Usted está aquí: martes 4 de abril de 2006 Cultura Disparos con versos aprendidos ex profeso, para deleite de usuarios, en la parada Chabacano

Las presentaciones del grupo francés se inauguraron en la estación Bellas Artes

Disparos con versos aprendidos ex profeso, para deleite de usuarios, en la parada Chabacano

ANA MONICA RODRIGUEZ

Ampliar la imagen Desde este lunes y hasta el jueves 6, los usuarios del Metro podrán regocijarse con los sopladores de poesía, agrupación artística que también se ha presentado en París Foto: Jesús Villaseca

Con nueve paraguas abiertos, seis hombres y tres mujeres vestidos de negro, parados en hilera sobre Tlalpan, causaron revuelo entre los automovilistas que al circular por esa transitada avenida lanzaron chiflidos a los singulares personajes.

Afuera de la entrada de la estación Chabacano del Metro, el grupo francés Les Souffleurs continuó el recorrido con sus Susurros poéticos que recitaban al más descuidado de los curiosos a través de un tubo negro -que hacía las veces de bastón-, mediante el cual su voz llegaba hasta los lejanos oídos. A los transeúntes que atrapaban más cerca, les declamaban la poesía con un abanico también de color oscuro, a manera de confidencia.

Los hombres y mujeres franceses deambulan por diversas estaciones del Sistema de Transporte Colectivo Metro desde ayer y hasta el día 6 para sustraer a los usuarios del monótono ajetreo diario.

Les Souffleurs (Los sopladores) sorprendieron a la mayoría de las personas que preguntaban a quién se encontrara a su lado ''¿qué estarán haciendo?" La respuesta común era: ''recitando poesía al oído". Pocos se alejaban rápidamente y la mayoría se detenía por momentos para observar lo que sucedía y hacían los sugerentes personajes.

Versos de Octavio Paz, Sabines y Verlaine

Tras permanecer un rato afuera de las instalaciones, los integrantes del grupo se apropiaron de otros espacios del área subterránea. A su paso, uno de los locatarios preguntó a la comitiva que seguía a Les Souffleurs: ''oigan, ¿pues quién se murió?'' Las carcajadas fueron la respuesta al señor que se asomó desde su local.

Antes de subir las escaleras eléctricas y pasar por los torniquetes, Los sopladores se detuvieron frente a la taquilla. Al mismo tiempo alzaron los largos bastones, como si fueran a disparar, y no pocas personas que observaban desde arriba se hicieron a un lado o se agacharon, sin saber que sí disparaban, pero su intención era compartir poemas.

Los íntimos susurros se repitieron durante más de una hora y hubo quien aprovechó ese momento más de una vez. La poesía en español, dicha con acento francés, provocó que casi todos los elegidos tomaran el bastón, como si fuera teléfono, y escucharan los poemas que la agrupación se aprendió ex profeso para los mexicanos.

Algunos niños que acompañaban a sus padres fueron los únicos que hacían a un lado el largo tubo y se negaban a escuchar lo que Los sopladores intentaban transmitirles. En otras ocasiones, varios integrantes de Les Souffleurs elegían a una sola persona, la cubrían con sus paraguas y los bastones eran colocados, además del oído, en diversos puntos de su cuerpo, como la mano, el pie o el brazo.

La compañía francesa surgida en 2001 fusiona los talentos de actores, comediantes y cuentacuentos que también han realizado presentaciones en el Metro de París y en el Distrito Federal; continuarán su periplo por diversos espacios y pasillos de las estaciones del Sistema de Transporte Colectivo, susurrando o soplando poemas de Octavio Paz, Jaime Sabines y Paul Verlaine, entre otros poetas.

El recorrido de Les Souffleurs siguió ayer en el Metro Insurgentes y por la tarde se realizó la inauguración formal de sus presentaciones en México, en la estación Bellas Artes.

 
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