Una miradita al 2012
El gobierno del cambio (?), de donde sale Calderón, más unos cuantos corruptos gobiernos de años atrás, de donde sale Madrazo, han dejado a este país colgado de unos hilitos y con una retahíla de problemas, donde lo que más destaca es que hay más pobres y cada vez menos soberanía. Sin embargo, me quisiera imaginar el siguiente escenario: cuando se arribe al 1° de diciembre de 2012, México no tendrá, desde luego, resueltos todos sus problemas, pero habrá logrado poner en el centro de su política pública el factor ciencia como palanca de de-sarrollo. A consecuencia de eso, se logró impulsar el crecimiento de las universidades públicas del país, al grado de que no sólo se crearon cuatro nuevas, sino que se hizo crecer el presupuesto de todas con un promedio de 40 por ciento de aumento.
El Estado mexicano creó una decena de nuevos centros de investigación, asociados con requerimientos estratégicos regionales, y a su vez se fortalecieron los 27 centros públicos de investigación ya existentes. No se logró llegar al uno por ciento del PIB en ciencia y tecnología, pero sí se elevó a 0.85 por ciento, lo cual representó 110 por ciento de aumento comparado con 2006. Se pudo ampliar la planta de investigadores nacionales a 20 mil y de ésos se logró insertar cerca de 2 mil en el sector productivo, pero, en particular, en más de un millar de pequeñas y medianas empresas mexicanas, que incorporaron nuevas tecnologías y desarrollaron productos con valor agregado. Esto se hizo mediante un programa intensivo de coinversión gobierno-empresa para generar capital de riesgo. La consecuencia fue crear cientos de miles de empleos bien remunerados, con lo cual hubo un incremento en la captación de impuestos.
El Estado mexicano dio inicio con éxito al desarrollo de fuentes alternas de energía, usando la solar y eólica en regiones específicas. Se redujo la explotación del petróleo para extender el tiempo de vida de las reservas nacionales. Con la ayuda de los científicos se creó un programa nacional para el uso de energía solar en viviendas y edificios, junto con un sistema de captura para uso de aguas pluviales.
El país reglamentó la utilización de las fuentes alternas de energía y transformó la norma de uso de energéticos. Los científicos ayudaron a desarrollar y definir las zonas apropiadas para el de-sarrollo de zonas habitacionales y generó los prototipos de nuevos materiales para vivienda.
El Estado impulsó la generación de plantas de desalación de agua y propició las condiciones para que en los próximos años se pueda contender con el problema del agua.
Se introdujo un amplio plan de incorporación de tecnologías modernas de producción en el campo y se fomentó al pequeño y mediano agricultor, estimulando simultáneamente centros de distribución directa de alimentos, reduciendo en 50 por ciento la dependencia alimentaria extranjera. México también empezó a de-sarrollar su propia tecnología de transgénicos, con el objeto de controlar su impacto.
Se dio gran impulso a la industria farmacéutica, la cual creció espectacularmente, a partir de que 35-40 por ciento del cuadro de medicamentos del IMSS, ISSSTE y Secretaría de Salud contaron con productos ciento por ciento mexicanos. Se desarrollaron nuevas vacunas y se lograron descifrar los genomas de cuatro organismos causantes de problemas de salud en México. Con esto, la dependencia alimentaria y la de salud decrecieron en 40 por ciento, insuficiente todavía, pero en camino a disminuir aún más.
Se dio gran impulso a la nanotecnología, que ayudó a promover la industria textil, farmacéutica, electrónica y de comunicación. La movilidad de científicos se resolvió, pues se les reconoció como trabajadores del Estado a través de un tabulador nacional.
¿Con quién cree usted que podríamos llegar al 2012 con estos logros? Con toda certeza no será ni con Madrazo ni con Calderón. Por lo tanto, me dará gusto y habrá expectativas a partir de que AMLO gane las elecciones de 2006.