Usted está aquí: martes 25 de abril de 2006 Política "Requerimos un gobierno de coalición con otros partidos"

Entrevista a ENRIQUE GONZALEZ PEDRERO, POLITICO

"Requerimos un gobierno de coalición con otros partidos"

La política también une, no solo es trampa y transa

Para el tabasqueño las encuestas han venido a sustituir otras características de los políticos: la intuición, la inteligencia y la sensibilidad. Hoy se analizan los resultados de estos estudios y por ahí se avanza, señala

ARTURO CANO

Ampliar la imagen El asesor del candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, en entrevista con La Jornada Foto: Jesús Villaseca

La larga lista de cargos que ha tenido Enrique González Pedrero -de director de la hoy Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM a gobernador de Tabasco- sólo es equiparable a su voluminosa obra publicada. Por estos días circula su más reciente libro, titulado La cuerda tensa (FCE), donde reúne ensayos y apuntes de tres lustros, escritos con finalidades diversas, desde una entrevista televisiva hasta su participación en un foro en el extranjero.

"¿Sirve todavía para algo la política en esta época tecnocrática, global, videoadicta y ruidosa?", se pregunta en las páginas iniciales del título. Y en poco más de 300 páginas va hilando las posibles respuestas.

En entrevista con este diario, el político tabasqueño habla de algunos temas sugeridos por su más obra reciente.

-Una frase atribuida a Guillermo Martínez Domínguez: "¿Para qué queremos escuela de cuadros si tenemos al Partido Comunista?"

-La escuela de cuadros era muy importante en la medida en que se iba formando una plaza aun antes de entrar a la política. En buena medida el gobierno que integré (en Tabasco) se hizo con muchachos que habían estudiado en el Instituto de Capacitación Política, del PRI. Eran jóvenes que sabían cómo se hacía un discurso, cuál era la ideología de la Revolución Mexicana, cuál debía ser la postura frente a diversos problemas, cómo se resolvían éstos sabiéndolos plantear. A veces me llevaba a los muchachos a las giras para que observaran cómo se manejaban las cosas en un mitin, quiénes y por qué subían a un presídium. Cuando estos muchachos pasaban a ser diputados o presidentes municipales ya tenían una idea de lo que iban a enfrentar.

Necesitamos un primer ministro

En uno de los textos finales de La cuerda tensa, el ex gobernador de Tabasco propone que el próximo presidente de la República -espera que sea Andrés Manuel López Obrador, de cuyo equipo forma parte- cuente con la colaboración de una suerte de jefe del gabinete presidencial.

Inspirado en la cuarta república del general francés Charles de Gaulle, González Pedrero sostiene: "tenemos un secretario de Gobernación que en otras épocas fue coordinador del jefe del gabinete y podría desempeñar un papel semejante al de primer ministro".

La idea, sigue el tabasqueño, es quitarle "bastante peso cotidiano a la función presidencial. Entonces el Presidente podría dedicarse a tres funciones primordiales sin descuidar el go-bierno: la seguridad interior, el cuidado de la soberanía y la política internacional".

Se trataría, asegura, de "re-partir las tareas de gobierno y dejar la cosa cotidiana al secretario de Gobernación, como la ha tenido de facto en buena medida, aunque en unos regímenes más y en otros menos. No se crearía otra figura, sino que se repartirían funciones en el mis-mo sistema".

Otra de las claves de las reformas que propone González Pedrero tiene que ver con la sobada parálisis que surge del Congreso dividido, "que va a subsistir mientras tengamos el actual sistema de partidos".

En resumen, el ex gobernador de Tabasco sugiere que los partidos, según la votación que obtengan en la elección presidencial, ocupen posiciones en el gabinete. "Los partidos podrían sugerir nombres de personas para ocupar determinadas secretarías en ese gobierno de coalición, pero sería el Presidente quien escogería de entre ellos."

De ese modo, sostiene González Pedrero, se pondría fin a los diferendos entre poderes.

"Si los partidos están representados en el Poder Ejecutivo es obvio que no van a tener el mismo comportamiento que han mostrado hasta este momento en el Poder Legislativo. Tendrían que pensar en un gobierno de unidad, y en lo que conviene, no al partido, sino al país".

-Con las dosis de "cabeza, corazón y carácter" de quienes pueden ser presidentes, ¿cree que alguno estaría dispuesto a ensayar esta fórmula?

-Debieran estarlo, pues lo que importa es el todo y no la parte. Siempre se ha dicho que un buen político requiere de cabeza, corazón y carácter (en el libro atribuye esa trilogía a Jesús Reyes Heroles). Yo le añado una c más, que es la circunstancia, porque se puede tener cabeza, corazón y carácter, pero si las circunstancias no ayudan...

De encuestas y candidatos

-En estos tiempos, a las tres c hay que añadir la e de encuesta.

-Bueno, (las encuestas) han venido a sustituir un poco a otras características de la política: la intuición, la inteligencia, la sensibilidad. Todo esto hacía que un político supiera qué camino seguir en un panorama incierto. Ahora, como todos los días se hacen encuestas, nada más es cosa de analizar lo que dice la encuesta sobre tal cosa y por ahí nos vamos. Claro, a veces las encuestas fallan, o la metodología no es adecuada.

-Los mismos encuestadores dicen que se les da demasiada importancia.

-Tienen razón. La encuesta es un indicador, como un letrero en una carretera, pero el sentido del conductor juega su papel, porque a veces no hay letreros y, sin embargo, la experiencia del conductor le indica si va por el camino correcto. Antes la sensibilidad del político era muy importante. Lázaro Cárdenas, por ejemplo, no hizo encuestas para ver si la mayoría del pueblo estaba de acuerdo con la expropiación petrolera, que ha sido factor fundamental del sustento económico del país. Por su parte, Plutarco Elías Calles creó el sistema político mexicano un poco conforme a su experiencia y sensibilidad, conforme a las tres c famosas...

Crítico del gobierno gerencial que encabeza Vicente Fox, González Pedrero afirma que aunque cada vez parecen diluirse las fronteras entre los gobiernos y las empresas, es preciso rechazar que la tarea pública puede realizarse como si se administrara un negocio.

-Usted habla del gabinetazo, pero curiosamente los tres principales candidatos presidenciales comenzaron en la política prácticamente desde niños.

-Todos, en contraste con la trayectoria de Vicente Fox. Eso debiera ayudar a que las cosas, por donde resulten, sean mejor en la medida en que los candidatos están más cerca de lo que es la política, con lo que ocurrió antes. A veces un candidato tiene éxito a contrario sensu, digamos, manejando justamente la idea de que 'yo no soy político, pido su voto porque yo nunca me he metido en trácalas, trampas, espero que me tengan confianza y verán los resultados'. Ese es un argumento que maneja la gente que no se ha dedicado a la política, utilizando a la política como si fuera maldad, como si fuera diabólica. La política no sólo es la trampa, la transa.

-¿Cómo anda el orgullo nacional tabasqueño con sus dos candidatos a la Presidencia?

-Los tabasqueños están orgullosos de tener dos candidatos y de saber que alguno puede llegar al poder. Nunca hemos tenido un presidente de la República. La parte negativa es la polarización. Ojalá que quien gane -aunque yo espero que gane mi candidato- junte aquello que se ha separado. Siempre he pensado que la mejor política es la que une. Aquí esto se ha ido dando por circunstancias, pero si hay una circunstancia favorable, qué mejor que un tabasqueño llegue a la Presidencia para volver a unir al estado. Aunque no nada más a Tabasco, sino a todo el país.

 
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