En EU "estamos progresando" en la ley migratoria

Fox ofrece compromisos, Bush lo deja esperanzado

El jefe del Ejecutivo insistió en la "corresponsabilidad" en la seguridad fronteriza, que será reforzada

El TLC, sin cambios

ROSA ELVIRA VARGAS Y JOSE ANTONIO ROMAN ENVIADOS

Cancún, QR, 31 de marzo. El presidente George W. Bush partió hoy de este puerto caribeño y dejó a Vicente Fox con la esperanza de que sí habrá ley migratoria. Pero a su vez, el estadunidense se mostró complacido por el compromiso mexicano de "reforzar'' sus fronteras norte y sur, y de que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) no se renegociará ante los "evidentes" beneficios.

El mandatario mexicano comentó que el problema de los indocumentados sólo puede ser resuelto en el contexto de una legislación que garantice la migración legal, segura y respetuosa de los derechos humanos, pero no dejó de lado, como en la víspera, su interés por inhibir el flujo de personas provenientes del sur.

En la búsqueda de certificar sus aspiraciones en el tema migratorio, Vicente Fox se declaró fiel creyente en la "corresponsabilidad'' en materia de seguridad fronteriza, donde desde la parte mexicana "hacemos nuestra propia tarea'', ilustró, "para aclarar homicidios y crímenes entre las mafias y cárteles de la droga''.

El gobierno persevera en esa labor, dijo Fox ante Bush y el primer ministro de Canadá, Stephen Harper. Les aseguró que existe presencia plena de fuerzas federales y "un gran compromiso'' por ganar la batalla al crimen organizado y el narcotráfico, "principalmente en Nuevo Laredo''.

Y es que del binomio seguridad-prosperidad que convocó durante estos días a los tres socios de América del Norte, el primer elemento es prácticamente una fijación para el jefe de la Casa Blanca, y de ahí la respuesta del jefe del Ejecutivo mexicano. Luego de exclamar un "¡uff!'' ante la pregunta de si se discute en primer término la seguridad que la prosperidad, George W. Bush respondió: "No veo cómo se puede lograr prosperidad sin seguridad, si la gente está preocupada'', y ahí mismo agradeció a Fox su dedicación por ocuparse también de ese tema.

"Tenemos fronteras muy largas y queremos estar seguros de poder asegurarlas'' mediante sistemas inteligentes. La línea divisoria, porfió, debe ser para el comercio y el turismo, y por tanto evitar "que los contrabandistas, los terroristas y los narcotraficantes contaminen nuestros países'', subrayó George W. Bush.

El vínculo migración con seguridad lo desarrolló, en el primer caso, con la intención de su gobierno de alcanzar leyes que lo mismo resuelvan la situación de quienes ingresan a Estados Unidos con documentos, como con una legislación específica para quienes entren "ilegalmente'', y esto relacionarlo con la responsabilidad de "proteger la frontera''.

Bush se refirió a la falsificación de documentos, "toda una industria'', para que los empleadores no detecten a migrantes irregulares, quienes además, admitió, trabajan en actividades que los estadunidenses no están dispuestos a hacer.

Entonces, expuso, la ventaja de programas como los que se discuten en el Congreso de Estados Unidos está en la posibilidad de permitir una eventual obtención de la ciudadanía, pero no dar preferencia a quienes llegaron sin documentos. "Hay una cola de gente que está esperando, que está legalmente en territorio nacional, esperando ser ciudadanos, y otra gente que está en nuestro país que no debería adelantarse a los que están legalmente''.

Desde la perspectiva de Bush, "respetar las leyes'' y hacerlas valer "nos va a ayudar de los dos lados de la frontera". Y resaltó la necesidad de que los migrantes indocumentados salgan de la sombra, no teman por su vida y hagan valer sus derechos y dignidad. "El plan que yo propongo va a lograr todo eso, y anticipo con gran alegría poder trabajar con el Congreso en este sentido''.

En la consecución de ese objetivo "estamos progresando'', pues la idea es lograr un proyecto de ley integral. Pese a ello, Bush no respondió a la pregunta de si estaría dispuesto a vetar una resolución del Congreso distinta a sus expectativas.

No capituló en la necesidad de que México sea un dique importante en los flujos migratorios de Centroamérica. Y para ello, la respuesta del presidente Fox fue de nuevo la rendición de cuentas. Hay, dijo, 120 traficantes de personas en la cárcel y el gobierno trabaja en la detención de los indocumentados que entran por la frontera sur, los cuales suman unos 240 mil cada año. Cuando son detenidos, aseguró, se respetan sus derechos humanos, se les ofrecen servicios "dignos y necesarios'' y se les repatria "de inmediato''.

Pero la fórmula para evitar tal éxodo, insistió, consiste en que cada país absorba el "compromiso absoluto y total de generar oportunidades'' de empleo, tanto en México como en Centroamérica.

En el encuentro de la Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte (ASPAN) -la última con la participación del presidente Fox- también se dio espacio al sector empresarial. El canadiense Stephen Harper informó de la creación de un Consejo Norteamericano de Competitividad. Y Bush, con la inusual estancia de más de 40 horas en este destino turístico, se dijo alegre de tratar con gente con la cual comparte "grandes objetivos''. Ponderó los logros del TLCAN, aunque llamó a encontrar fórmulas para enfrentar desafíos como las crecientes economías de China e India.

Destacó además los acuerdos alcanzados para preparar una estrategia común trinacional para enfrentar la gripe aviar.

Se detuvo también en el tema energético, en el cual se pronunció por el uso de fuentes alternativas y el desarrollo de tecnologías, porque "queremos tratar los temas de seguridad nacional, pero también queremos ser buenos custodios ambientales''.

Fox anunció que en junio próximo se realizará un "corte'' para evaluar el primer año de la ASPAN y profundizar la relación. Acotó, sin embargo, que no se trata de renegociar el TLCAN, sino de sólo avanzar en los temas de la alianza.