Usted está aquí: lunes 10 de abril de 2006 Sociedad y Justicia Los laboratorios marginan proyectos sobre males poco conocidos: experto

Nocardiosis y micetomas afectan a la población de comunidades en extrema pobreza

Los laboratorios marginan proyectos sobre males poco conocidos: experto

Goodfellow asegura que estas enfermedades provocan hasta la muerte por falta de tratamiento

LAURA POY SOLANO

Ampliar la imagen El experto afirmó que esos males afectan más a campesinos Foto: Agencia MVT

Es considerado uno de los mejores taxónomos microbianos del mundo, su contribución para la identificación, clasificación y estudio de bacterias conocidas como actinomicetos patógenos, ha permitido identificar y diagnosticar enfermedades poco frecuentes en algunos grupos de la población, pero que representan un problema sanitario en comunidades aisladas y empobrecidas de todo el planeta.

Galardonado con el doctor honoris causa, otorgado por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Michael Goodfellow, especialista en el campo de la microbiología y catedrático de la Universidad de Newcastle Upon Tyne, Inglaterra, se ha dedicado al análisis de padecimientos como nocardiosis y micetomas -infecciones crónicas ocasionadas por bacterias presentes en la tierra- que afectan a la población de escasos recursos, en particular campesinos de localidades remotas.

En entrevista con La Jornada, indicó que debido a que este tipo de trastorno no afecta a grandes grupos de la población, sino a individuos, "las compañías farmacéuticas y las asociaciones que entregan fondos para la investigación no están interesados en aportar recursos para estudiar estas enfermedades que atacan a los más pobres y desposeídos de la sociedad".

La nocardia, bacteria que vive en el suelo, afecta a agricultores que laboran en condiciones paupérrimas y que son vulnerables a inhalar polvo contaminado o a sufrir lesiones que permiten la entrada del microrganismos al cuerpo, donde permanecen por mucho tiempo antes de presentar síntomas como fiebre, sudoración nocturna, pérdida de peso, dolor torácico, entre otros, que pueden ser confundidos con enfermedades como tuberculosis y cáncer.

De acuerdo con cifras de especialistas, en México se tienen registrados 3 mil casos de actinomicetomas, responsables de ocasionar nocardiosis y micetomas, que afectan pulmones, piel y cerebro del paciente, que al no tener acceso a un diagnóstico y tratamiento oportuno "puede sufrir un padecimiento incapacitante e incluso mortal, pues en más de 50 por ciento de los casos afecta los miembros inferiores del paciente ocasionando lesiones, ya que la bacteria destruye los tejidos".

Goodfellow indicó que uno de los principales problemas de dichas enfermedades es que en la mayoría de los países "estos casos pasan desapercibidos debido a que los pacientes no son atendidos o no se reportaron, además que ataca a la población con niveles económicos muy bajos, y suele ser confundida con tuberculosis, sin que el paciente reciba el tratamiento adecuado, porque no hay una identificación correcta del microrganismo que ocasiona la enfermedad".

Por ello, destacó que uno de sus principales logros dentro del campo de la taxonomía microbiana es impulsar la identificación y clasificación correcta de las bacterias como un aspecto "crítico para la salud, por lo que hemos tratado de consolidar grupos de trabajo con especialista de todo el mundo que han regresado a sus lugares de origen, no sólo para convertirse en líderes en este campo, también para impulsar un mayor desarrollo en las investigaciones de los actinomicetos patógenos".

Antibióticos

El especialista indicó que otro de los campos importantes de la taxonomía microbiana es el desarrollo de nuevos antibióticos, ya que 95 por ciento de los que existen actualmente provienen de las bacterias.

Desde hace poco más de 15 años se ha desarrollado una rama de la química combinatoria para tratar compuestos naturales y hacerles modificaciones químicas para obtener nuevos productos, lo que resulta muy costoso.

Por ello, se han buscado nuevas alternativas para "regresar a la naturaleza y aprovechar los microorganismos que han evolucionado y desarrollado mecanismos para enfrentar una guerra microbiológica entre ellos, de tal manera que la búsqueda de productos en la naturaleza tiene mucho valor y resulta mucho menos costoso que la química combinatoria".

Si se aíslan microrganismos de fuentes naturales no convencionales, como fondos marinos muy profundos, salinas o de zonas de alta alcalinidad como el lago de Texcoco, podemos obtener otros microrganismos con nuevas familias químicas que permitan generar otros antibióticos distintos para consolidar toda una nueva industria menos costosa y accesible para los sectores de escasos recursos.

No obstante reconoció, que a pesar del esfuerzo de especialistas de Inglaterra, México y Estados Unidos por conseguir fondos para el desarrollo de investigaciones sobre este tipo de enfermedades, "de inmediato se entra en una competencia directa con otros padecimientos importantes como el síndrome de inmunodeficiencia adquirida que afecta a grandes grupos, y son enfermedades masivas".

Al respecto, José Antonio Serrano, especialista en actinomicetos patógenos de la Universidad de Los Andes, en Venezuela, indicó que uno de los riesgos más importantes de estas enfermedades es la falta de un tratamiento oportuno, pues en la mayoría de los casos "llegan a la consulta médica cuando el mal ya está muy avanzado y generalmente terminan con graves incapacidades en edades que van de los 35 a 55 años en promedio".

Estos padecimientos afectan en su mayoría a los hombres, ya que están más vinculados con las actividades del campo, como cargar leña o expuesto a fuentes de contagio. Por ello, indicó que especialistas de América Latina han propuesto en diversos congresos internacionales "que los gobiernos de la región inviertan en acciones médico-educativas para disminuir las infecciones causadas por actinomicetos, que en su mayoría desconocen los médicos rurales, pero también la población afectada que no puede detectar los síntomas".

Los casos de nocardiosis y micetomas no sólo deben atenderse con tratamientos adecuados, indicó, también con programas de educación sanitaria, divulgación de información biomédica y entrenamiento a médicos rurales para atacar un "problema social de salud pública que puede ser prevenido".

 
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