Usted está aquí: jueves 30 de marzo de 2006 Cultura Las palabras indio e indígena, pese a fuerzas racistas, ''cada vez se utilizarán menos''

Charla de Carlos Montemayor y Natalio Hernández en La hora del amigo

Las palabras indio e indígena, pese a fuerzas racistas, ''cada vez se utilizarán menos''

ARTURO JIMENEZ

Ampliar la imagen Montemayor durante su plática con Natalio Hernández Foto: María Meléndrez Parada

Acercarse a las lenguas indígenas de México enriquecerá aún más a los mexicanos y engrandecerá otro tanto al país, sobre todo en un momento en que éste sufre un ''desmoronamiento político nunca antes imaginado", dijo el escritor Carlos Montemayor, para quien la renovación de las literaturas en idiomas originarios es, a la vez, una renovación de la nación.

Lo anterior se derivó de una charla entre el también historiador, lingüista y colaborador de La Jornada, con el escritor y promotor cultural nahua Natalio Hernández, dentro del programa de conversaciones La hora del amigo. Escritores al 2 x 1, que organiza la Dirección General de Publicaciones del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA) en la cafetería El Péndulo de la Zona Rosa.

Con la moderación del periodista José Angel Domínguez, Montemayor y Hernández, quienes durante 25 años han cultivado una relación amistosa e intelectual, dijeron que, pese a fuerzas racistas en contra, cada vez se utilizará menos la palabra ''indio" o ''indígena".

Y como ejemplo de esas nuevas tendencias mencionaron que ahora, para referirse a los escritores en lenguas originarias, se deberá ser más preciso y decir la característica específica, como: ''los poetas mayas", ''los poetas quechuas" o ''los poetas zapotecos".

Aun así, comentaron que en casos como el último, muchos zapotecos prefieren la autodenominación originaria de pueblo ''bini'za", que habla el idioma ''didxazá", pues ''zapoteco" es una voz de origen náhuatl.

También comentaron que, en lugar de referirse a los pueblos indígenas en general, es mejor decir: ''el pueblo rarámuri" (tarahumara), ''el pueblo wirrárica" (huichol) o ''el pueblo mazahua". Agregó Montemayor: ''Cada vez tendremos que irnos acostumbrando más a los nombres propios".

Persistente discriminación

Hernández destacó que cuando se utilizan las palabras ''indio" o ''indígena" se está recurriendo a dos conceptos coloniales, racistas y, en el caso del primero, con una carga peyorativa y excluyente muy fuerte. Pero ahora, señaló, los pueblos comienzan a reconocerse como ''originarios" y a recuperar sus identidades.

Los conceptos de indio e indígena, agregó, estuvieron muy presentes en el desarrollo del sistema educativo nacional. Aunque reconoció que a partir del movimiento contemporáneo de los pueblos originarios, que comenzó de manera marcada en las décadas de los 70 y 80, se asumieron los conceptos de indio e indígena para ''luchar, demandar y exigir", así como para "desgastarlo y desecharlo".

Al hablar sobre la discriminación, Montemayor recordó que se ha asumido que los pueblos originarios ''no tienen arte, sino artesanía; no tienen religión, sino supersticiones; no tienen sistemas normativos, sino usos y costumbres; no tienen lenguas, sino dialectos. Es decir, no los dejamos en paz, les damos duro".

Durante la charla también se abordó el reciente poemario de Natalio Hernández, Colibrí de la armonía (Semanca huitzilin-Hummingbird of harmony), una edición trilingüe náhuatl-castellano-inglés publicado por el CNCA.

 
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