Usted está aquí: lunes 17 de abril de 2006 Política Lejanas quedarán las metas del actual gobierno sobre explotación de bosques

La producción forestal se redujo en más de 22 por ciento, aseguran productores

Lejanas quedarán las metas del actual gobierno sobre explotación de bosques

El déficit de la balanza comercial del sector aumentó a 4 mil millones de dólares

MATILDE PEREZ U.

Ampliar la imagen Sólo 12 por ciento de los casi 142 millones de hectáreas de bosques y selvas cuentan con un programa de manejo sustentable, aseguran organizaciones de productores del sector * Cristina Rodríguez

El gobierno foxista declaró como un asunto de seguridad nacional la protección y explotación sustentable de los bosques; sin embargo, a pocos meses de que concluyan los resultados, quedarán muy lejos de las metas: sólo 12 por ciento de los casi 142 millones de hectáreas de bosques y selvas cuentan con un programa de manejo; la producción forestal se redujo en más de 22 por ciento, y el déficit de la balanza comercial es equivalente a 20 veces al presupuesto federal para el sector.

Los datos son contundentes. En el Plan Nacional Forestal se había establecido que la producción forestal para este año llegaría 12 millones de metros cúbicos; sin embargo, las cifras muestran que difícilmente se logrará el objetivo, ya que el año pasado se produjeron menos de 7 millones de metros cúbicos, dos millones de metros cúbicos menos al volumen que se registró en 1998.

El déficit de la balanza comercial del sector aumentó a 4 mil millones de dólares, es decir, el balance desfavorable para el país se incrementó cuatro veces en siete años.

"Las promesas de uso sustentable de los bosques resultan a todas luces demagógicas y triunfalistas, ya que los recursos forestales están deteriorándose a un ritmo alarmante y es preocupante que 88 por ciento de los terrenos forestales del país no tienen instrumentos de planificación", destaca el Grupo Bosques (G-Bosques), integrado por 15 organizaciones de productores forestales, ambientalistas e investigadores, en su propuesta Hacia una estrategia de aprovechamiento sustentable comunitario para la conservación de los recursos forestales mexicanos.

El grupo -integrado por la Red Mexicana de Organizaciones Campesinas Forestales, Unión Nacional de Organizaciones de Forestería Comunal, Organización de Ejidos Productores Forestales de la Zona Maya, entre otros- reconoce que las administraciones recientes colocaron el tema forestal en un sitio visible de la agenda nacional debido a las insistentes demandas de las organizaciones del sector, pero las iniciativas, en cuanto a sus alcances y montos, han sido insuficientes ante las dimensiones del problema y además han estado prácticamente desvinculadas de los objetivos e instrumentos de la gestión hídrica, desarrollo de la industria y de las actividades e interacciones del desarrollo rural y regional forestal.

En su propuesta -publicada en Rumbo rural, órgano de difusión del Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria de la Cámara de Diputados-, el G-Bosques califica de simplistas las estrategias gubernamentales para resolver la crisis forestal, ya que éstas se limitan a lanzar campañas de reforestación y a emprender acciones policiacas para enfrentar la tala clandestina.

"No es de esa manera como podrá resolverse la compleja crisis de los bosques y el deterioro social en las casi nueve mil comunidades campesinas propietarias de los bosques y selvas", indica la propuesta.

Las cifras

Las estadísticas más recientes indican que 80 por ciento de la superficie forestal nacional se encuentra bajo el régimen de propiedad social, en donde habitan cerca de 10 millones de personas; 15 por ciento es privada y pertenece a pequeños propietarios con bosques de menos de 20 hectáreas, y 5 por ciento son terrenos nacionales. La propiedad social integra comunidades y ejidos en la que aproximadamente más de 27 por ciento habla alguna lengua indígena.

Resulta paradójico que el aprovechamiento de los recursos silvícolas está muy por debajo de su potencial y son subutilizados, y por otro lado son destruidos a pasos acelerados por la explotación clandestina. "El subaprovechamiento conduce a la explotación ilegal, que necesita abatirse por razones ambientales, sociales y económicas", asienta el G-Bosques en su documento.

Además, el presupuesto federal aprobado para el sector en el ejercicio 2006 se redujo en 45 millones de pesos en comparación al monto de 2005, que fue de 2 mil 20 millones de pesos. "Nos preocupa profundamente esa asignación de montos insuficientes, ya que tampoco se perciben soluciones a tres importantes problemas estructurales: la construcción y mantenimiento de caminos, la integración industrial y los aspectos de mercado.

"La falta de agregación de valor a los productos forestales permanece como una de las principales amenazas a la pérdida de interés en la conservación del uso forestal de las tierras frente a la creación de huertas, la ganadería o los cultivos ilícitos", agrega.

Ante los prácticamente nulos avances registrados en materia forestal, el G-Bosques propone 15 estrategias para un desarrollo forestal sostenible: fortalecimiento de la gestión forestal comunitaria; considerar prioritarios y estratégicos el tema forestal y el manejo de los bosques; integrar la política y gestión forestal con la del desarrollo rural; impulsar la participación social en los procesos de toma de decisiones; participación de las organizaciones regionales en la planeación, ejecución y evaluación de los programas de apoyo; darle prioridad a las comunidades forestales menos favorecidas en términos socioeconómicos; eliminar la tala ilegal; una política de desarrollo e integración industrial; transferir funciones y recursos a las organizaciones locales de productores; elaborar planes de manejo para todas las áreas naturales protegidas; contar con un sistema de seguimiento de indicadores sociales, ambientales y productivos; profesionalizar el sistema de información forestal, y la evaluación de los programas gubernamentales para el sector por una entidad contratada y pagada por la Cámara de Diputados y no por un organismo contratado y pagado por la Comisión Nacional Forestal, como se hace actualmente.

Otros integrantes del G-Bosques son: Unión de Productores de Chicle Natural, Unión de Comunidades Zapoteca Chinanteca, Trópica Rural Latinoamericana, Grupo Interdisciplinario de Tecnología Rural Apropiada, Grupo de Estudios Ambientales, Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible, Estudios Rurales y Asesoría Campesina, Greenpeace México, Red de Desarrollo Sustentable, Probatura Chiapas, Grupo Autónomo para la Investigación Ambiental y la Red Mexicana de Esfuerzos contra la Desertificación.

 
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