña negativa del PAN, principalmente contra López Obrador, a semejanza de las que se dan en Estados Unidos y otras naciones, apela al miedo mediante espots de televisión que no dicen mucho, pero muestran que con candidatos como el del PRD el país "iría a su caída y destrucción".
Comentó que ese tipo de campañas se desarrollan ahora en una sociedad como la mexicana, que no tiene experiencia electoral y, en cambio, mantiene valores muy conservadores, con tradición colonial.