Preocupa a cardenales la integración de la comisión que evaluará iniciativas de ley
Cabildea la Iglesia en Washington la legalización de indocumentados
Washington, 28 de abril. Cardenales católicos desayunaron el viernes con el asesor presidencial Karl Rove en la Casa Blanca y se reunieron luego con senadores demócratas en busca de garantizar que la legalización de millones de indocumentados sobreviva a la conciliación de dos proyectos de reforma migratoria entre ambas cámaras del Congreso.
La integración de la comisión bicamaral, que deberá compaginar el draconiano proyecto de ley migratorio aprobado por la Cámara de Representantes en 2005 y uno más amplio y moderado que el Senado deberá analizar en mayo, es clave para lograr la legalización de los indocumentados, a la que se oponen los legisladores más conservadores.
En el desayuno con Rove "expresamos nuestra preocupación sobre la conformación de la comisión", señaló el cardenal de Los Angeles, Roger Mahoney, a periodistas en el Congreso.
"Eso será crítico para compaginar las versiones de la Cámara y del Senado en un proyecto de ley que realmente ayude a resolver nuestros problemas", añadió Mahoney, acompañado por el cardenal de Washington DC, Theodore McCarrick, tras reunirse con el líder de la minoría demócrata en el Senado, Harry Reid, y sus colegas demócratas Edward Kennedy y Richard Durbin.
Mahony sostuvo que Rove "respondió muy bien" al planteamiento de los cardenales. Garantizó el apoyo del presidente George W. Bush al acuerdo bipartidista, y coincidió en que "tener un proyecto de ley débil que no cubra todas las bases y resuelva todos los problemas no nos va a ayudar a largo plazo", señaló.
El texto a considerar en el Senado prevé aumentar la seguridad fronteriza, otorgar visas temporales de trabajo a extranjeros para empleos poco calificados y legalizar a parte de los 12 millones de indocumentados que se estima residen en Estados Unidos.
La Cámara de Representantes aprobó un proyecto de ley en 2005 que convierte a los indocumentados en criminales y prevé construir un muro de más de mil kilómetros en la frontera con México.
"Quiero un proyecto de ley amplio. Creo que podemos lograrlo", dijo Bush el viernes en una conferencia de prensa.
Reid ha sugerido que la conciliación sea llevada a cabo por los legisladores que integran la Comisión Judicial, e indicó que espera la respuesta del líder de la mayoría republicana, Bill Frist, para el próximo lunes o martes.
"Tenemos que ser protectores (de una reforma migratoria amplia, que contemple la legalización de indocumentados) en la conferencia y lo seremos", prometió.
El líder demócrata declaró que esta vez no pondrá trabas a que los senadores más conservadores presenten a votación enmiendas al acuerdo cuando el texto llegue al pleno, lo cual provocó el fracaso de un compromiso el pasado 7 de abril.
"Si quieren votaciones sobre las enmiendas sufragaremos. Las enmiendas 'asesinas' (del acuerdo) fracasarán", confió Reid, quien temía que esas disposiciones cambiaran el espíritu del pacto.
Tanto los cardenales católicos como los demócratas declararon su oposición al paro nacional del primero de mayo, convocado por grupos de migrantes, que piden a latinos y otros extranjeros faltar a la escuela y al trabajo, así como abstenerse de comprar y vender productos de este país.
"Cualquier acción o estrategia que pueda traer consecuencias negativas de algún tipo no nos ayuda a que se apruebe la legislación que necesitamos", destacó Mahoney.
"Creo que tendremos mejores resultados si la gente trabaja, si los estudiantes van a la escuela y pasan tiempo el lunes aprendiendo más sobre el tema migratorio, quizás escribiendo cartas a sus representantes en la Cámara baja y en el Senado", añadió.