Usted está aquí: domingo 2 de abril de 2006 Opinión A LA MITAD DEL FORO

A LA MITAD DEL FORO

León García Soler

Robespierre y los brujos de Catemaco

Ampliar la imagen George W. Bush, Vicente Fox y Stephen Harper pusieron el acento en la seguridad fronteriza en el hemisferio FOTOJoséCarloGonzález

"LA REVOLUCION FRANCESA se escribió plenamente en los libros de Tácito y Maquiavelo, y pudimos haber buscado los deberes de los representantes del pueblo en las historias de Augusto, Tiberio o Vespasiano, aun en la de ciertos legisladores franceses, porque, salvo algunos matices de perfidia o crueldad, todos los tiranos son semejantes", decía Robespierre al convocar a unirse a la voz de la razón y del interés público.

TIEMPOS HUBO EN que los candidatos recibían el bastón de mando de las comunidades indígenas. Hoy los coronan con flores. Hoy les da una limpia el hierbero local. Usos y costumbres como los de miles que suben a la pirámide del sol en Teotihuacan en busca de energía cósmica. El niño Fidencio sería secretario de Salud y alguno de los brujos de Catemaco de la Sedeso. De las brujas de Macbeth, ni hablar. Basta con los sicofantes que cantan loas al carisma y evocan la tragedia de Lomas Taurinas.

NO HA DE ser porque acierta Roberto Madrazo al decir a los veracruzanos que el PRI sigue siendo el gran productor de cuadros políticos y los demás acuden ahí para hacerse de candidatos. Y ni hablar del discurso foxiano en pos del poder: víboras, sapos, sabandijas y tepocatas salidos del caldero de esas brujas de Macbeth. Pero hoy que el bosque se mueve hacia las cabañitas de Los Pinos, callar a las chachalacas y añadir, "con todo respeto, señor Presidente", es pecado de lesa majestad. Serpiente que muerde su propia cola, en menos de seis años cambió el discurso de la alternancia por el de la estabilidad a toda costa.

MENOS MAL QUE volvió George W. Bush y acudieron juntos a Chichén Itzá. Dúo de tres. Porque al rito de la pirámide acudió también Stephen Harper, primer ministro de Canadá. Al nivel del mar, en Cancún, sería la cumbre de Norteamérica. Félix González Canto, gobernador y anfitrión, escuchó loas al esfuerzo de rehacer el jardín de las delicias después del huracán. Concluida la cumbre, reinició la campaña presidencial y el priísmo recibió a Roberto Madrazo, ya con la carga y las ventajas de los candidatos a senadores y diputados federales.

LOS TRES DEL TLCAN-NAFTA pusieron el acento en la seguridad de las fronteras del hemisferio. Y en este caso el límite sur está en el Suchiate aunque los bárbaros se aglomeren a orillas del Bravo y frente al muro. Lo de las marchas de costa a costa, el que salieran a las calles los inmigrantes morenos, los nuestros, eso es asunto interno: demandan reconocimiento y respeto a sus derechos civiles. En el Capitolio cambió el debate: ¿Cómo garantizar sus derechos? ¿Tienen derechos los ilegales? Invicto el optimismo de Vicente Fox: fruto de 5 años y pronto habrá acuerdo migratorio. Fronteras seguras y respeto a la ley, repite cordialmente George W. Bush. Quien, generosamente, opina: "Me gustaría una democracia fuerte y firme a lo largo de nuestra frontera sur... esperamos que habrá una transición pacífica y estoy confiado en que así será."

ESPERA Y CONFIA. No quisiera recordar los buenos deseos de instaurar democracia fuerte y firme en Afganistán, en Irak. La de su frontera sur sentó sus reales y, como el mismo presidente Bush recordó en Quintana Roo, "es un legado sumamente importante para su gobierno (el de Vicente Fox), para el anterior al suyo." Luego ya estaba ahí. No son enchiladas. Ni siquiera la vanidad de Jorge G. Castañeda justificaría negarles el mérito de haber puesto en la agenda bilateral el tema de la migración. Vale. Pero el Capitolio reaccionará ante los que reclaman sus derechos civiles, los que afirman orgullosos ser trabajadores y no criminales. De ahí el dilema. Han entrado ilegalmente, violaron la ley de la tierra. Y la agenda de la Casa Blanca atiende ante todo a la seguridad, a la guerra sin fin contra el terrorismo inasible e indefinible.

LA DEMOCRACIA DEL nuevo orden mundial es efímera y fugaz. Apenas ayer, Ucrania emprendía la revolución naranja y las multitudes llenaban las plazas de Kiev. Vino la alternancia. El poder se impuso a los soñadores y con la corrupción, su compañera inseparable, cambiaron la ilusión por desencanto. Alternan la alternancia en Ucrania. Y en Bielorrusia encienden la chispa del sueño democrático y el capitalismo salvaje del consumismo que deja las utopías a cargo de la clerigalla, de los arúspices y encuestadores del instante. Los que quitan el sueño a los operadores políticos y han hecho a la opinión crítica intérprete de signos, repetidora del oráculo.

YA GANO LOPEZ OBRADOR. Ya lo alcanzó Felipe Calderón. El aparato del PRI está en marcha. Ni un voto se ha depositado. Pero ya todo está resuelto, dicen los que dicen que saben y no se dejan despistar porque llegó el fin del pasado. Con la alternancia vino el futurismo insomne para adelantarse a los políticos que sólo conjugaban el verbo madrugar. La sombra del caudillo dejó su impronta al poner en marcha el mismísimo Vicente Fox la prematura sucesión presidencial. En la precampaña se decidió la elección de Andrés Manuel López Obrador, afirman los expertos. Y atrapan al candidato del PRD en las redes elaboradas según el método Manuel Camacho.

EN ESA TRAMPA, el opositor que se enfrentaba al poder, retador y víctima de la prepotencia, puesto en jaque por los que veían amenazados sus privilegios, aparece como presuntuoso paladín, dueño de la verdad, representante exclusivo de la voluntad del pueblo, el que decide si cumple las reglas establecidas o hace como que las cumple. Qué necesidad tenían de dar por hecho lo esperado, del discurso electoral de la victoria como recuerdos del porvenir. Y para colmo reverdece la higuera de Felipillo santo en las encuestas de GEA. Y la leva de candidatos convierte en compañeros de viaje a las izquierdas diversas y los del nacionalismo revolucionario que dispersó la danza sucesoria.

JOSÉ GUADARRAMA, declarado mapache y cacique por quienes hoy lo postulan candidato a senador; compañero de escaño de José Luis García Zalvidea, cuestionado empresario hotelero, dispuesto a renunciar fraternalmente si sale de la cárcel antes de las elecciones su hermano el Chacho. Y la carga adicional de Roberto Vega Galina, la vergüenza de las esvásticas pintadas en el Paseo de la Reforma. Vaya líder para símbolo del pacto. Con el sindicalismo al borde de la rebelión por la estulticia del secretario del Trabajo, las violaciones de los derechos laborales y la embestida de la ultraderecha contra los sindicatos.

CUANDO EL FUTURISMO despertó, Alfonso Durazo renunció con larga carta, casi una catilinaria en la que exponía las ambiciones presidenciales de la señora Marta y el abuso de la paciencia de los que confiaron en las promesas del Macabeo abajeño. Hubo inquietud entre los analistas de la "inteligencia política" oficial. Alfonso Durazo gozaba la cercanía que da acceso a la intimidad del poder, desde el poder; se reconozca la razón de Estado o se invoque a la voluntad divina de la que se presume vicario el poseedor del poder terrenal. ¿No haría nuevas y mayores revelaciones el de Sonora? No está en su naturaleza. Guardó lo que sabe y lo llevó consigo: una especie de seguro contra la tentación de perseguirlo.

SE FUE A SU TIERRA. No era el primer ostracismo. Asesinado Luis Donaldo Colosio encontró refugio al lado de Esteban Moctezuma Barragán. Al ser defenestrado éste, Durazo salió con él de Gobernación y se fue al lado del padre de su antiguo jefe Luis Donaldo Colosio. Guardó lo que sabía y esperó. Llegaría la invitación de Jorge G. Castañeda y Durazo se incorporó al equipo de campaña de Vicente Fox. Que no se conocían, ha dicho. Pero el de San Cristóbal Potemkin decidió depositar en él confianza, hacerlo secretario particular y, luego, a las primeras sacudidas en los corredores de palacio, le añadió responsabilidades, entre otras la de vocero de la Presidencia; voz del tlatoani; oráculo de Los Pinos. Alfonso Durazo escuchó, dice, la voz de su conciencia cívica: renunció y denunció. Y volvió.

AHORA DE LA MANO de Manuel Camacho, aunque usted no lo crea. Se incorporó al equipo de Andrés Manuel López Obrador en la tierra de Luis Donaldo Colosio y en el aniversario luctuoso del sacrificado en Lomas Taurinas. Alfonso Durazo es candidato de la Alianza por el bien de todos al Senado de la República. Nunca debieron tanto tan pocos. Dante Delgado por Veracruz y por la Convergencia de su propio partido. Alfonso Sánchez Anaya sucesor en el Senado de su esposa que quiso sucederlo como gobernador de Tlaxcala. Yeidckol Polevnsky, para apoyar la perseverancia del padrino en pos del padrón más numeroso. Gabino Cué ajonjolí de los innumerables moles que hay en Oaxaca.

ALFONSO DURAZO DIO explicación paradigmática de lo que la razón crítica considera confusión de sentimientos, dispersión de voluntades, exhibición de lealtades evanescentes; práctica de tránsfugas y chaqueteros: el cambio se ha impuesto y las diferencias ideológicas no impiden las buenas relaciones personales, dijo. O las alianzas. O pasarse al bando contrario. A la voz de viva el que vence. Que los muertos entierren a sus muertos.

SE APROBARON LAS reformas a las leyes de Radio y Televisión y de Comunicaciones. Victoria pírrica, dijo Manuel Bartlett después de largo, inútil debate de 13 horas. Será. Pero vinieron los sarracenos y nos molieron a palos. Entre falaces argumentos y confesiones aterradoras de ignorancia, irresponsabilidad o cinismo liso y llano. En el Senado se vendieron a los intereses del "duopolio" de Televisa y Televisión Azteca, dijeron los mismos diputados del PRD que aprobaron por unanimidad esas reformas en San Lázaro. Pablo Gómez, presuntuoso y celoso guardián de la división de poderes, declara que ni se enteró de lo que aprobó, pero no por eso va a ir al confesionario. Y Marcela González Salas dice que los senadores no atendieron a la solicitud de hacer una "revisión puntual y estricta" a lo que ella había aprobado con su voto.

AL MODO DE los que van a Teotihuacan, hay diputados que piden al presidente Fox que vete las leyes que ellos aprobaron. Y en el eclipse total de la razón, los hay dispuestos a acudir a la controversia constitucional. No importa lo que diga, haga, vote o apruebe. Cuando llegue al ágora electrónica inclinaré la cerviz. Y luego litigaré para desmentirme, en busca de sentencia que pueda acatar pero no tenga que cumplir.

 
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