Usted está aquí: viernes 31 de marzo de 2006 Cultura El butoh implica ''la metamorfosis del cuerpo, el espacio y el tiempo''

Yumiko Yoshioka se presenta por primera vez en México, en un par de funciones

El butoh implica ''la metamorfosis del cuerpo, el espacio y el tiempo''

La bailarina y coreógrafa presenta Before the dawn en el Teatro de la Danza

ARTURO JIMENEZ

En su esencia original, la danza butoh no se enfoca en la técnica física, como la danza occidental europea, sino en la combinación entre la imaginación y los movimientos del cuerpo, lo interno y lo externo, lo visible y lo invisible, algo que, de algún modo, también explora la danza contemporánea.

Son reflexiones de la bailarina y coreógrafa japonesa Yumiko Yoshioka, quien suma tres visitas a México para impartir talleres, pero es la primera vez que bailará danza butoh en el país, con la obra Before the dawn, que presentará en el Teatro de la Danza, del Centro Cultural del Bosque, este viernes a las 20 horas y mañana sábado, a las 19 horas.

''Se trata de un trabajo ubicado en medio de algo, como la transición entre el día y la noche, el hombre y la mujer o el antes y el después. Los seres humanos no somos nada más día y noche, sino que transitamos por los diferentes matices que tenemos. No siempre es sí o no. Entre el negro y el blanco hay grises diversos."

Acompañada por la actriz mexicana Marina Vera, su alumna, Yoshioka agrega en entrevista con La Jornada:

''Los dos extremos en los que siempre habitamos, como la vida y la muerte, se complementan y alimentan uno del otro. Si no hay vida, no hay muerte, y ninguno de los dos es malo, sino parte de un proceso. Before the dawn, igual que el resto de mis coreografías, es, principalmente, una danza de la metamorfosis. El butoh es una danza de la metamorfosis. Y no sólo la que se va a presentar en mi cuerpo, sino la que se logrará en ese momento, en el espacio y el tiempo, entre la gente que me está viendo y yo misma."

Yoshioka radica en Alemania desde 1988, donde ayudó a fundar en 1995 el grupo de formación artística TEN PEN Chii Art Labor, junto con el artista visual Joachim Manger y el músico Zam Johnson. El taller que ofreció en días pasados en la Escuela Nacional de Danza Folklórica se llamó La resonancia del cuerpo y se basa en la relajación y la combinación del yoga, el noguchi, el tai-chi y el butoh.

Un árbol con muchas ramas

El butoh es una técnica teatral de danza creada en 1950 por Kazuo Ohno y Tatsumi Hijikata como una ''danza hacia la oscuridad", bajo la influencia de la tragedia humana tras los bombardeos atómicos contra las poblaciones de Hiroshima y Nagasaki.

Comenta Yumiko Yoshioka: ''Cuando fue creado el butoh fue como una rama, pero a partir de su consolidación ha tenido diferentes resultados. Ahora es muy difícil definir lo que es el butoh porque ha tenido diferentes desarrollos. Para mí la base del butoh es la metamorfosis, pero el cómo varía de acuerdo a quién lo esté ejecutando y cuál sea su técnica".

Las posibilidades del butoh para relacionarse con otros discursos, como el performance, son muchas. "Para empezar, el butoh es una danza contemporánea, muy reciente, en comparación con las grandes tradiciones del arte de Japón, como el teatro noh. Hay quienes trabajan el butoh tradicional, sin mezclar nada, pero yo pude irme por otras ramas, como el integrar elementos plásticos y música electrónica."

La coreógrafa recuerda que a los creadores del butoh no les interesaba la perfección técnica ni lo simétrico. "Las características esenciales del butoh serían la metamorfosis, la conexión entre lo visible y lo invisble, no estar basado en el cuerpo, sino que el cuerpo es el resultado. Otra característica muy importante es que el butoh llega a lo grotesco, algo que habitualmente no utilizamos en nuestra vida diaria. Es una estética diferente, no la belleza tradicional que queremos ver, sea en Oriente o en Occidente."

Ese elemento grotesco, agrega, es como cuando se observa algo bajo el microscopio: es la realidad, pero no se ve cotidianamente. "Lo grotesco es el resultado de lo que tenemos adentro. Cuando se baila sí hay una búsqueda interna, pero no por querer llegar a lo grotesco. Cuando vemos las bacterias bajo el microscopio, a mí me parecen hermosas. Atraviesan el concepto de lo que podría ser bello."

Más allá de hombre o mujer

Hasta hace unos años, la danza butoh había sido ejecutada sobre todo por varones, pero eso no ha sido, al parecer, algo sustancial, pues la cuestión del género es trascendida por Yumiko Yoshioka.

''No soy una mujer bailando, sino un ser bailando. Uno de mis objetivos principales al bailar es traspasarme como mujer e ir más allá. Aunque el género es importante, a la hora de bailar voy más allá."

Comenta, sin embargo, que en la década de los 70, cuando ella comenzó en la danza butoh, existían algunas limitaciones para las mujeres en la sociedad japonesa. "Ahora es muy diferente, pero en aquella época dominaban los hombres. Yo estaba absolutamente de acuerdo en el respeto que se le debe tener no sólo a la gente grande, sino a la que tuviera algún conocimiento, pero tenía que obedecer aunque no estuviera de acuerdo, incluso sin hablar".

Pero en 1978 Yoshioka habría de vivir una experiencia cuando viajó a Francia. ''Comencé a sentirme libre, no igual a mis maestros, a quienes seguí respetando, pero sí de poder expresar lo que yo quería."

 
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