La exhibición de producciones mexicanas creció 20% respecto del año pasado

Arranca la edición 21 del Festival Internacional de Cine de Guadalajara

Durante la inauguración, Silvia Pinal fue condecorada por el gobierno español

ARTURO CRUZ BARCENAS ENVIADO

Guadalajara, Jal., 25 de marzo. El pasado viernes, la actriz Silvia Pinal recibió de manos de la embajadora de España en México, Cristina Barrios, la Orden de Isabel la Católica en grado de Encomienda, durante la ceremonia de inauguración del 21 Festival Internacional de Cine en Guadalajara. La condecoración tiene por objeto premiar los comportamientos extraordinarios de carácter civil realizados por personas españolas y extranjeras que redunden en beneficio de España o que contribuyan de modo relevante a favorecer las relaciones de amistad y cooperación de la nación española con la comunidad internacional, precisó Barrios.

Así, el gobierno español reconoció la labor de la estrella mexicana en el contexto del festival que este año tiene como país invitado a España. Protagonista de clásicos de la historia del cine mexicano, en la reseña se exhibirá una de las grandes interpretaciones de Pinal: La soldadera (1967), de José Bolaños.

Silvia Pinal llegó guapísima, luciendo un vestido café. Previamente se proyectaron imágenes de algunas de sus películas. Drama y comedia, belleza y actuación. La embajadora de España expresó: "España rinde tributo a una de las grandes estrellas del continente. Aunque ya cuenta con numerosos premios y galardones, destaca su trayectoria profesional y humana a ambos lados del océano.

"Silvia Pinal ha sido y es una artista versátil, una profesional integral que desde los albores de su carrera se ha ganado el reconocimiento de la crítica y de todos sus compañeros. Posee una personalidad cinematográfica llena de atractivo."

Pinal leyó un texto donde sin falsa modestia citó unas palabras de Pablo Neruda, "cuando sentía a España en su corazón. Hoy, también, yo siento a España en mi corazón. Esta distinción que hoy recibo no es la primera de mi vida. No puedo ser falsamente humilde. Pero lo que sí puedo asegurar es que esta Orden de Isabel la Católica se transforma, para mi quehacer como mujer y artista, en la joya de la corona". Un sonoro aplauso siguió a sus palabras. "Tengo a España en mi corazón", finalizó.

Programación

El festival se desarrollará hasta el 31 de marzo. En este contexto se realiza el segundo Encuentro Iberoamericano de Coproducción Cinematográfica, y la respuesta ha sido sorprendente en el número de compradores y vendedores presentes (200), así como de proyectos y películas presentadas (500).

De los 175 largometrajes y 86 cortometrajes presentes en las 15 secciones de las que se compone el certamen, son estrenos nacionales 90 por ciento. La bolsa de premios con la que cuenta el festival para los trabajos premiados en las secciones oficiales de competencia asciende a 400 mil dólares.

La exhibición del cine mexicano creció 20 por ciento respecto del año pasado. Entre las figuras con las que contará el festival destacan el cineasta neoyorkino Bob Rafelson, quien acudirá al certamen con motivo de los 25 años del estreno de El cartero siempre llama dos veces (1981), cinta que se proyectará en Guadalajara. También la más reciente película de Rodrigo García, Nine lives (2005), al igual que Princesas (2005), del español Fernando León de Aranoa, quien será, junto a Sabina Bergman, la actriz Goya Toledo, el cineasta Antonio Urrutia y la distribuidora Christa Saredi, miembro del jurado de la sección de competencia Panorama Mexicano.

El documental Vinicius (2005), de Miguel Faria, sobre la figura de Vinicius de Moraes, y el cortometraje Killer Snake (2005), de Elpidia Carrillo, completan el grupo de trabajos aún no vistos en Guadalajara, de los que se ofrecerá una única proyección en el teatro Diana, y que se complementan con la presencia ya comentada de la película de Bob Rafelson y de la recuperación del clásico de Robert M. Young, Alambrista (1977).

Fuera de la pantalla, pero siempre cerca de ella, el escritor colombiano Gabriel García Márquez impartirá durante el transcurso del festival la continuación del taller iniciado en la Escuela de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, en el que nueve estudiantes de guión de Argentina, Brasil, Cuba, Colombia, España y México trabajan con el autor de Cien años de soledad en nueve proyectos de cortometraje que se integrarán en un futuro largometraje.

Las películas que participan en la competencia de la sección de Largometraje Iberoamericano serán valorados por un jurado integrado por Guy Braucourt, César Charlone, Juan Carlos Frugone, Paul Leduc e Ilda Santiago. Los trabajos que compiten en la sección Largometraje Documental Iberoamericano estarán sujetos al juicio de Isabel Arrate Fernández, Nicolás Echevarría, Marina Stavenhagen, Ernesto Velázquez y José Woldenberg.

Los largometrajes seleccionados en la sección Panorama Mexicano son: El cielo dividido, de Julián Hernández, 2006; Fuera del cielo, de Javier Patrón Fox, 2005; La niña en la piedra, de Marisa Sistach y José Buil, 2005; La última mirada, de Patricia Arriaga, 2005; La vida inmune de Ramón Cervantes, 2005; Los pajarracos, de Héctor Hernández y Horacio Rivera, 2006; Más que a nada en el mundo, de Andrés León Becker y Javier Solar, 2005; Mujer alabastrina, de Elisa Salinas y Rafael Gutiérrez, 2005, y Sólo Dios sabe, de Carlos Bolado, 2005.

Fuera de competencia podrán verse las siguientes películas mexicanas: Las vueltas del Citrillo, de Felipe Cazals; Mezcal, de Ignacio Ortiz; La guerrilla y la esperanza: Lucio Cabañas, de Gerardo Tort; Sangre, de Amat Escalante; Cuatro labios, de Carlos Marcovich, y Pancho Villa, la revolución no ha terminado, de Francesco Taboada Tabone, estreno en México.

Como platillo fuerte de la ceremonia de inauguración, realizada en el teatro Diana el viernes pasado, se proyectó la película Iberia, de Carlos Saura, serie de imágenes con una estética moderna, vanguardista, del flamenco y la cultura española, a partir de una selección de obras del músico Isaac Albéniz. Se trata de un musical que Saura convierte en una celebración de sentido profundo del flamenco, apasionado.

Para rematar la noche se realizó una fiesta en el teatro Estudio Cavaret, donde un grupo eskazero y de música de fusión se esforzó por ambientar a los asistentes.

Dos niveles: abajo, alrededor de una pista de baile, donde lo que brilló por su ausencia fue la gente de cine. Pésimos los canapés. Muchos se fueron a los pocos minutos de haber comenzado "la fiesta".

Otro nivel, arriba, en un área súper VIP, donde el empresario Jorge Vergara convivió con sus invitados especiales. Ellos sí se quedaron hasta muy entrada la madrugada.