Usted está aquí: martes 4 de abril de 2006 Opinión Medios y cinismos

Marco Rascón

Medios y cinismos

De larga experiencia legislativa y considerado el "parlamentario de la izquierda", el diputado Pablo Gómez reconoció que había cometido un error y que se arrepentía de haber aprobado en la Cámara de Diputados la Ley de Radio y Televisión, promovida por Televisa y Tv Azteca.

Al asomar el escándalo, pasadas las semanas de conciliábulos en que se aprobaron por unanimidad las reformas a la ley de medios, Andrés Manuel López Obrador, candidato del lopezobradorismo, comenzó las acusaciones puntuales y habituales sobre la complicidad del PAN y el PRI con Televisa y Tv Azteca para aprobar la ley, pero sin empacho declaró a La Jornada (1/4/06) en Huauchinango, Puebla:

"Tenemos que despejar cualquier duda de que la negociación para sacar esta ley haya significado el compromiso de que las televisoras apoyen a los candidatos del PRI y del PAN" -si yo también la apoyé-. "Hay sospecha, y espero que las televisoras actúen como lo han venido haciendo: que los espacios se distribuyan con equidad y que no sólo haya disposición para que los partidos compren espots, porque no todos tenemos dinero para eso. Confío -en ellos sí confía- en que continúen el manejo noticioso y los contenidos, porque, tengo que decirlo, no es algo que estemos padeciendo" -me han ayudado mucho-; espero que sigan siendo objetivos y plurales y que no se inclinen por algún candidato -sólo por mí-. Voy a esperar. Si veo que me están atacando y hostigando, voy a denunciarlo, pero no creo que eso se dé." La ley es mala sólo si me ataca, no si ofende la libertad del país. El país soy yo.

Esto demuestra la verdadera posición de López Obrador y que la aprobación del PRD en la cámara baja no fue un error, sino una instrucción directa e impositiva, y que Pablo Gómez la aceptó para defender sus intereses como posible candidato a senador. ¿Ya se llegó a este punto de simulación que combatimos contra el PRI durante años?

La aprobación y la declaración de Huauchinango cierran una negociación: el cumplimiento de una promesa que, por cierto, no aparece en ninguno de los 50 compromisos del Proyecto Alternativo de Nación (PAN).

Contrariamente a la versión del error de Pablo Gómez preguntaríamos: ¿por qué votar a favor si los conceptos técnicos eran "confusos"? ¿Cuántos asesores tiene la fracción de diputados perredistas que ninguno fue capaz de leer el contenido del dictamen? ¿Acaso el PRD no tiene diputados en la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía que hubiesen advertido al coordinador de la bancada sobre las implicaciones de votar a favor de la reforma?, ¿ningún diputado, senador, asesor o miembro del PRD escuchó o leyó lo que declaraban los senadores Javier Corral del PAN y Manuel Bartlett del PRI contra la posición de sus propios partidos?

No, no fue un error: fue una posición y una negociación oscura. Fue una instrucción directa, girada de manera grosera por el candidato presidencial López Obrador de que votaran a favor, pensando que por tratarse de un voto unánime todos estarían protegidos del acto ominoso y de traición a los principios de equidad para el ejercicio de la libertad de expresión de la sociedad y otros instrumentos como la radio pública y comunitarias. Ojalá que el pueblo se lo demande a todos los integrantes de esa legislatura.

En el caso del PRI y el PAN se trata de la vieja política: su alianza con la oligarquía, pero el de la diputación unánime perredista y la actitud de doble discurso y doble moral refrendan la profunda descomposición a la que ha llevado el lopezobradorismo al PRD. ¿Así será la próxima legislatura con los nuevos diputados y senadores priístas?

Es un asunto gravísimo y un adelanto de lo que será el sexenio lopezobradorista: establecer las alianzas y posiciones más oprobiosas, descargando culpas a enemigos habituales como coartada. Grave también es el comportamiento de Pablo Gómez, quien demostró que su política es profundamente individualista, pues aceptó legislar de esta manera porque de ello dependía su candidatura al Senado, que sólo podía materializarse en condiciones de lealtad absoluta y cortesana, desvirtuando su propio derecho y su carrera legislativa. Desgraciadamente hoy la sumisión, la renuncia a ser hombre libre, es la condición para ser palomeado en una lista, propiedad de los priístas dentro de PRD.

El paso del tiempo revelará las actuaciones, los servicios y las responsabilidades. No obstante, esto fue un adelanto de lo que significa el lopezobradorismo legislativo y de los pactos que ya se acuerdan con la oligarquía de este país... ¿Son los menos peores, o ya se emparejaron?

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