Detienen en histórica redada a mil 187 trabajadores en 26 plantas de una empresa
Anuncia EU nueva ofensiva contra inmigrantes indocumentados
El programa permite identificarlos y proceder a su deportación, dice Michael Chertoff
También se castigará a empresas que los empleen y a bandas de traficantes, advierte
Ampliar la imagen Un niño ondea una bandera mexicana durante una manifestación contra la iniciativa Sensenbrenner afuera del edificio del ayuntamiento, en Hobbs, Nuevo México Foto: Ap
Washington, 20 de abril. El secretario estadunidense de Seguridad Interna, Michael Chertoff, anunció hoy una "nueva estrategia" para hacer cumplir las leyes de migración mediante un programa de tres puntos: permite identificar y proceder a la deportación de indocumentados, castigar a empresas que los empleen y a bandas de traficantes.
La serie de acciones fue develada un día después que la dependencia realizó la mayor redada laboral en la historia de Estados Unidos, en la que fueron arrestados mil 187 indocumentados que trabajaban para la empresa IFCO en 26 estados de este país.
Al explicar a la prensa la operación y la nueva estrategia, el funcionario negó que sea un acto de represalia contra las cientos de miles de personas que han celebrado manifestaciones en más de 100 ciudades en busca de una reforma migratoria.
"La investigación empezó hace más de un año -dijo en referencia a la redada en IFCO-, mucho tiempo antes de que nadie participara en las manifestaciones", precisó Chertoff.
Van contra criminales y pandilleros
En su primer punto, la estrategia prevé identificar y deportar a indocumentados criminales, fugitivos y a quienes han violado los términos de su visado en Estados Unidos.
Seguridad Interna estima que unos 630 mil extranjeros cometen delitos al año, otros 590 mil son fugitivos por ignorar sus órdenes de deportación y unos 164 mil más han permanecido en Estados Unidos tras la expiración de su visado.
Otro grupo que será blanco de la estrategia es el de los indocumentados que representen un riesgo a la seguridad nacional de Estados Unidos, especialmente miembros de pandillas.
Hasta el momento, según datos oficiales, han sido arrestados más de dos mil 400 presuntos pandilleros.
Las redadas no han incluido el campo agrícola del sureño estado fronterizo de California, donde existe una amplia porción de mano de obra sin documentos, pero Chertoff señaló a la prensa que ningún sector estará excluido.
Disuadir la contratación
En segundo lugar, la estrategia se concentra sobre las empresas que emplean a los inmigrantes indocumentados en gran escala, a través de un nuevo esquema que las acusa de cargos criminales y no administrativos, con la finalidad de disuadir la contratación.
Este punto tiene como objetivo a empresas que explotan extranjeros ilegales, y que han adoptado como modelo de negocios la violación de las leyes de migración, subrayó.
El nuevo enfoque permitió el año pasado el arresto de 127 personas en casos criminales y el decomiso de 15 millones de dólares.
En su último punto se ataca la infraestructura de apoyo a la inmigración ilegal, en especial a las bandas de tráfico de drogas y de indocumentados, luego de que en 2005 hubo dos mil 358 casos contra presuntos traficantes.
Chertoff señaló que las oficinas de su departamento en más de 50 países, cuyos nombres no proporcionó, unirán recursos para identificar a las bandas de traficantes en coordinación con otras agencias policiales.
Siete gerentes de IFCO, detenidos
El miércoles, por lo menos siete gerentes de la empresa de fabricación de tarimas IFCO, con plantas en 26 entidades de Estados Unidos, fueron arrestados junto con mil 187 inmigrantes ilegales que laboraban en ellas, en lo que ya es considerada la mayor redada efectuada en este país en los años recientes.
Los detenidos, en su mayoría de origen mexicano, prestaban sus servicios en las plantas de Arizona, Alabama, Arkansas, California, Colorado, Florida, Georgia, Illinois, Indiana, Louisiana, Massachussets, Michigan, Minnesota, Mississippi y Missouri, entre otros estados.
Los arrestos comenzaron el miércoles debido a una investigación realizada desde febrero de 2005, pero que hasta la mañana de este jueves se informó de manera oficial por parte del Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos.
Los "empleadores" enfrentan cargos por conspirar para transportar, albergar e inducir a los ilegales a vivir en esa nación para una ventaja comercial y una ganancia privada, con una pena máxima de 10 años de prisión y multa de 250 mil dólares.
"Empleadores y trabajadores por igual, deben estar enterados de que el status quo ha cambiado", declaró Chertoff.
"Estas acciones demuestran que este departamento no tiene paciencia para empleadores que toleran o perpetúan una economía en las sombras", advirtió.