Usted está aquí: jueves 6 de abril de 2006 Opinión MEXICO SA

MEXICO SA

Carlos Fernández-Vega

Sin importar quién gobierne, Gil Díaz quiere seguir en Hacienda

HSBC cabildea para apoyar la permanencia en la secretaría del ex director de Avantel

EN EL ARRANQUE de 2006, felizmente el último del gobierno del "cambio", al siempre humilde Francisco Gil Díaz se le ocurrió la brillante idea de hacer pública "una recomendación" a quien lo sustituya en la oficina principal de la Secretaría de Hacienda, a partir del primero de diciembre: "en primer lugar, que se hincara, que se pusiera de rodillas y le pidiera a mis colaboradores que siguieran aquí, en la Secretaría de Hacienda".

EL PASTOR GIL DIAZ (primero el dogma; después ya veremos) resiente el paso del reloj sexenal y la circunstancia política nacional, y se le queman las habas porque sólo le restan escasos meses de estancia en las doradas oficinas de la Secretaría de Hacienda. Por ello lanzó el anzuelo para ver quién era el primer oportunista -o el primer iluso- que aparentemente lejos de la administración Fox se pusiera a trabajar en pos de su renovada presencia, vía sus monaguillos y por cuarto sexenio consecutivo, en el primer círculo del aparato de gobierno, sea éste de corte priísta o panista, que para efectos prácticos le da lo mismo.

AL ACTUAL SECRETARIO de Hacienda, como al mismo inquilino de Los Pinos, no le resulta nada atractiva la cercanía de su salida, mucho menos cuando sabe que su "tesoro" (como califica a la concentración del ingreso, depauperación, falta de empleo y raquítico crecimiento económico, pero eso sí con "variables macro" impecables) corre el riesgo de convertirse en pieza de museo.

EN ESTE ESPACIO se ha comentado que si la vida fuera justa, tendrían que ser Gil Díaz y sus monaguillos quienes se hincaran y pidieran perdón a los millones de mexicanos que han sido víctimas de su libro sagrado y sus prácticas dogmáticas.

SIN EMBARGO, OTROS han tomado muy en serio la "recomendación" del todavía secretario Gil Díaz, y aunque oficialmente no deben meterse en política, por ser funcionarios de y representar a instituciones privadas extranjeras, cabildean para concretar la encomienda del ex director de Avantel, es decir, la permanencia de los Paco monaguillos en la dorada Hacienda, uno de los verdaderos poderes en el país.

DESDE LUEGO QUE no es el único, pero sí uno de los más activos. Y no podía ser otra forma, porque los favores gubernamentales recibidos a lo largo del "cambio" para él son invaluables, entre ellos un hermoso y frondoso pagaré Fobaproa.

SE TRATA DEL banco británico HSBC, el cuarto en orden de importancia en el sistema financiero que opera en el país, y de su director de Estudios Económicos y economista en jefe en México, Jonathan Heath, quienes dedican sus mejores esfuerzos a cabildear a favor de la "recomendación" de Gil Díaz, aunque bien a bien no se sabe si se han puesto de rodillas para tal efecto.

EN SU MAS reciente entrega, el área de Estudios Económicos de la citada institución financiera (en papel oficial del banco y con la leyenda "la información publicada en este espacio cuyo contenido (...) ha sido elaborado por HSBC México, S.A. (...) Grupo Financiero HSBC, se presenta exclusivamente como un medio de consulta, constituye una guía de asuntos de su interés y se ofrece como un servicio más a sus clientes") reproduce un escrito de su director y economista en jefe México en el que advierte:

"UNO DE LOS puestos clave de la nueva administración será el del secretario de Hacienda. Si de por sí es importante, ahora lo será más, ya que el candidato que muy probablemente será el siguiente presidente ha expresado su intención de cambiar muchas prácticas ortodoxas de la política económica... en Hacienda serán clave las designaciones de los subsecretarios y algunos directores generales. Uno de los muchos factores que exacerbaron la crisis de diciembre de 1994 fue que el nuevo secretario no solamente no ratificó a los altos funcionarios, sino que también cambió prácticamente a todos los mandos medios. La falta de experiencia y de continuidad desquició la toma de decisiones y la secretaría se volvió inoperante. Si el nuevo secretario de AMLO reemplaza de golpe al equipo completo de Gil Díaz, habría que preocuparse. No solamente habría que considerar la experiencia invaluable de funcionarios altamente calificados como Alonso García Tamés (subsecretario de Hacienda y Crédito Público), Alejandro Werner (jefe de Planeación Económica) y Gerardo Rodríguez (director general adjunto de Crédito Interno), o Carlos Hurtado (subsecretario de Egresos) y Guillermo Bernal) jefe de la Unidad Política y Control Presupuestal), sino también de toda la estructura de mandos medios que aseguran la operación diaria. Ya veremos".

CIERTO ES QUE Heath es colaborador de un diario de la ciudad de México y en sus páginas opina lo que le resulte pertinente. Otro cariz, sin embargo, adquiere el cabildeo que como funcionario de una institución extranjera hace de los monaguillos de Gil Díaz, especialmente cuando se conoce el especial cariño y dedicación que el gobierno del "cambio" les ha tenido a los banqueros y éstos al inquilino de Los Pinos y a su secretario de Hacienda.

RESULTA EXTRAÑO, POR lo demás, que sea el propio Jonathan Heath quien advierta sobre algunos "factores" que exacerbaron la crisis en diciembre de 1994, cuando tal crisis a él (como empleado por aquellos años de Macroasesoría Económica, que dependía de Banca Serfin) le pasó de noche, nunca la previno, nunca la pronosticó en tiempo y forma.

LO ANTERIOR, A PESAR de que ante los miembros de la Cámara de Comercio Británica en el país el presidente ejecutivo del Consejo de Administración de HSBC Holdings, John Bond, aseguró ayer que este grupo "trabajará con la administración que sea elegida por los mexicanos en las próximas elecciones presidenciales; no tenemos postura política, así que trabajaremos con la administración que ellos pongan y bajo las reglas del juego que nos indiquen".

ENTONCES, AL INQUILINO de Los Pinos y al secretario Gil Díaz no les gusta la idea de que pronto pasarán a retiro, pero por lo visto tampoco a ciertos bancos y a sus funcionarios.

Las rebanadas del pastel:

SI FUE CHISTE, es pésimo: "yo no he intervenido en lo absoluto dentro del proceso electoral. Hay quienes se empeñan en conectar al Presidente con el mismo. Yo rechazo de manera total esa situación. Yo hago comentarios en defensa de la política que ha seguido mi gobierno y hago estos llamados a la unidad" (el cuenta cuentos Vicente Fox).

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