Usted está aquí: domingo 2 de abril de 2006 Opinión BAJO LA LUPA

BAJO LA LUPA

Alfredo Jalife-Rahme

La "nueva era de la política petrolera", según Daniel Yergin

Ampliar la imagen Refinería de Jubail, en Arabia Saudita, en imagen de archivo FOTOAp

ANTECEDENTES: DANIEL YERGIN, con licenciatura en administración de empresas en Yale y un doctorado en relaciones internacionales en la Universidad de Cambridge, se dedica a la investigación económica del petróleo, con un enfoque muy sesgado debido a su fanatismo ideológico por la desregulada globalización feudal. Como el nipón-estadunidense Francis Fukuyama, Yergin es un "pensador-chatarra" que suele equivocarse más de lo que acierta en sus piruetas conceptuales, pero que goza de considerable influencia en los circuitos que promueven la globalización a la que le dedicó, junto con Joseph Stanislaw, el libro propagandístico Las cumbres de mando, la batalla por la economía mundial. A nivel más popular, es conocido por su libro de 1991 El premio: la búsqueda épica de petróleo, dinero y poder, que le valió el codiciado premio Pulitzer.

DOS DE SUS FLANCOS muy oscuros son: 1) haber sido el patrón del zar de la energía prematuramente defenestrado, el guanajuatense zedillista-foxiano Fausto Alzati Araiza (quien entregó a Estados Unidos la principal aseguradora mexicana, por cierto muy lucrativa, y quien, además, enloqueció con su fantasioso crecimiento de 7 por ciento anual que puso en ridículo a Fox y que se basaba en la venta de Pemex), y 2) ser asesor, en su calidad de director de Cambridge Energy Research Associates (CERA, por sus siglas en inglés), del decadente gobierno foxiano, que le paga fortunas para ser desinformado en forma masoquista y haberse equivocado durante todo el sexenio en la cotización del crudo mexicano, y en lo que contribuyó en forma cómplice el castañedista-salinista Calderón Hinojosa, fugaz secretario de Energía muy mediocre (criticó sicóticamente a la OPEP por el alza del precio, cuando México vive fiscalmente del crudo), además de entreguista del petróleo mexicano -quien, por cierto, acaba de insultar a Condi Rice en forma poco cortés para alguien que desea ser presidente de México, lo cual delató su legendaria misoginia-. Como se nota, la influencia de Yergin en México ha sido muy nociva en lo que se refiere a las políticas petroleras de Fox, Alzati y Calderón Hinojosa.

SU ATRACTIVO RADICA en que encarna los intereses oficiosos de las depredadoras petroleras anglosajonas, por lo que su mensaje cobra una dimensión estratégica, que acaba de verter en Foreign Affairs (marzo-abril/06): "Garantizar la seguridad energética", que repite en el periódico conservador The Times (01/04/06) con otro título: "Se despierta el mundo a la nueva era del poder energético", con algunas modificaciones y omisiones flagrantes para el más sabio lector londinense, quien no se cuece al primer hervor.

HACE OCHO AÑOS había hecho el ridículo con sus vaticinios insustentables en la misma Foreign Affairs ("Fin del petróleo caro", marzo-abril/98), tesis adoptada por Luis Téllez Kuenzler, otro nefasto secretario de Energía neoliberal, ahora empleado del Grupo Carlyle, de la dinastía Bush, y bisagra operativa del hankismo-salinismo-zedillismo.

PERMUTA A UN mayor realismo su previo optimismo muy sospechoso sobre la "abundancia petrolera", expresado el año pasado en The Washington Post ("No es el fin de la era del petróleo", 31/07/05). Ya en Bajo la Lupa ("Petróleo: geólogos vs. economistas neoliberales", 25/09/05) habíamos señalado que Yergin, un "fanático de la desregulada globalización financiera feudal", había operado un "artefacto desinformativo", lo cual avala su voltereta presente con su artículo muy defensivo en el que coloca a la "capacidad de refinación" como el principal culpable de las "constricciones" de la oferta petrolera: "el sistema de refinación global no tiene suficiente capacidad de conversión profunda para convertir los petróleos pesados a destilados intermedios".

COMO BUEN GLOBALIZADOR irredentista arremete contra el presidente venezolano Hugo Chávez, quien a su juicio provocó el alza del crudo "a finales de 2002", cuando "consolidó el control del sistema político" que orilló "a huelgas en la petrolera estatal que no se recuperó de su producción anterior que ahora es menor en medio millón de barriles" y que es "significativamente mayor al impacto que tuvo Irak con la oferta". ¡Qué exageración!

YERGIN ES UN personaje de contradicciones obscenas, bizantinas manipulaciones estadísticas y multifobias obsesivas, quien no oculta sus odios a Chávez, Saddam y Rusia. Su metamorfosis se centra ahora en la "seguridad": el "mayor obstáculo al desarrollo de más abastecimiento no es la geología, sino lo que ocurre arriba del suelo: asuntos internacionales, política, inversiones y despliegue tecnológico".

A SU JUICIO, el "sistema de seguridad energética" gestado en 1973, después del embargo árabe, se encuentra caduco y no fue diseñado para "manejar precios y los ciclos de las materias primas". Miente al aducir que Estados Unidos solamente ha usado dos veces sus reservas estratégicas (en 1991, antes de la primera guerra contra Irak, y en el otoño del 2005, después de Katrina); se le pasó el dumping de 1985, en el que colaboró Estados Unidos con Arabia Saudita para abatir el precio y golpear a la URSS, empantanada en Afganistán, según el célebre hallazgo de Philip Verleger, economista más sólido que el locuaz Yergin.

POSTULA CUATRO FACTORES para "mantener la seguridad energética": 1) diversificación; 2) resistencia: un margen de seguridad que garantice un amortiguamiento a los choques; 3) "reconocimiento de la realidad de la integración": existe "un solo (sic) mercado petrolero, un sistema mundial complejo que mueve (sic) y consume 86 millones de barriles al día, y 4) "importancia de alta-calidad (sic) de la información".

SUS DOS PRIMEROS factores son aplicables a otros productos y materias primas. Con su tercer factor se obsesiona por la globalización que ahora aplica al mercado petrolero para introducir un "sistema de seguridad energética" que deberá ser abordado en la próxima cumbre del G-8, en San Petersburgo, y al que invita a "comprometerse" a China, India y Brasil. ¿Y los demás? El cuarto factor admite que existe desinformación de las reservas reales de los productores y consumidores, que lo ha llevado a proponer una "auditoría global" (sic).

LOS NEOLIBERALES PETROLEROS de Estados Unidos temen ahora la resaca: los acuerdos bilaterales entre países que pueden dejar aislado a Estados Unidos, cuya única salvación radica en la "globalización de la seguridad energética", que pueda controlar a su antojo. Su amenaza es clara: con Estados Unidos existirá seguridad energética global; sin Estados Unidos, Al Qaeda entrará en acción para impedir el abastecimiento energético a los necesitados. No es gratuito que Yergin esté escribiendo un libro sobre "petróleo y geopolítica", como devela The Times.

EN FORMA CURIOSA, en The Times Yergin omitió frases reveladoras que aparecen en Foreign Affairs. Cita a Stephen Flynn, "experto" (sic) en seguridad de la revista: la "seguridad no es gratuita", y comenta que "tanto los sectores público y privado (sic) necesitan invertir para construir un mayor grado de seguridad en el sistema energético, lo que significa que será parte del precio (¡super-sic!) como del costo (sic) de la seguridad del hogar". ¿Mediante el montaje hollywoodense de la "seguridad" contra el terrorismo, añade Estados Unidos un "valor agregado tecnológico" para someter a Al Qaeda? ¿Estados Unidos creó deliberadamente el problema global de la inseguridad para mejor resolverlo y sacar provecho geopolítico, y a cuyo diseño macabro agrega ahora el "precio" y el "costo" del petróleo?

EN UN PARRAFO INDELEBLE que solamente aparece en la versión de Foreign Affairs, asegura que los "choques futuros" serán "inevitables "(sic) debido a actos terroristas en Medio Oriente, Africa y la "desestabilización" (sic) de Venezuela (¡cómo le trae ganas!).

OTRO PARRAFO ECLIPSADO para los lectores británicos versa sobre la inversión monumental para "desarrollar nueva (sic) energía" en los próximos 25 años: 17 billones de dólares, según cifras de la Agencia Internacional de Energía, es decir, la mitad del presente producto interno mundial.

¿A CUANTO ASCENDERA la tajada, perdón, el "valor agregado", para que Estados Unidos aporte filantrópicamente su "seguridad energética global"?

 
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