Usted está aquí: viernes 17 de marzo de 2006 Capital Grave, el despojo a la población de su espacio urbano: especialista

Deplora la defensa del ombudsman del DF a los intereses de la empresa Eumex

Grave, el despojo a la población de su espacio urbano: especialista

Los capitalinos, con derecho sobre los beneficios económicos de la industria publicitaria, dice

BERTHA TERESA RAMIREZ

Ampliar la imagen Parabús con publicidad de Eumex en la avenida Cuauhtémoc Foto: María Luisa Severiano

Héctor García Olvera, asesor del Centro de Investigaciones y Estudios de Posgrado de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y consejero universitario, señala que la venta de espacios públicos en la ciudad de México es un pingüe negocio privado, "gracias a que un anterior gobernante de la ciudad así lo dispuso, mediante un cuestionado convenio".

El especialista agrega que "ahora un egregio defensor de los derechos humanos en la ciudad formula una brillante recomendación para que se respeten los derechos de ese grupo privado, que es el que se ha apropiado de tal negocio, y con el que ahora expolia o despoja con sutil violencia los derechos de la ciudadanía".

En una carta de apoyo al movimiento ciudadano que ha surgido en contra de los abusos de las empresas de publicidad exterior, expone: "La comisión correspondiente, que deberá contribuir a la tutela y los derechos de los habitantes de la ciudad, ahora formula recomendaciones en contra de ella. Probablemente tan honorable comisión, junto con los honorables funcionarios y miembros del Poder Judicial, que otorgan amparos a esos grupos de publicistas privados, y por qué no, también el honorable gobierno de nuestra ciudad, no sepan o no entiendan nada de este asunto de la rentabilidad del espacio público urbano y de los derechos de propiedad y apropiación de tal cosa", indica.

El académico añade que los habitantes de esta ciudad "tenemos que saber y comprender respecto de nuestros propios derechos de usufructo de esta rentabilidad y capacitarnos para ser propietarios de sus frutos, que en buena instancia, junto con el buen gobierno, permitan beneficiar y mejorar a la ciudad en la que vivimos. Tenemos el derecho de protestar si esto no es así".

Crítico incansable de lo que ha sido la apropiación del espacio urbano por las empresas de publicidad exterior, García Olvera, subraya que pocos "han entendido que esta cosa es muy rentable; sin embargo, el legítimo propietario de ese espacio público son los ciudadanos, habitantes de esta ciudad, y a ellos les pertenece el ingreso que éste produce".

Ante ello, la responsabilidad del gobierno es defender, cuidar, administrar y rendir cuentas transparentes de ese indiscutible derecho de usar y disponer, en forma exclusiva y absoluta, de esa imagen, de ese espacio público, y de la renta que debe producir, expone.

En ese sentido agrega que bien podría interpretarse "como un auténtico y grave despojo, sutil robo de esa legítima propiedad ciudadana, al hecho de que según se expone en los medios de comunicación, un anterior gobernante de esta ciudad, hoy no solamente cuestionado, sino perseguido por la justicia federal, haya signado un muy cuestionable contrato en el que, al parecer, cede abiertamente los derechos del usufructo de esa rentabilidad de la imagen en el espacio público, y todo esto fue consumado sin la menor consulta y participación de alguna representatividad de la ciudadanía y, sobre todo, sin la menor explicación o rendimiento, hasta el momento, de las cuentas y las cantidades de tal usufructo que esta operación significa".

Se trata del problema, precisa, "de la libérrima y sorpresiva instalación de los denominados parabuses, de dudosa utilidad, imagen seductora de progreso y bien urbano y costo revisable; soportados y flanqueados por consistentes y abundantes mupis (muebles urbanos con publicidad integrada), que se manifiestan en la misma formalidad encantadora del diseño hightech, y que no son más que elegantes portadores eficientes de las carteleras contenedoras de un costoso y muy rentable mensaje mercantil que ocupa inexorablemente los más privilegiado del espacio urbano de la ciudad".

Se ubican muy estratégicamente en el nivel, perspectiva y ángulo visual para que lo más abundante de la ciudadanía los perciba y se cautive. "Véase: se ubican muy estratégicamente en lo más selecto del espacio público, el espacio de todos; se sitúan en lo más visible, y por lo tanto en lo más rentable de la vía pública: en la calle, en las banquetas, en los camellones, en el centro de vialidades, en las plazas y jardines, y para esa ubicación, si visualmente es necesario, talan árboles", asevera.

 
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