Usted está aquí: sábado 18 de marzo de 2006 Cultura Que la música de Arnulfo Miramontes vuelva a sonar, pide familiar del autor

En medio del olvido oficial, se cumplieron 46 años de su muerte

Que la música de Arnulfo Miramontes vuelva a sonar, pide familiar del autor

Héctor Ruiz Esparza deplora ''un silencio largo de casi 15 años'' alrededor del compositor

ANGEL VARGAS

Ampliar la imagen Arnulfo Miramontes (1882-1960), con un texto musical antiguo. El compositor jalisciense creó más de 150 obras de música clásica y sacra Foto: Cortesía Héctor Ruiz Esparza

Que la música de Arnulfo Miramontes (1882-1960) suene es el objetivo que se ha fijado Héctor Ruiz Esparza, sobrino nieto del compositor jalisciense, de quien se cumplió el 46 aniversario luctuoso el pasado lunes, en medio ''del olvido por parte de las autoridades".

Para ese propósito, Ruiz Esparza negocia actualmente con los gobiernos de Jalisco y Aguascalientes, entidad esta última donde residió también Miramontes, para entregar en donativo o comodato el archivo del compositor.

Este acervo está compuesto por un catálogo de más de 150 obras de música clásica y sacra, entre las que destacan las óperas Anáhuac y Cíhuatl, una Misa de réquiem para orquesta, coro y órgano; la Misa solemne a Santa María de Guadalupe; el ballet sinfónico Iris, y cinco sinfo-nías, a decir del comunicador.

Ruiz Esparza considera que una vez que el catálogo obre en poder de algunas de las instituciones de cualquiera de los dos estados, ello facilitará que la música de su tío comience a ser interpretada de nuevo.

''Ha sido un silencio largo de casi 15 años" desde la última vez que se tocó obra del compositor, señala, lo cual se hizo para un disco de compositores oriundos o radicados en Aguascalientes.

''Su obra musical y su memoria se encuentran olvidadas por las autoridades que manejan la cultura en nuestro país, como el Instituto Nacional de las Bellas Artes, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y la Universidad Nacional Autónoma de México", entre otras.

Aguascalientes, cuna de su fecundidad

Nacido en Tala, Jalisco, en 1882, Arnulfo Miramontes Romo Vivar demostró desde muy pequeño sus grandes cualidades musicales mientras estudiaba bajo la dirección del eminente maestro Francisco Godínez, primer organista de la Catedral de Guadalajara.

A los 13 años, una vez mudado a Aguascalientes, ''tras convencer y exponer sus dotes musicales tanto de organista, pianista y de composición, le confirieron el nombramiento de organista titular del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, y es en la ciudad de Aguascalientes donde produjo la mayoría de sus obras, la cual consideró cuna de su fecunda vida artística", apunta el familiar del músico en un documento.

''A la edad de 26 años, en 1908, partió a Europa, con el propósito de adquirir nuevos conocimientos. En Berlín, Alemania, ingresó al famoso Sternsches Konservatorium, donde por tres años recibió clases de piano con el gran maestro Martin Krause, discípulo de Lizt. De armonía y composición, con Philip Rueffer, y los de dirección de orquesta con Alexander von Fielitz.

De acuerdo con Héctor Ruiz Esparza, Arnulfo Miramontes ''es uno de los más notables compositores mexicanos, que amaron y le compusieron a este gran país y a quien las autoridades oficiales le deben rendir un reconocimiento permanente por su labor artística en beneficio del arte y de la cultura de nuestra patria".

 
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