Afirma Juan Somavia que de seguir esa tendencia se erradicará para 2016

Reducción de 36.4% del trabajo infantil en México y Brasil: OIT

Minería, servidumbre, industria pesada, comercio sexual, entre las peores formas de ocupación

Crecimiento alarmante en Africa subsahariana aunado al aumento demográfico y del sida

KYRA NUÑEZ CORRESPONSAL

Ginebra, 4 de mayo. La reducción "en forma sustancial" del trabajo infantil en México y Brasil (36.4 por ciento) -donde vive la mitad de los niños latinoamericanos- dan fe del declive generalizado como tendencia real para la erradicación de las peores formas de trabajo infantil, reveló hoy la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

"De continuarse este ritmo, la eliminación del trabajo infantil estará al alcance en 2016", aseguró el director general de la OIT, Juan Somavia.

A cuatro años del primer informe global sobre el trabajo infantil, este segundo documenta que por vez primera se ha registrado una reducción tanto en términos absolutos como relativos, teniendo a América Latina y el Caribe como la región donde se dieron los progresos más importantes con una baja global de dos tercios en cuatro años; actualmente sólo 5 por ciento de la infancia trabaja.

Al otro extremo se tiene al Africa subsahariana, donde el porcentaje es "alarmantemente elevado" y aunado al crecimiento demográfico y a la epidemia del sida.

Brasil fue designado el ejemplo que ilustra la posibilidad real de evitar que la infancia deje de lado la educación y el disfrute y en la región, México fue el otro país donde el trabajo infantil se redujo en forma sustancial, aunque éste al igual que Estados Unidos (dos países con una población infantil cuantiosa), no han ratificado el Convenio número 138: sobre la edad mínima (1973) pero sí el 182: Convenio sobre las peores formas de trabajo infantil (1999).

La OIT ha identificado como las peores formas de trabajo: minería, servidumbre, industria pesada, comercio sexual, producción de grava y recolección de basura, entre otros.

Tendencia mundial a la baja

En 2004, había en el mundo aproximadamente 317 millones de niños económicamente activos de cinco a 17 años; 218 millones podrían considerarse niños trabajadores y de éstos, 126 millones realizaban trabajos peligrosos. El declive, comparado con los datos de 2002 es de 11 por ciento pero lo más impactante es la reducción en el caso de los trabajos peligros donde cayó en 26 por ciento entre los niños de cinco y 17 años, y de 33 por ciento en el grupo de cinco a 14 años.

La incidencia del trabajo infantil en 2004 se calcula en 13.9 por ciento comparado con 16 por ciento en 2000 -la proporción de niñas y niños no cambió pues siguen siendo los niños los más expuestos-. La disminución ha sido fundamental en las tres categorías de trabajo: agricultura, industria y servicios.

De mantenerse este ritmo, en un decenio la erradicación de las peores formas de trabajo infantil podría ser una propuesta viable; entre las razones para ese logro la OIT presume el compromiso internacional para la abolición y la aceptación de políticas acordes.

El segundo informe global, de tono moderadamente optimista, sobre La eliminación del trabajo infantil: un objetivo a nuestro alcance, incluye también el progreso del Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC, por sus siglas en inglés) creado en 1992 y brazo operativo del objetivo institucional en el que se han invertido 350 millones de dólares, permitiendo la consecución de programas específicos en países necesitados de apoyo como ha sido México en el campo de la erradicación de la explotación sexual comercial.