CIUDAD PERDIDA
Foxismo: seis años de desgobierno
Régimen al servicio de la globalización
Calderón, el continuador
LA INGOBERNABILIDAD manifiesta en los hechos violentos que ocurren en el país contrasta, se quiera o no, con el activismo a favor del candidato panista a la Presidencia de la República que día con día expresa Vicente Fox, quien amenaza a la gente con advertencias constantes de futuros inciertos si Felipe Calderón pierde la elección del 2 de julio próximo.
PARA FOX no hay reposo en el trabajo proselitista, lo que muestra, a todas luces, que la intención del guanajuatense no ha sido gobernar para todos los habitantes del país, sino servir a Acción Nacional y, primeramente, a los intereses de los grandes consorcios de la globalización.
EL DESCUIDO, la omisión manifiesta de Vicente Fox por los grandes problemas del país y su constante preocupación por dejar en la Presidencia a otro de su mismo signo político ha provocado que el principio de autoridad, que debería residir en su investidura, se haya perdido.
Y ENTONCES la violencia. Fox y su partido se han manchado las manos de sangre, porque frente a la imposibilidad de imponer su autoridad, sólo les queda el camino de la represión como respuesta, también, a la ausencia total de acuerdos para alcanzar la gobernabilidad.
FOX NO gobierna, no ha gobernado para todos los mexicanos. Felipe Calderón tampoco lo haría en el caso de que fuera electo.
A FOX no le importan los muertos por la inseguridad creada en la guerra del narco, tampoco los obreros sobrexplotados, no le interesa reforzar las instituciones del Estado mexicano que por mandato constitucional deberían brindar los mínimos de bienestar. A Calderón tampoco.
MEXICO ARDE en Guerrero, se desangra en el norte, se empobrece cada día más en el sur, se despuebla en el centro, pero la recomendación de Vicente Fox es: seguir por el mismo camino, "por lo seguro".
Y UNO se pregunta si el "mismo camino" que sugiere es el de los muertos pobres, el de la represión, el de los expulsados de su tierra, el de los que delinquen por hambre, el de los que encuentran en la violencia la fórmula de salida a su desesperación, porque si ese es el camino, apoyar a Calderón es algo así como un acto de suicido masivo.
DEJENME RECORDAR algo que señala, sin discusión, cuál es el proyecto de Calderón para dar empleo a los jóvenes mexicanos. Dijo Calderón que la policía de la ciudad de México, y podría decirse que de todo el país, estará conformada por licenciados en leyes, arquitectos, médicos, en fin, profesionistas que en su gobierno, en el caso de que ganara la elección, tendrían como máxima aspiración en el país ser un uniformado, claro, de azul.
Y ESTO porque en el proyecto de empleo que proclama Calderón, como alguna vez lo hizo Fox (hay que recordar la promesa de un millón de empleos por año), y haciendo uso de la realidades del gobierno, los empleos que promete seguramente están de otro lado de la frontera, porque aquí, por más que diga, la incapacidad panista para dar certidumbre a ese tipo de promesas no tiene ningún respaldo.
EN FIN, y si por último les dijéramos que si hacemos caso a la voz que nos asegura que el triunfo de los debates está en el posdebate, tendríamos que creer que quien gane la elección debería ir a una poselección, para que la tele nos dijera quién es el verdadero triunfador.
Y ES que en esto del mercado, los dueños de la pelota no quieren perder ni un centavo, y vea usted si no. En los debates -dos horas sin anuncios comerciales-, los empresarios no ganan ni un centavo, pero en el posdebate se abren los tiempos suficientes para que cada uno de los actores de tal comedia, o casi todos, se lleven su tajada. Ese, en realidad, es el triunfo.
TOTAL, EL país está en el desgobierno que provoca un tipo que pretende que su forma de vender al país se perpetúe hasta que no quede nada de México, y ya escogió a quien le debe hacer el trabajito, bueno, eso si nos dejamos.