Usted está aquí: viernes 7 de abril de 2006 Opinión ECONOMIA MORAL

ECONOMIA MORAL

Julio Boltvinik

Desarrollo sin pobreza / II

Políticas para aumentar y proteger las fuentes de bienestar

La economía moral es convocada a existir como resistencia a la economía del "libre mercado": el alza del precio del pan puede equilibrar la oferta y la demanda de pan, pero no resuelve el hambre de la gente

EN LA ENTREGA anterior de Economía Moral (31/03/06) propuse los elementos básicos de una reforma del Estado para superar la pobreza económica haciendo efectivo el derecho humano a no vivir en la pobreza económica, o derecho a un nivel de vida digno, como parte de un proyecto nacional de autodeterminación nacional orientado al florecimiento humano. Un gobierno progresista debe partir de este derecho (no abordar la pobreza como filantropía) y debe buscar la superación de la pobreza (y no su administración). También concluí que dicha política integral tiene que abordar todas las variables que determinan la situación económica de personas y hogares que se pueden identificar mediante lo que he llamado las fuentes de bienestar de los hogares. Estas son: a) el ingreso corriente (monetario y no monetario); b) los activos básicos (vivienda y su equipamiento); c) activos no básicos (otras propiedades y capacidad de endeudamiento); d) titularidades de acceso a bienes y servicios gratuitos o altamente subsidiados; e) conocimientos y capacidades; f) el tiempo libre y el disponible para trabajo doméstico y educación. Añadí que además de promover el aumento de todas estas fuentes de bienestar (lo que constituye la política activa de superación de la pobreza), debe establecer mecanismos de seguridad social (y otro tipo de seguros) para darle estabilidad a todas ellas frente a los riesgos biológicos y sociales de la vida (lo que constituye la política preventiva de la pobreza). Hoy exploro ideas adicionales al respecto.

LA POBREZA DE un hogar puede verse como el resultado de la insuficiencia de una o más de sus fuentes de bienestar. En conjunto, es pobre aquel hogar que, dados los niveles y características de sus fuentes de bienestar, no puede hacer realidad su derecho a un nivel de vida digno. Los hogares pueden caer en la pobreza como resultado de la actualización de un riesgo biológico o social: enfermedad, viudez, ruptura del hogar, desempleo, baja del salario real, pérdida de la cosecha, etcétera. La política preventiva de la pobreza debe independizar la estabilidad de estas fuentes de estos eventos catastróficos.

LA INSUFICIENCIA DEL ingreso corriente de los hogares debe atacarse mediante una política macroeconómica y políticas sectoriales de fomento orientadas a un crecimiento más acelerado del empleo formal bien remunerado, de la recuperación de los salarios reales, y de un mayor acceso de la población no asalariada a activos productivos, financiamiento y asistencia técnica. La insuficiencia de los activos básicos y no básicos se expresa en una de las caras más familiares del ser pobre: no tener nada, mientras riqueza es tener mucho. La vivienda digna es un bien estratégico para la vida, pero a los pobres les resulta muy difícil tener acceso a ella. Se requiere pues una estrategia específica para hacer viable la satisfacción universal de esta necesidad. La insuficiencia de activos no básicos incluye también un elemento intangible crítico: la capacidad de endeudamiento del hogar (en condiciones no usurarias), sin el cual es muy difícil que los hogares que producen y venden bienes o servicios (por su cuenta o asociados con otros hogares) superen sus precarias condiciones de producción y comercialización. La insuficiencia de las titularidades de acceso a bienes y servicios gratuitos o altamente subsidiados, requiere una política social que supere las insuficiencias, ineficiencias e iniquidades del gasto público social.

LA INSUFICIENCIA DE conocimientos y capacidades requiere de una política educativa (en sentido muy amplio) que termine por asumir que el ser humano requiere apropiarse a lo largo de toda la vida de conocimientos y capacidades desarrollados por las generaciones precedentes y que, por tanto, otorgue alta prioridad a la educación y la capacitación de adultos. Que conciba la educación sobre todo como desarrollo de la persona y no sólo como medio para subsistir.

LA INSUFICIENCIA DEL tiempo libre y del disponible para trabajo doméstico y educación es una de las formas menos reconocidas de la pobreza. En algunos hogares se busca evitar la insuficiencia de ingresos movilizando miembros adicionales del hogar al trabajo generador de ingresos, lo que suele traducirse en el abandono temprano de la escuela y en el trabajo infantil o juvenil, o en el trabajo de ambos miembros de la pareja incluso en presencia de menores que requieren cuidados continuos. La generación masiva de empleos formales bien remunerados es la mejor manera de evitar algunas de estas decisiones de consecuencias graves. La participación libre (no forzada por las carencias económicas) de ambos cónyuges en el empleo extradoméstico requiere apoyarse con la provisión del servicio de cuidado y educación de los menores. Esta provisión fue casi abandonada en las políticas públicas nacionales y debe retomarse. Las consecuencias de no hacerlo son trágicas: niños abandonados o a veces 'cuidados' por personas sin interés y sin capacidad para hacerlo. Eliminar el acarreo de agua y facilitar el acceso a equipo ahorrador de trabajo doméstico, como refrigerador y lavadora, contribuyen a aminorar la pobreza de tiempo.

DADO QUE LA pobreza económica es la insatisfacción de necesidades básicas, hay dos caminos fundamentales para abatirla: el crecimiento económico y el aumento de la proporción de recursos sociales que se destinan a los satisfactores básicos. Lo ideal es la combinación de ambos procesos. Desde 1997 el lento crecimiento económico ha estado acompañado de una creciente asignación de los recursos disponibles a los bienes y servicios suntuarios, lo que muestra que el tan cacareado falso logro del abatimiento de la pobreza durante el gobierno de Fox es falso. Para que se asignen cantidades crecientes de los recursos sociales a los satisfactores básicos hay dos caminos que deben complementarse: 1) lograr que el ingreso de los hoy pobres crezca más rápido que el de los hoy no pobres; como los primeros destinan una mayor proporción de su ingreso a satisfactores básicos que los segundos, esta redistribución del ingreso a favor de los pobres será al mismo tiempo una redistribución a favor de los satisfactores básicos; 2) aumentar la participación del gasto público social en el PIB y, dentro de él, asignar crecientes montos a los satisfactores básicos. La primera vía depende mucho más del mercado que la segunda, pero en ambas puede actuar la política pública.

SI ACEPTAMOS QUE en el mundo de hoy, que muchos llaman la sociedad de la información, el factor crítico del poderío económico son cada vez más los conocimientos que se movilizan y aplican en los procesos productivos, resulta claro que el crecimiento económico mismo puede ser obstaculizado por la pobreza, particularmente cuando ésta afecta a alrededor de las tres cuartas partes de la población, como ocurre en nuestro país.

LOS COMPONENTES DE una estrategia de superación de la pobreza pueden organizarse de diversas maneras. La estrategia oficial Contigo, por ejemplo, puede verse, con sus cuatro componentes (desarrollo humano o capacidades, generación de ingresos, acumulación de activos o patrimonio, y protección social o seguridad ante riesgos) como aproximadamente equivalente a una identificación por fuentes de bienestar más la dimensión de seguridad. En el primer componente, la estrategia oficial mezcla la fuente de bienestar "conocimientos y capacidades" con la salud (incluyendo nutrición) que no es estrictamente una fuente de bienestar, sino una resultante de la satisfacción de necesidades y de la atención a la salud. El segundo componente (generación de ingresos) está asociado con nuestra primera fuente de bienestar, mientras el componente de patrimonio se relaciona con las fuentes de activos básicos y no básicos. Como se aprecia, dos fuentes de bienestar no son consideradas explícitamente en esta estrategia: la de tiempo, y la de acceso a bienes y servicios gratuitos o altamente subsidiados, que es la otra cara de la moneda del consumo público. La fuente de bienestar tiempo es omitida totalmente porque la visión oficial no concibe que la pobreza de tiempo sea una parte de la pobreza. Incluso parte de la premisa opuesta: la superabundancia de tiempo entre los pobres, por lo cual se carga, a las mujeres sobre todo, por ejemplo en el programa Oportunidades, de 'corresponsabilidades' que requieren la dedicación de mucho tiempo personal. Aunque el consumo público está implícitamente considerado en varios de los componentes de esta estrategia, la forma de agrupación impide ver la importancia del gasto público social en el abatimiento de la pobreza.

OTRA MANERA DE definir los componentes de la estrategia es estructurando grandes líneas de acción, como lo hizo el Proyecto Regional (latinoamericano) para la Superación de la Pobreza del PNUD (PRSP-PNUD), cuando planteó (en 1990) siete componentes de la estrategia para superar la pobreza: a) la construcción de una capacidad de crecimiento sostenido con equidad, que supone recuperar la capacidad de crecimiento, la transformación de las economías y el crecimiento sustancial de los salarios reales; b) apoyo masivo a la economía popular, lo que implica fomento, asistencia técnica, crédito, fondos de garantía y apoyo a la comercialización; c) una política de satisfacción de necesidades básicas específicas, o política social para la superación de la pobreza; d) una política de desarrollo socio-cultural orientada al fortalecimiento de las capacidades de los pobres para fortalecer su papel protagónico en la superación de la pobreza; e) reforma y modernización del Estado, que busca superar la debilidad de lo social en el sector público y desarrollar una organización del Estado pro-participativa y flexible; f) la dimensión de género, y g) la dimensión tecnológica. El componente d) se centra en la socialización masiva de conocimientos socialmente relevantes sobre: producción y comercialización, la vida cotidiana y el consumo, organización comunitaria, la vida cívica y política, y sobre contribuciones científicas y culturales (incluye desde potabilización del agua a cálculo de costos de producción, crianza infantil, educación sexual, derechos humanos, procedimientos legales, etcétera).

NOTESE QUE LA estrategia Contigo se refiere sólo a las políticas sociales y a las de micro-créditos, excluyendo la política macroeconómica, las de fomento sectorial, de salarios, fiscal y muchas otras. En ella hay una separación tajante entre la política de lucha contra la pobreza y la política económica. Identifica el problema de ingresos de los pobres como un problema de empleo, eludiendo uno de los factores causales de la pobreza: los bajos salarios reales. En cambio, la estrategia del PRSP-PNUD es una estrategia amplia: económica, social, cultural, tecnológica y de género y que aborda directamente el problema de la recuperación de los salarios reales.

LA ESTRATEGIA QUE México necesita ahora es una estrategia amplia, más parecida a la del PRSP-PNUD que a la oficial Contigo. Esta está más cerca de las del Banco Mundial (tanto la de 1990 como la de 2000/2001) que, también en congruencia con el Consenso de Washington, mantienen separada la política económica y la social, con la idea ilusoria que la primera, gobernada por el mercado, creará oportunidades para los pobres. Seguiré sobre el tema en próximas entregas.

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