Usted está aquí: domingo 16 de abril de 2006 Estados Pretende Asarco evadir pago por contaminar Juárez y El Paso

Pide a EU acogerse a ley de bancarrota para no pagar mil millones de dólares por limpiar la zona

Pretende Asarco evadir pago por contaminar Juárez y El Paso

El gobierno de Bush debe rechazar la petición; contribuyentes pagarían por el aseo, advierte ONG

RUBEN VILLALPANDO CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Defensores del medio ambiente se manifestaron frente a las instalaciones de la fundidora, el pasado 29 de noviembre, para exigir que no se reabra la empresa Foto: Rubén Villalpando/ archivo

Ciudad Juárez, Chih., 15 de abril. La empresa American Smelting and Refinery Company (Asarco) solicitó acogerse a la ley de bancarrota en Estados Unidos, para evadir el pago hasta de mil millones de dólares para limpiar la contaminación que generó en la región fronteriza Ciudad Juárez-El Paso, denunciaron ecologistas de ambos lados de la frontera, por lo que pidieron al Congreso estadunidense rechazar la declaración de quiebra, pues, advirtieron, la fundidora de metales pretende evadir su responsabilidad en las afectaciones al ambiente y la salud de los habitantes de esa zona.

La planta de Asarco, ubicada a menos de un kilómetro de la zona centro de Ciudad Juárez y El Paso, a la orilla del río Bravo del lado estadunidense, inició sus operaciones en 1887 y fue cerrada en la década pasada por protestas ciudadanas y los bajos precios del metal que fundía.

Posteriormente, la Agencia de Protección del Medio Ambiente de El Paso reveló que muchas áreas residenciales fueron contaminadas con altos niveles de plomo y arsénico, debido a las emisiones de la fundición de cobre en esa planta.

Mariana Chew, académica de la Universidad de Texas en El Paso (UTEP) y el diputado juarense Salvador Gómez Ramírez, señalaron que de aceptarse la declaración de bancarrota que Asarco presentó la semana pasada, costará al fisco de Estados Unidos mil millones de dólares.

La profesora de Ciencias de la UTEP y especialista en temas de contaminación, dijo que la solicitud de bancarrota es "truco" de la fundidora para evitar la responsabilidad de limpiar las zonas contaminadas, por lo que la organización ambientalista Sierra Club pidió al Congreso de Estados Unidos que no acepte esta medida.

Chew señaló que Sierra Club hizo una investigación sobre cómo el denominado gigante de la producción de cobre planea que los contribuyentes estadunidenses paguen por la limpieza de los tóxicos que durante 112 años tiró sin control al medio ambiente.

Indicó que de cargarse al erario, la descontaminación de la zona afectada tardaría más tiempo porque el gobierno de Estados Unidos primero debe aprobar el presupuesto.

Manifestó que por la contaminación de viviendas, escuelas y negocios de la región fronteriza Ciudad Juárez-El Paso, Sierra Club y otras agrupaciones ciudadanas y ambientalistas de ambos países se oponen a que esa planta reinicie operaciones, y lucharán para que Asarco y su dueño, Grupo Industrial Minera México, "limpien lo que dejaron".

La activista agregó que la fundidora está ligada a 19 lugares tóxicos que se encuentran en Texas, Arizona y Washington, y que al solicitar Asarco la protección de bancarrota, ya enfrentaba más de 100 denuncias civiles por violaciones al medio ambiente.

La también vocera en esta región de esa organización no gubernamental (ONG) dijo "que Asarco ha utilizado y se valdrá de cualquier oportunidad y vacío legal para lograr lo que siempre ha perseguido: que otros paguen física y económicamente por el desastre ambiental que han causado sus plantas".

Al solicitar la protección con base en el capítulo 11 de la Ley de Bancarrota de Estados Unidos, Asarco además de prorrogar esas demandas logró que sus acreedores, entre ellos la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) y las autoridades de Texas que han realizado parte de la limpieza, sean los últimos en cobrar lo que les adeuda.

En la investigación realizada por Sierra Club también se descubrió que Asarco evadió pagar por los citados trabajos a la EPA, al vender sus pertenencias más valiosas a una compañía ficticia, establecida por su casa matriz Grupo México, antes de solicitar acogerse a la ley de quiebra.

El costo total por la limpieza ecológica se calcula entre 500 y mil millones de dólares, por lo que Sierra Club pidió al Congreso estadunidense eliminar la falla en la ley de bancarrota que permite a las compañías con significativas responsabilidades ecológicas evadir esos costos.

 
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