Usted está aquí: lunes 17 de abril de 2006 Política Guerras preventivas y energéticos

Gonzalo Martínez Corbalá

Guerras preventivas y energéticos

Estados Unidos lanzó en Irak el pasado 16 de marzo la mayor ofensiva militar registrada desde la invasión que dio inicio a la guerra preventiva, cuyas consecuencias hasta ahora no se han terminado de evaluar, pero ya se puede afirmar que inmediatamente se estableció una estrecha relación entre la nueva doctrina de seguridad nacional y la guerra preventiva a través de situaciones como la que se da en Irán precisamente, con su política ya anunciada por su joven presidente, Mahmud Ahmadinejad, de reanudar su programa de enriquecimiento de uranio para fines pacíficos, lo cual no es aceptado por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), cuyo director Mohamed el Baradei, después de realizar algunas gestiones en Teherán para tratar de disuadir a los gobernantes iraníes de que suspendieran su programa nuclear, finalmente se alineó con el gobierno estadunidense y con la misma Organización de Naciones Unidas para exigir a Irán que cancele su aspiración de obtener uranio enriquecido. Con carácter definitivo, George W. Bush, basado en la estrategia nacional de seguridad, revisada por primera vez desde que se inició la guerra en Irak, considera que este programa de enriquecimiento de uranio pone en peligro la seguridad nacional de Estados Unidos, patrocina el terrorismo, amenaza Israel y trata de alterar la paz en Oriente Medio y la democracia en Irak.

Como quiera, el gobierno iraní reiteró su voluntad de continuar con su programa de enriquecimiento de uranio, a pesar de las advertencias, tanto del gobierno estadunidense como de la OIEA, pero las cosas se complicaron inmediatamente, pues a consecuencia de todo esto el pasado jueves el precio del petróleo en el mercado internacional alcanzó una cifra récord de 71 dólares por barril, superando las que había venido registrando en los años críticos de 2004 y 2005, habiéndose mantenido en un alto nivel, nunca previsto por los analistas ni los gurús, puesto que esta vez el shock petrolero no se debió a situaciones críticas de la relación entre la oferta y la demanda, como en otras ocasiones, sino a un nuevo ingrediente que ya adquirió carta de naturalización permanente, debido a la larga duración del shock que se ha convertido en incontrolable, incluso para la OPEP, y que si bien ha llenado las arcas de las grandes empresas petroleras, que tienen ahora el problema de cómo invertir ganancias nunca antes vistas: Saudi Arabian Oil Company (Aramco), por ejemplo, cerró su balance de 2005 con utilidades de 100 mil millones de dólares. La bonanza ha generado otros problemas.

El mercado internacional del petróleo, que ya antes de 2004 siempre fue considerado muy volátil, es decir, sensible en extremo a muchos y muy complejos factores, las más de las veces imponderables, en la actualidad podríamos afirmar, sin exagerar, que es verdaderamente explosivo, no solamente volátil, como queda demostrado ahora con los efectos del conflicto Irán-EU, que de inmediato ha producido un efecto importante al motivar nuevamente el alza del precio del energético fósil llevándolo a nuevos récords, como efecto secundario de factores completamente ajenos a la producción y a la demanda, aunque no deja de estar implícita la angustia comercial que genera el hecho de que pudiera llegar a desatarse una nueva guerra preventiva, como la de Irak, y por lo mismo, entonces sí, se diera el caso de una escasez de petróleo y de gas en el mercado.

Irán es el segundo poseedor de reservas probadas de petróleo en la OPEP, con 132.5 miles de millones de barriles, solamente después de Arabia Saudita con 262.7 miles de millones de barriles, y lo mismo como productor, con poco más de 4 millones de barriles diarios de crudo. Por lo que se refiere a productos refinados, de nuevo es el segundo productor del golfo Pérsico en la OPEP, con un millón 624 mil barriles de destilados diarios. Pero siendo tan importante Irán, como es en el mundo del petróleo crudo, y de los destilados, su importancia es todavía mayor tratándose de reservas probadas de gas natural, el combustible del futuro muy próximo, pues tiene en su subsuelo 27.50 billones de metros cúbicos, y en este caso está incluso por encima de Arabia Saudita, que posee 25.78 billones de metros cúbicos. Esto lo coloca como segundo poseedor de reservas de gas a escala mundial, después de Rusia y arriba de Qatar, que es el tercero. La Federación Rusa es poseedora de 48 billones de metros cúbicos de gas.

Si Irán continuara resistiéndose a aceptar las advertencias de que debe renunciar a lo que hasta ahora ha venido considerando un derecho legítimo -enriquecer uranio y continuar con sus programas de desarrollo nuclear, que le han hecho ya Estados Unidos, Europa (UE), la ONU y la OIEA-, las tensiones que se agrava-rían sin duda, sumadas a la situación ya de suyo difícil que se plantea por la proximidad del verano, por la capacidad insuficiente de refinación a nivel mundial, debido al aumento de la demanda de los automovilistas y de las refrigeraciones y de los aires acondicionados, especialmente al norte del ecuador, que parecen inevitables, y con ello la muy probable elevación de los precios de los combustibles, petróleo y gas, que ya de por sí están actualmente en tan altos niveles.

Todo ello podría llevar al mundo a una crisis por estancamiento de la economía, en tanto que las grandes empresas petroleras seguirían enriqueciéndose y empleando su dinero líquido en inversiones distintas al del interés general, como podría considerarse, sin duda, el de la reposición de sus reservas que seguirán agotándose mientras no se invierta más dinero en la exploración y la perforación.

La seguridad nacional de Estados Unidos y la solución que ha planteado recientemente, confirmada durante la primera revisión después de la invasión de Irak, la guerra preventiva se ve claramente que no implica la seguridad mundial, y en consecuencia puede revertirse en contra de quienes la alientan, si se ve con una visión más amplia el problema y si no se excluye de las consideraciones fundamentales al resto del planeta.

 
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