Usted está aquí: domingo 2 de abril de 2006 Sociedad y Justicia Crece el acoso a personal de hospital infantil, tras denuncias públicas

Ahora prohíbe el director del nosocomio a trabajadores hacer comentarios

Crece el acoso a personal de hospital infantil, tras denuncias públicas

ANGELES CRUZ MARTINEZ

Ampliar la imagen Varios trabajadores del hospital han sido obligados a renunciar o pedir licencias Foto: Archivo

El acoso laboral y la persecución en contra del personal médico y administrativo del Hospital Infantil de México Federico Gómez son la constante desde que hace dos años llegó a la dirección José Ignacio Santos Preciado, lo cual se incrementó la semana pasada a partir de las notas publicadas en La Jornada.

De hecho, el pasado jueves, Santos Preciado convocó a subdirectores y jefes de servicio a una reunión, en la que no se permitió el acceso a nadie más, para decirles que "todo se aclararía" y prohibirles que hagan comentario alguno sobre los textos periodísticos que hablan de la cancelación del programa de xenotrasplantes con células porcinas para el tratamiento de la diabetes tipo 1, así como la salida de los dos únicos médicos que desde hacía seis años realizaban trasplantes de médula ósea -actividad que se suspendió en julio de 2005.

Los empleados de confianza del hospital tampoco pueden manifestarse sobre los cambios que sufrió el proyecto de compra del acelerador lineal y mastógrafo para el servicio de oncología, con los cuales se practicarían radioterapias en forma más efectiva.

Para el resto de los trabajadores el ambiente de hostilidad no es ninguna novedad, pues así han laborado desde enero de 2004; mucho menos lo es para aquellos que por una u otra razón se han enfrentado al director y a la subdirectora médica, Vesta Richardson, y en represalia son obligados a firmar su hora de entrada y salida, por ejemplo.

Nada de la situación que vive este, el primer instituto nacional de salud del país, había trascendido al exterior por temor al despido. Y es que la mayoría de los trabajadores, médicos principalmente, no tienen plazas de base, por lo que pueden perder su puesto con facilidad. Otros, como los más de 10 especialistas que han salido de la institución en este periodo, han sido forzados a renunciar, a solicitar anticipadamente su jubilación o una licencia.

Varios de ellos tienen largas historias para contar sobre la forma como fueron sacados del hospital por policías armados y sin la oportunidad de recoger sus pertenencias y a algunos, inclusive, sin cobrar su último sueldo.

Y es que, dicen, Santos Preciado llegó con la firme intención de "sacar todo lo que oliera a Romeo Rodríguez", anterior director del Hospital Infantil de México. El problema es, comentaron algunos de los médicos cesados, que "no éramos ni somos de nadie. Muchos llegamos al Infantil de México para realizar servicio social, o residencias médicas y ahí nos quedamos. Tenemos antigüedades de más de 10 o 20 años, si habíamos permanecido ahí era porque podíamos desarrollarnos profesionalmente".

Sobre xenostrasplantes

El martes pasado, La Jornada publicó la denuncia que hizo el doctor Rafael Valdés González Salas sobre la suspensión del proyecto de xenotrasplantes para el tratamiento de la diabetes tipo I, el cual se desarrollaba desde 1999 y ha demostrado su eficacia en 23 pacientes, que hasta ahora no han presentado ninguna complicación.

Hasta ayer respondió el Hospital Infantil de México a las peticiones de información que La Jornada hizo a lo largo de toda la semana. Por conducto de la Secretaría de Salud (Ssa), señaló que la suspensión de dicho proyecto se debió a que desde enero de 2005 se solicitó a los investigadores que presentaran un nuevo protocolo registrado ante los comités de investigación y ética de la institución, toda vez que el proyecto inicial había concluido en 2003.

El texto enviado a este diario reconoce que los resultados de esa primera fase se publicaron el año pasado en European Journal of Endocrinology, pero que se requirió "someter a evaluación un nuevo proyecto en extenso, con una descripción detallada de los resultados obtenidos" en la primera fase, así como los objetivos y variantes metodológicas para el nuevo protocolo. Enfatiza que hasta ayer -más de un año después- no se había recibido respuesta.

Al respecto, Valdés González Salas afirmó que es falso lo señalado por la dirección del hospital, porque jamás le solicitaron un nuevo protocolo. No pudo ser así porque con anterioridad esta alternativa médica fue aprobada por la Ssa como procedimiento clínico.

No obstante, el texto del hospital indica que los xenotrasplantes están en fase de investigación a escala internacional y carecen del respaldo científico suficiente para ser utilizados como tratamiento de rutina o alternativo en el manejo de niños y adolescentes con diabetes dependiente de insulina.

 
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