Usted está aquí: martes 4 de abril de 2006 Estados Importados, la mayoría de insumos en hoteles y restaurantes de QR

Se margina a productores locales, pese a que pueden cubrir la demanda, según estudio

Importados, la mayoría de insumos en hoteles y restaurantes de QR

El problema data de varios sexenios; se proyecta una central de abasto, dice el titular de la Sede

HUGO MARTOCCIA CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Playa de Cancún al mediodía. Gran parte de las ganancias que genera el turismo no se quedan en el país, según un estudio del Instituto de Investigaciones Turísticas de la Universidad La Salle Foto: Reuters

Cancún, QR, 3 de abril. Pese a que Quintana Roo tiene la industria turística más pujante del país, que consume cientos de toneladas de insumos al año, los productores locales enfrentan severos problemas para colocar sus mercancías a un precio justo, ya que la mayor parte de los productos de ese sector son de importación.

La Secretaría de Desarrollo Económico del estado (Sede) reconoce que 34 por ciento de los productos que se consumen en hoteles y restaurantes de Cancún, y 59 por ciento en la Riviera Maya, son importados, lo que se traduce en millones de dólares que cada año salen de México.

Además, gran parte de las ganancias que genera el turismo no se quedan en el país, pues la mayoría de las cadenas hoteleras son extranjeras y los sueldos que pagan a los trabajadores son casi simbólicos, debido a que se completan con propinas.

Esta falta de enlace entre las cadenas productivas locales y la hotelería genera una crisis en la industria quintanarroense, la cual abarata sus productos para colocarlos en ese sector y sus ventas a la sociedad en general son mínimas, debido a que ésta no ha sido beneficiada por las derramas del turismo.

Según un estudio del Instituto de Investigaciones Turísticas de la Universidad La Salle, los agricultores locales podrían proveer la totalidad de muchas frutas que se consumen en el sector hotelero, como sandía, frijol, naranja y plátano, pero son relegados por la diferencia de precio, calidad y condiciones de venta.

Los registros fitosanitarios de 2003 señalan, además, que el número de toneladas de productos importados para insumos del sector turístico fue cuatro veces superior a la producción estatal de esos bienes.

El proyecto de mercado de abasto

El titular de la Sede, Javier Díaz Carvajal, afirma que se está trabajando en la solución de este problema que se arrastra desde sexenios anteriores; anticipó que fueron identificados 12 productos que podrían venderse en la industria turística.

"Ya sabemos qué demanda el sector turístico, y vamos a enfocar los cultivos hacia ese mercado", indica el funcionario.

Sandía, frijol negro, chile verde, naranja, papaya, plátano y piña y otros como jitomate saladet, tomate, chiles habanero y serrano, son productos que el estado puede surtir en la totalidad al sector turístico

El proyecto incluye la creación de un mercado de abasto en la comunidad maya de Felipe Carrillo Puerto, ubicado en el centro de la entidad, para que los productores y empresarios turísticos encuentren un punto para negociar, y deberá estar listo en 2007.

La importancia de la ubicación de ese centro de abasto es que la zona maya y el sur de Quintana Roo son los principales productores agrícolas, aunado a que las condiciones de vida allí no son óptimas.

Felipe Carrillo Puerto tiene más de 60 mil habitantes, 76 por ciento de los cuales ganan menos de dos salarios mínimos diarios y el grado de marginación es considerado "alto", según la Secretaría de Planeación y Desarrollo Regional del estado.

Situación similar es la del municipio vecino de José María Morelos, donde 83 por ciento de sus más de 31 mil pobladores viven con menos de dos salarios mínimos diarios, lo que lo convierte en la localidad más marginada del estado.

Falta de cultura empresarial

La coordinadora de proyectos del Instituto de Investigaciones Turísticas de La Salle, Ariadna Rabelo, considera que la falta de cultura empresarial, de encadenamiento entre el productor y el consumidor y política adecuada para el campo generó este problema.

Señala que según el estudio, las condiciones de intercambio son difíciles para productores aislados, debido a que sólo 15 por ciento de las operaciones se realizan al contado, mientras 80 por ciento se hacen en plazos mayores a 30 días.

Por lo anterior, 40 por ciento de los productos agrícolas consumidos en el estado provienen de la Central de Abasto de la ciudad de México, que se ha convertido "en mecanismo de control de precio e intercambio", comenta.

"Los productores locales son incapaces de competir en los tres rubros que más interesan a los compradores del sector turístico: precio, calidad y existencia. Este último aspecto, agrega, es fundamental porque debido a la anarquía, el mercado local no produce escalonadamente acorde con las necesidades de todo el año.

Además, la falta de una cultura empresarial agrava la situación, pues la mayoría de los productores no aseguran la provisión constante a sus compradores, sino que venden al mejor postor y se incurre muchas veces en coyotaje.

 
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